Introducción a los análisis de laboratorio
Tener un diagnóstico de infección por VIH implica realizar controles regulares en el hospital de referencia y con un médic@ especialista en enfermedades infecciosas.
Tener un diagnóstico de infección por VIH implica realizar controles regulares en el hospital de referencia y con un médic@ especialista en enfermedades infecciosas.
En los resultados de las analíticas suelen figurar una serie de indicadores que nos pueden ayudar a conocer el estado y funcionamiento de nuestros riñones. Los parámetros básicos son la creatinina y el BUN.
Las alteraciones metabólicas son irregularidades en los recuentos de grasas y azúcares en la sangre. Todavía no se han esclarecido los mecanismos por los que se altera la cantidad de estas sustancias, pero parece clara su relación con las terapias antirretrovirales.
Además de las defensas y de la carga viral, en los análisis también aparecen mediciones de valores hepáticos, renales, de lípidos y de glúcidos.
Una prueba de carga viral refleja la cantidad de ARN del VIH que hay en la sangre.
Conocer el valor CV constituye una información imprescindible en la progresión del VIH.
Estos parámetros se refieren a nuestras células del sistema inmunitario. Entre los leucocitos, la medición de los CD4 resulta fundamental para conocer la progresión de la infección por VIH.
Las infecciones oportunistas aprovechan la fragilidad del sistema inmunitario para manifestarse, están causadas por patógenos adquiridos que pueden ser: virus, hongos, parásitos, bacterias o micobacterias.
Constituye la historia de tratamientos para el VIH que una persona tiene e incluye todos los regimenes antirretrovirales que han sido prescritos y que esta persona ha tomado.