CROI 2014: El estudio PARTNER confirma la eficacia del tratamiento como prevención

La ya conocida eficacia en parejas heterosexuales se haría extensible a parejas de hombres gais

Francesc Martínez
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Los resultados del estudio PARTNER, presentados en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI), celebrada recientemente en Boston (EE UU), confirman el potente papel del tratamiento antirretroviral en la prevención de la transmisión sexual del VIH. La doctora Alison Rodger, investigadora principal del estudio, llegó a cifrar en cero la probabilidad de transmisión sexual del VIH en parejas serodiscordantes (aquellas en las que un miembro vive con VIH y el otro no) cuando el integrante de la pareja con VIH tiene carga viral indetectable.

Los resultados confirman e incluso amplían los del estudio HPTN 052 (véase La Noticia del Día 19/07/2011), ya que en PARTNER se incluyó una mayor proporción de parejas de hombres gais y se distinguió entre el riesgo asociado a sexo anal y el relacionado con el sexo vaginal.

Para ser incluidas en el estudio, las parejas debían manifestar que realizaban prácticas sexuales sin preservativo (en todas ellas o, al menos, en una parte de ellas) y que el miembro sin VIH no seguía estrategias preventivas tales como la profilaxis preexposición (PPrE) o la profilaxis postexposición (PPE). El miembro con VIH de las parejas debía estar en tratamiento antirretroviral y tener una carga viral inferior a las 200 copias/mL. Esta sería otra diferencia respecto a HPTN 052, donde la inclusión de las parejas tenía lugar en el momento exacto de inicio del tratamiento antirretroviral.

De las 1.110 parejas participantes que finalmente entraron en el estudio, el 40% estaban formadas por hombres gais.

En el presente análisis interino fueron incluidas un total de 767 parejas, que acumularon un total de 894 pareja-años de seguimiento. Las parejas heterosexuales fueron seleccionadas de manera que en la mitad de ellas la persona con VIH era el hombre y en la otra mitad la mujer.

Algunas parejas fueron excluidas del análisis, principalmente por no acudir a todas las visitas de seguimiento, aunque en el 16% de dichas parejas la causa fue el incremento de la carga viral por encima de 200 copias/mL y, en el 3% de ellas, el uso de PPrE o PPE.

Se observaron algunas diferencias entre las parejas gais y las heterosexuales en el momento de entrar en el estudio. Así, mientras que las parejas gais llevaban un tiempo promedio de 1,5 años realizando prácticas sexuales sin condón, las heterosexuales con hombre con VIH llevaban un promedio de 2,5 años y las heterosexuales con mujer con VIH una media de 3,5 años.

Durante el seguimiento, todas los miembros sin VIH de las parejas serodiscordantes manifestaron haber realizado sexo vaginal sin preservativo, en el 72% de los casos con eyaculación.

El 70% de los hombres gais sin VIH manifestaron haber realizado sexo anal receptivo sin condón y el 40% con eyaculación. El 30% de ellos manifestó realizar únicamente prácticas insertivas. Una proporción importante de las parejas heterosexuales realizaba sexo anal.

Las prácticas sexuales sin preservativo fuera de la pareja tuvieron lugar en un tercio de las parejas gais y en el 3-4% de las heterosexuales. Probablemente por esa causa, las infecciones de transmisión sexual (ITS) fueron más frecuentes en parejas gais (el 16% de los hombres gais adquirieron una ITS, mientras que solo el 5% de los heterosexuales las habían adquirido). Las principales ITS fueron la sífilis y la gonorrea.

Al inicio del estudio, los miembros con VIH de las parejas gais llevaban una media de 5 años en tratamiento antirretroviral, mientras que en el caso de los miembros con VIH de las parejas heterosexuales el promedio se movió entre los 7 y los 10 años.

El 94% de los hombres gais con VIH y el 85-86% de los miembros con VIH de parejas heterosexuales tenían carga viral indetectable.

Tras un total de 16.400 relaciones entre hombres gais y 28.000 relaciones heterosexuales, no tuvo lugar ningún caso de transmisión del VIH dentro de la pareja.

Aunque sí se produjeron infecciones por VIH, se pudo demostrar, por medio de un análisis filogenético, que la adquisición del virus provenía de fuera de la pareja (en ningún caso del miembro de la pareja con VIH del estudio).

Según los cálculos de los investigadores, si las personas con VIH de las parejas no hubieran tomado tratamiento, se habrían producido 86 transmisiones del VIH entre hombres gays y 15 en parejas heterosexuales.

El hecho que no tuvieran lugar transmisiones no debe necesariamente traducirse en un riesgo cero, sino que estadísticamente es necesario marcar un intervalo de confianza del 95%. Así, según los cálculos de los investigadores, el riesgo de transmisión más elevado marcado por el IC95% sería del 0,45% anual en general y del 1% en el caso de relaciones sexuales anales. Ello se traduciría en una probabilidad de transmisión del VIH de, como máximo, el 5% en general y del 10% en parejas gais.

Al realizar subgrupos, como disminuye el número de parejas se ensanchan los márgenes del IC95%. Por ello, el riesgo máximo de transmisión de un miembro de la pareja con carga viral indetectable fue del 2% anual en el caso de sexo vaginal con eyaculación; del 2,5% anual en el caso de sexo anal receptivo; y del 4% anual en el caso de sexo anal receptivo con eyaculación.

Cabe tener en cuenta que se trata del límite superior del IC95%, es decir, del mayor riesgo posible detectado por el estudio, por lo que el riesgo real sería, muy probablemente, mucho más bajo.

El estudio también llegó a una conclusión importante: la presencia de ITS no parece incrementar el riesgo de transmisión del VIH. Este hallazgo contradiría a la conocida como “Declaración Suiza” del año 2008 (véase La Noticia del Día 31/01/2008), en la cual se apuntaba esta posibilidad, aunque serán necesarios mayores niveles de evidencia (probablemente de nuevos estudios) para confirmar este nuevo hallazgo.

El análisis de los resultados de PARTNER presentado en la CROI es de tipo interino, ya que el estudio sigue en marcha (e incluyendo nuevos participantes) y no se espera que los resultados definitivos lleguen antes del año 2017, por lo que será interesante ir observando qué nuevos hallazgos pueda proporcionar hasta aquella fecha.

Fuente: Aidsmap / Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Rodger A et al. HIV transmission risk through condomless sex if HIV+ partner on suppressive ART: PARTNER study. 21st Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections, Boston, abstract 153LB, 2014.

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