CROI 2015: La combinación de cabotegravir y rilpivirina resulta eficaz como terapia de mantenimiento del VIH

Estos resultados abren la puerta a ensayos de formulaciones inyectables de acción prolongada de ambos fármacos, que podrían usarse también como profilaxis preexposición

Miguel Vázquez
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La combinación de cabotegravir (un inhibidor de la integrasa de última generación) y rilpivirina (fármaco de la familia de los inhibidores de la transcriptasa inversa no análogos de nucleósido, ITINN) usada como terapia de mantenimiento para mantener controlada la carga viral resultó igual de eficaz que un régimen basado en efavirenz, según se extrae de los resultados a la semana 96 del estudio de fase 2b LATTE, que fueron presentados en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI 2015), recientemente celebrada en Seattle (EE UU).

El estudio LATTE fue diseñado para determinar cuál era la mejor dosificación oral de cabotegravir y para evaluar su uso junto con rilpivirina (Edurant®, también en Eviplera®) como régimen de mantenimiento en personas que ya habían alcanzado una carga viral indetectable. En la Conferencia Europea del Sida de 2013 (EACS 2013) se presentaron los resultados a 24 semanas de este estudio (véase La Noticia del Día 23/10/2013), mientras que los de la semana 48 se hicieron públicos en la edición de la CROI del año pasado (véase Actualización en Tratamiento 12/03/2014).

En este ensayo participaron 243 personas que iniciaban su primer tratamiento antirretroviral (pacientes naive). Casi todos los participantes (96%) eran hombres –debido, en parte, a que en los criterios de exclusión se estableció que no se podía utilizar anticonceptivos hormonales ya que no se disponía de datos sobre posibles interacciones de estas sustancias con cabotegravir–, el 62% era de etnia blanca y la mediana de edad fue de 33 años. En el momento de iniciar el estudio, estas personas tenían una mediana del recuento de CD4 de 410 células/mm3 y el 14% presentaba una carga viral superior a 100.000 copias/mL.

Los participantes empezaron con una fase de inducción de 24 semanas en la que fueron divididos de forma aleatoria para recibir efavirenz (600mg) o una de tres dosis posibles del inhibidor de la integrasa (10, 30 o 60 mg), en ambos casos en combinación con dos análogos de nucleósido/nucleótido (ITIN/t) con el objetivo de seleccionar la dosis óptima de cabotegravir.

Pasado ese periodo de inducción, las personas en el grupo de cabotegravir que tuvieron una carga viral indetectable de forma estable dejaron de tomar los ITIN/t y empezaron a recibir rilpivirina (25mg) en su lugar.  Las personas asignadas al grupo de efavirenz siguieron tomando el mismo tratamiento, sin interrumpir el uso de los ITIN/t. A la semana 96, las personas que tomaban cabotegravir pudieron seguir con el mismo tratamiento en una fase abierta del ensayo, mientras que las que tomaban efavirenz dieron por finalizado el estudio.

El objetivo principal del estudio fue averiguar el porcentaje de personas con carga viral indetectable a la semana 48. En ese momento, el 82% de todos los participantes que empezaron tomando cabotegravir y el 71% de los que tomaban efavirenz mantenían una carga viral indetectable (una diferencia no estadísticamente significativa).

A la semana 96, el 76% de todos los pacientes que empezaron con cualquier dosis de cabotegravir presentaban una carga viral inferior a 50 copias/mL, según un análisis tipo “foto fija” por intención de tratar. Este porcentaje fue del 63% entre las personas que siguieron con el régimen de efavirenz y los ITIN. Se registraron seis casos de fracaso virológico en los brazos de cabotegravir (6%) y 6 en el de efavirenz (10%).

Al tener en cuenta únicamente a los participantes que entraron en la fase de mantenimiento, los porcentajes de personas con carga viral indetectable fueron del 86% en el conjunto de los brazos de cabotegravir y del 83% en el de efavirenz. En este grupo se registraron 3 casos (2%) de fracaso virológico según el protocolo en los brazos de cabotegravir y 2 casos (4%) en el de efavirenz. En los brazos de cabotegravir se observaron dos casos de resistencia al tratamiento.

La mediana del aumento de células CD4 fue similar en ambos brazos (286 células/mm3 con cabotegravir, 289 células/mm3 con efavirenz).

Aunque en general ambos regímenes (incluyendo todas las dosis de cabotegravir) resultaron seguros y fueron bien tolerados, el 14% de las personas que tomaron cabotegravir y el 19% de las que recibían efavirenz declararon sufrir efectos adversos de grado 2 en adelante (moderados, graves o muy graves). En ambos brazos, el 4% de estos casos se produjo durante la fase de mantenimiento. El 10% de los participantes en el brazo de cabotegravir y el 6% en el de efavirenz experimentaron acontecimientos adversos graves.

El 4% de las personas que tomaban cabotegravir tuvieron que abandonar el estudio antes de tiempo debido a los acontecimientos adversos, en comparación con el 15% que lo hicieron así en el brazo de efavirenz. La mayor parte de estos abandonos se produjeron antes de la fase de mantenimiento.

El dolor de cabeza fue el único efecto secundario que fue más habitual en el brazo de cabotegravir (3% frente a 0%), mientras que los síntomas de tipo neuropsiquiátrico (como mareos o insomnio) fueron más habituales en el brazo de efavirenz.

Tras los resultados finales del ensayo, se decidió elegir la dosis de 30 miligramos de cabotegravir para su posterior desarrollo como tratamiento oral.

Estos resultados confirman que el uso de cabotegravir y rilpivirina constituye un régimen de mantenimiento adecuado para las personas que han alcanzado una carga viral indetectable gracias al uso de un régimen antirretroviral estándar. Estos hallazgos respaldan la evaluación de formulaciones inyectables de acción prolongada de estos dos medicamentos. En este sentido, un estudio reciente ha demostrado que la formulación inyectable de acción prolongada de cabotegravir mantiene niveles terapéuticos en sangre cuando se administra de forma mensual o trimestral (véase La Noticia del Día 15/09/2014).

Estas formulaciones de acción prolongada no sólo servirán para su uso en terapias de mantenimiento, sino que han ofrecido resultados prometedores como profilaxis preexposición en ensayos con animales.

Fuente: HIVandHepatitis/Elaboración propia (gTt)
Referencia: DA Margolis, CC Brinson, GH Smith, et al. Cabotegravir and Rilpivirine as 2-Drug Oral Maintenance Therapy: LATTE W96 Results. 2015 Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections. Seattle, February 23-24, 2015. Abstract 554LB.

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