La selección de determinados antirretrovirales podría incrementar los niveles de vitamina D
La época del año y la etnia también afectan a los valores de esta vitamina
La época del año y la etnia también afectan a los valores de esta vitamina
Estas podrían tener especial utilidad para las personas con VIH y estrés
El efecto sería mayor cuanto más elevado fuese su consumo
Los estudios presentados en el X Congreso sobre Terapia Farmacológica en la Infección por VIH -que tuvo lugar en Glasgow (Escocia, Reino Unido) a principios del mes de noviembre- evidencian que esta infección aún acorta seriamente la esperanza de vida entre los pacientes británicos.
Los síntomas depresivos son habituales entre los jóvenes en Sudáfrica y están vinculados con características de las relaciones y comportamientos que aumentan el riesgo de infección por VIH, según concluye un equipo internacional de investigadores en Journal of the International AIDS Society.
Dos carteles adyacentes presentados en el X Congreso Internacional sobre Terapia Farmacológica en la Infección por VIH (HIV10), celebrado recientemente en Glasgow [Escocia, Reino Unido], examinaron el hábito de fumar en las personas con VIH y su consecuencia más común, que no es el infarto de miocardio o el cáncer de pulmón sino la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que consiste en un espectro de trastornos respiratorios, que puede empezar con la denominada ‘tos del fumador’ persistente pero que puede acabar con la aparición de un enfisema (una degeneración del tejido pulmonar que, con frecuencia, resulta letal).
La cohorte EuroSIDA asocia dicha carencia a una mayor progresión de la infección y a muerte
A fin de evitar la transmisión sexual, basta con tomar medidas para que nuestra sangre y fluidos sexuales no entren en contacto con la sangre o mucosas de otra persona.
La eliminación de la acumulación de grasa conocida como giba de búfalo es un procedimiento quirúrgico conocido como liposucción con láser, cubierto por la Seguridad Social española sin coste alguno para la persona, siempre y cuando el médico especialista considere que sea incapacitante.
Actualmente, no existe ningún tratamiento indicado para esta anomalía, que se conoce con el nombre de respuesta discordante y cuya incidencia algunos estudios cifran hasta en un 8% de las personas con VIH que toman terapia antirretroviral.