Optimizar los resultados obtenidos con New Fill® para la lipoatrofia facial
Un equipo francés detecta algunas dificultades técnicas superables
Un equipo francés detecta algunas dificultades técnicas superables
La pérdida de grasa provocada por d4T (estavudina), componente de la terapia antirretroviral triple, está empezando a provocar cambios de tratamiento entre los pacientes que reciben terapia contra el VIH en Suráfrica, según informó la pasada semana un grupo de médicos del Hospital McCord de Durban en el Encuentro de Socios Implementadores del Plan de Emergencia del Presidente para el Alivio del SIDA de 2006 en Durban (Suráfrica).
La cantidad de hormona del crecimiento producida por hombres con VIH que padecen redistribución de grasa corporal es menor que la que producen hombres sin VIH y que mujeres con VIH de edad y parámetros corporales semejantes, de acuerdo con un estudio publicado en la edición del 4 de abril de la revista AIDS.
Un pequeño estudio holandés ha demostrado que los pacientes con VIH que sufren una pérdida de grasa como efecto secundario del tratamiento del VIH, tienen niveles altos del neurotransmisor noradrenalina en el tejido graso. El grupo de investigadores cree que esto podría suponer un indicio de la existencia de una relación entre lipoatrofia y alteraciones de la actividad del sistema nervioso. Los descubrimientos del estudio fueron presentados en la edición del 21 de marzo de la revista AIDS.
Una serie de pósteres presentados en la XIII Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas, celebrada en febrero en Denver (EE UU), revelaron detalles de estudios en los que se relacionaban variaciones en genes con el riesgo de que los pacientes desarrollen cambios en la grasa corporal o alteraciones de niveles de gasas en sangre como efectos secundarios del tratamiento del VIH.
Esta semana en la XIII Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas celebrada en Denver (EE UU) se presentaron cuatro estudios que analizaron intervenciones para tratar la lipoatrofia o ganancia de grasa central y fueron muy decepcionantes desde el punto de vista del paciente, a pesar de las notas positivas que los autores pusieron en sus descubrimientos.
Es necesario controlar los niveles de resistencia a la insulina con este complemento
El riesgo de que se alteren los niveles de grasa en sangre en pacientes que toman un tratamiento del VIH basado en inhibidores de la proteasa varía según la raza, según informa un grupo de investigadores de EE UU en la edición de marzo de la revista gratuita PLoS Medicine.
Las personas que durante un año tomaron un tratamiento anti-VIH consistente en efavirenz (Sustiva) con tenofovir y FTC (Truvada) tuvieron significativamente más grasa en las extremidades que aquellas que tomaron efavirenz con AZT y 3TC (Combivir), según los resultados del estudio 934 de Gilead Science publicados en la edición del 19 de enero de la revista New England Journal of Medicine. Gilead es el fabricante de Truvada.
Los pacientes que cambian de regímenes con fármacos anti-VIH que contienen AZT (zidovudina, Retrovir) o d4T (estavudina, Zerit) pueden mostrar más mejoría en los niveles de grasa en sangre cuando cambian a tenofovir (Viread) que cuando cambian a abacavir (Ziagen), según los últimos datos provenientes del estudio RAVE que fueron presentados el mes pasado en la 45ª Conferencia Interciencias sobre Agentes Antimicrobianos y Quimioterapia celebrada en Washington DC (EE UU).