Interacción entre una mayor edad y la terapia antirretroviral

Joan Tallada
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Las personas con VIH de más de 50 años presentarían más complicaciones

Los estudios sobre el impacto del VIH, sus enfermedades asociadas y los efectos del tratamiento antirretroviral en personas de mayor edad han sido hasta ahora escasos y no concluyentes. Esto entra en contradicción con el hecho de que el número de personas con VIH va aumentando, tanto por el incremento de la edad media a la que se realizan los diagnósticos como por el hecho de que un número creciente de personas con VIH viven más años en los países industrializados gracias a la terapia disponible.

Algunos estudios cifran en un 50% la proporción de personas con VIH que pueden superar los 60 años en el futuro en los países con acceso a tratamiento. Y sin embargo, seguimos sin disponer de cálculos epidemiológicos fiables para personas mayores, y se sabe poco sobre las interacciones entre envejecer y la infección por VIH, tanto en relación con la progresión de la enfermedad como con la eficacia, tolerabilidad y toxicidad a corto y a largo plazo del tratamiento antirretroviral, la farmacocinética específica de los medicamentos para el VIH en estas personas y la interacción entre TARGA y otras enfermedades subyacentes propias de la edad y su terapia.

El proceso de envejecimiento implica cambios fisiológicos tales como el aumento del riesgo de infección, la reducción de la inmunocompetencia, la aparición de otras dolencias que pueden afectar al proceso de la enfermedad y complicar su manejo y la emergencia de interacciones entre los antirretrovirales y los fármacos que se utilizan para tratar otros problemas de salud. Todo ello subraya la importancia de llevar a cabo estudios relacionados con la edad para la evaluación del tratamiento del VIH y de las estrategias de manejo.

Por estas razones, un equipo italiano ha llevado a cabo un estudio en el que ha evaluado los resultados inmunológicos y virológicos y la tasa de incidencia de acontecimientos metabólicos adversos o de nuevas dolencias en el primer año de tratamiento antirretroviral en una cohorte de personas con VIH de 50 años o más que se visitan en el Hospital L. Sacco de Milán, Italia, desde 1994.

G. Orlando y su equipo seleccionaron a 159 personas con VIH que tenían 50 o más años y las compraron con 118 personas más jóvenes con edades comprendidas entre los 25 y los 35 años (grupo control). Los datos basales de ambos grupos fueron equiparables en términos de estadio del VIH, recuento de CD4 y carga viral al inicio, pero eran diferentes en cuanto al modo de transmisión del VIH (el sexo heterosexual igualmente mayoritario, pero más vías reportadas como desconocidas en los mayores y más uso de drogas en los jóvenes), las otras dolencias que tenían y la presencia de otros tratamientos crónicos.

Tras un año de tratamiento, el grupo mayor experimentó un descenso medio de la carga viral a las 48 semanas de 2,6 log10 de copias/ml y un aumento medio del recuento de CD4 de 137,5 células/mm3, siendo los parámetros equivalentes en el grupo de jóvenes. El riesgo relativo (RR) de tener un test anómalo en los pacientes mayores fue de 7,33 [intervalo de confianza del 95% (IC95%): 4,36-12,36] para la glucosa, de 1,73 (IC95%: 1,45-2,07) para el colesterol total, de 1,56 (IC95%: 1,22-2,0) para el colesterol HDL, de 1,26 (IC95%: 1,02-1,56) para los triglicéridos, de 6,48 (IC95%: 4,36-9,66) para la creatinina sérica y de 0,45 (IC95%: 0,35-0,58) para la ALT.

Se registraron además toxicidades renales y hepáticas de moderadas a graves en los pacientes mayores pero no en los controles jóvenes, aunque por otro lado la tolerabilidad de los fármacos no varió entre un grupo y otro. Finalmente, se contaron 39 desórdenes cardiovasculares, endocrino-metabólicos y neurálgicos (24,52 por 100 persona-años) en las personas mayores frente a 4 (3,39 por 100 persona-años) en los controles, una diferencia altamente significativa (p<0,0001).

Los autores, en sus conclusiones, afirman que las dolencias inducidas o relacionadas con los efectos tóxicos de los antirretrovirales interactúan con los problemas de salud específicos de la edad más avanzada, lo que implica nuevos interrogantes y aspectos a tratar. Por ello, piden estudios epidemiológicos comparativos, investigaciones que aborden asuntos específicos y fórmulas de seguimiento que respondan a los desafíos que se derivan de la práctica clínica con personas con VIH de más de 50 años.

Fuente: Medscape

Referencia: G. Orlando et al. Antiretroviral Treatment and Age-related Comorbidities in a Cohort of Older HIV-infected Patients.

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