Además, como los síntomas de la gripe y de la COVID son similares, sólo una prueba PCR podrá identificar la infección de forma segura. En un contexto donde la atención primaria, los laboratorios y la atención hospitalaria, pueden estar saturados, es preferible prevenir las infecciones de gripe estacional mediante la vacuna.
En resumen, la coinfección por gripe y COVID-19 podría aumentar el riesgo de recibir un diagnóstico grave y tener complicaciones e, incluso, podría causar la muerte.
Es importante que te pongas en contacto con tu centro de salud para que te informen de los horarios y el lugar donde se realizará la vacunación.
Las sociedades científicas –entre las que se incluyen el Grupo de Estudio del Sida (GeSIDA) de la Sociedad Española de Inmunología y Microbiología Clínica (SEIMC), la Sociedad Española Interdisciplinaria sobre el Sida (SEISIDA) y la Asociación Española de Vacunología (AEV)– recomiendan también la vacunación frente a la gripe.
Entre los grupos de población diana de la vacunación antigripal se incluyen (puede leerse el listado completo en el siguiente enlace):
1. Personas mayores, preferentemente a partir de los 65 años de edad.
2. Personas menores de 65 años de edad que presentan un alto riesgo de complicaciones derivadas de la gripe:
– Menores (a partir de 6 meses) y adultos con enfermedades crónicas, cardiovasculares, neurológicas o respiratorias.
– Menores (a partir de 6 meses) y adultos con otras enfermedades crónicas o de evolución crónica, entre las que se incluyen la infección por el VIH y la enfermedad hepática crónica (incluida la cirrosis)
– Mujeres embarazadas
3. Personas que pueden transmitir la gripe a aquellas que tienen un alto riesgo de presentar complicaciones (entre los que se incluyen los profesionales sanitarios y sociosanitarios).
3. Otros grupos en los que se recomienda la vacunación, especialmente personas que trabajan en servicios públicos esenciales: fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, bomberos, servicios de protección civil, personas que trabajan en servicios de emergencias sanitarias y personas que trabajan en instituciones penitenciarias y de otros centros de internamiento (como, por ejemplo, centros de acogida de inmigrantes).
Se recomienda la vacunación frente a la infección neumocócica para las personas con el con VIH y/o hepatitis crónica. Si no ha sido vacunado, habla con los profesionales sanitarios que se ocupan de tu salud.
La vacuna consta de 2 dosis de vacunas diferentes administradas en un intervalo de 2 meses. La vacuna deberá renovarse cada 5 años.
05/ A DESTACAR:
– La vacuna frente a la gripe se recomienda especialmente para personas con cirrosis y para personas con trasplante de hígado.
– La vacuna antigripal se recomienda a las personas con el VIH. Muchas de ellas son personas mayores que padecen, además del VIH, otras enfermedades crónicas (comorbilidades). Todos estos factores podrían aumentar el riesgo de complicaciones en caso de contraer la gripe.
– La vacuna frente a la gripe no te protegerá de la infección por el SARS-CoV-2, el coronavirus que causa la COVID-19.
– Se recomienda encarecidamente la vacunación frente a la gripe estacional para todo el personal sanitario, así como para todos los profesionales en contacto regular con personas en riesgo de desarrollar complicaciones graves.
– La vacuna frente al neumococo está recomendada en personas con el VIH ya que, por diferentes circunstancias (edad y/o presencia de otras comorbilidades) podrían tener un mayor riesgo de desarrollar infección neumocócica.
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