La Dirección General de Salud Pública, Calidad e Innovación, en colaboración con los sistemas autonómicos de vigilancia epidemiológica y el Centro Nacional de Epidemiología han publicado el informe “Vigilancia Epidemiológica del VIH y sida en España 2018: Sistema de Información sobre Nuevos Diagnósticos de VIH y Registro Nacional de Casos de Sida”. Un año más, se observa una tendencia estable y ligeramente descendente en los nuevos diagnósticos, un descenso de los casos de sida y el mantenimiento de un grupo poblacional altamente vulnerable: los hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (GBHSH); especialmente aquellos de origen extranjero (principalmente latinoamericanos).
Entre los principales objetivos del informe se encontraban cuantificar los nuevos diagnósticos de infección por el VIH y sida, determinar las características epidemiológicas de los nuevos casos y contribuir a la vigilancia internacional de la epidemia de la infección por el VIH.
En 2018 se notificaron un total de 3.244 nuevos diagnósticos del VIH en España. Tras ajustar los resultados por retraso de notificación, ello se correspondería a una tasa de 8,65 casos por cada 100.000 habitantes, siguiendo la tendencia ligeramente descendiente observada en los últimos años. El 85,3% de los diagnosticados eran hombres y la mediana de su edad era de 36 años.
La principal vía de transmisión fue la sexual en GBHSH (56,4% de los casos), seguida por la heterosexual (26,7%) y el uso de drogas inyectables (3,2%). El 37,2% de los diagnósticos tuvieron lugar en personas de origen extranjero y el 47,6% de los diagnósticos fueron tardíos (con un recuento de CD4 inferior a 350 células/mm3).
En los últimos 10 años se establece una tendencia global descendente en los nuevos diagnósticos , aunque con diferencias por causa de la vía de transmisión y/o el hecho de ser de origen extranjero. Así, entre GBHSH, el grupo mayoritario de personas con nuevo diagnóstico, se observa que a partir del año 2015 solo descienden los nuevos diagnósticos en españoles, mientras que la tendencia en extranjeros es ascendente a partir de dicho año .
En cuanto a los diagnósticos tardíos, han ido descendiendo durante la última década, aunque tras 2016 se han estabilizado, sin diferencias en función de la vía de transmisión .
El porcentaje de casos con diagnóstico tardío desciende levemente entre 2009 y 2016, manteniéndose estable después . No se observan cambios según modo de transmisión.
En lo que respecta a los casos de sida, en 2015 se notificaron 415 casos (en el registro quedaron excluidos los casos de Comunidad Valenciana y Cataluña por motivos técnicos). Ello conllevaría una tasa ajustada de 1,4 casos por cada 100.000 habitantes. El 82,9% eran hombres y la mediana de la edad era de 43 años. El 34,5% de los casos se produjeron en hombres y mujeres heterosexuales; el 37,1% en GBHSH y el 11,6% en usuarios de drogas intravenosas.
Desde el inicio de la epidemia se llevan registrados en España 88.135 casos de sida. El porcentaje de los casos de sida que representan las personas extranjeras ha ido aumentando con el tiempo hasta llegar a representar el 31,8% de los casos en 2018 .
En la última década, la enfermedad definitoria de sida más frecuente ha sido la neumonía por Pneumocystis jirovecii (28,8%), seguida por la tuberculosis (20,1%) y la candidiasis esofágica (12,7%).
Los autores del estudio concluyen que las tasas de nuevos diagnósticos se mantienen similares a las de otros países de la región europea de la OMS, aunque algo por encima de la media de la Unión Europea. La vía sexual sigue siendo la principal vía de transmisión en los nuevos diagnósticos.
Más de la mitad de los nuevos diagnósticos se dan en GBHSH, de los que el 40% son extranjeros, principalmente latinoamericanos. Ello nos muestra el impacto diferencial de la epidemia por orientación sexual y el papel vulnerabilizador que conlleva el hecho de ser inmigrante, que también se observa claramente en los diagnósticos de sida, donde un tercio de los casos se dan en personas de origen extranjero.
Las políticas de apartheid sanitario emprendidas tras la publicación del nefasto Real Decreto-ley 16/2012 en muchas comunidades autónomas españolas durante la crisis económica –revertidas ya en algunas, como Cataluña, pero aún muy vivo en otras- han colaborado, sin duda, en que se haya llegado a un papel tan relevante del origen extranjero como factor de riesgo de adquirir el VIH. De hecho, en el único grupo de GBHSH en el que la incidencia ha aumentado desde el año 2015 ha sido en el de hombres de origen extranjero.
En el plano positivo, se constata que, aunque los casos de diagnóstico tardío aún representan un porcentaje demasiado alto, los casos de sida siguen disminuyendo en la línea de lo observado desde finales de la década de 1990, tras la llegada de la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA).
Fuente: Elaboración propia ( gTt).
Referencia: Unidad de Vigilancia de VIH y Comportamientos de Riesgo. Vigilancia Epidemiológica del VIH y sida en España 2018: Sistema de Información sobre Nuevos Diagnósticos de VIH y Registro Nacional de Casos de Sida. Plan Nacional sobre el Sida – D.G. de Salud Pública, Calidad e Innovación / Centro Nacional de Epidemiología – ISCIII. Madrid; Nov 2019.
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