Las tasas de tuberculosis y VIH se disparan en las prisiones, lo que constituye una amenaza para la salud pública
El hacinamiento, el reducido acceso a la atención médica, la falta de voluntad política y la preeminencia de poblaciones de alto riesgo entre los internos penitenciarios contribuyen a crear una “tormenta perfecta” en lo que respecta a las infecciones por VIH y tuberculosis entre la población presidiaria de todo el mundo, según anunció un equipo de investigadores en la 40 Conferencia Mundial de la Unión sobre Salud Pulmonar, que tuvo lugar recientemente en Cancún (México).