Aunque no se ha observado una mayor probabilidad de fracaso terapéutico en personas con el VIH y diabetes, es necesario realizar más estudios para determinar si esta comorbilidad obligaría a realizar ajustes de dosis de algunos antirretrovirales
A pesar de ello, se sigue investigando si esta combinación de inhibidores de la proteasa del VIH podría usarse en personas con COVID-19 leve o como profilaxis post-exposción al SARS-CoV-2
Mientras los indicadores parecen mostrar una segunda ola de la epidemia de la COVID-19, otra epidemia llegará próximamente a España: la gripe estacional. A las personas con el VIH se les recomienda vacunarse frente a la gripe, especialmente aquellas de más edad y/o que padecen otras enfermedades crónicas.
Las demencias asociadas al VIH –causadas en la mayoría de ocasiones por un mal control de la infección– podrían explicar en buena parte las diferencias observadas
Esta técnica ofrecería resultados equivalentes a los obtenidos cuando las muestras son tomadas por los profesionales de la salud y supondría un importante ahorro para el sistema sanitario
Este efecto podría reducir la incidencia de determinadas comorbilidades, como por ejemplo las de tipo cardiovascular
Los investigadores recomiendan la realización de una biopsia para evaluar el estado del hígado en esta población
Según un estudio estadounidense, otros problemas de salud subyacentes también podría aumentar el riesgo de mortalidad o de evolución grave de la enfermedad en estos pacientes
Las personas que consumen opioides presentarían un riesgo de padecer COVID-19 nueve veces superior al observado en la población general
El efecto solo se observaría en personas con comorbilidades, un subgrupo cada vez más numeroso de personas con el VIH
