Según los resultados de un estudio publicado en la edición digital anticipada del ejemplar del 17 de julio de AIDS, la capacidad de la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA) para reducir los niveles de los marcadores de inflamación, relacionados con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, podría variar en función de los fármacos seleccionados.
La relación entre la infección por VIH y la inflamación es un tema evaluado en múltiples estudios, especialmente tras los resultados del ensayo clínico SMART, el cual, además de mostrar una mayor mortalidad entre quienes realizaban interrupciones estructuradas del tratamiento antirretroviral, también detectó un mayor riesgo cardiovascular en dicho grupo de participantes (véase Actualización en Tratamientos 28/02/2007). Respecto a la influencia de la terapia anti-VIH a nivel cardiovascular, cabe destacar la polémica aún existente (véase La Noticia del Día 08/03/2011) sobre la relación entre el uso de abacavir (Ziagen®, también en Kivexa® y Trizivir®) y los incrementos en el riesgo de padecer infarto de miocardio.
Dado que la inflamación, que se puede medir a través de los niveles de diversos biomarcadores, ha sido considerada como un posible mecanismo implicado en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares en el contexto de la infección por VIH, un equipo de investigadores estadounidenses decidió evaluar el impacto de diversas combinaciones de antirretrovirales sobre los niveles de algunos marcadores de inflamación. Para ello, realizaron un subestudio, el ACTG A5224, que analizó registros obtenidos del ensayo A5202.
En A5202, personas sin experiencia en tratamientos fueron asignadas de forma aleatoria para recibir abacavir/lamivudina (Kivexa®) o tenofovir/emtricitabina (Truvada®, también por separado como Viread® y Emtriva®, respectivamente) junto a efavirenz (Sustiva®) o atazanavir (Reyataz®) potenciado por ritonavir (Norvir®).
El presente subestudio incluyó a 244 participantes. El 85% eran hombres, casi la mitad de las personas incluidas eran de etnia blanca y la mediana de la edad era de 39 años. Al inicio, la mediana de la carga viral era de 4,6log copias/mL y la del recuento de CD4, de 240 células/mm3.
En el ACTG A5224 se compararon los cambios en los niveles de algunos biomarcadores de inflamación, coagulación y respuesta inmunitaria observados en el grupo de tenofovir/emtricitabina con los medidos en el grupo de abacavir/lamivudina entre las semanas 24 y 96 de tratamiento.
Los biomarcadores evaluados fueron el factor de necrosis tumoral alfa (TNFα, en sus siglas en inglés), su receptor soluble (sTNFαR, en sus siglas en inglés) de tipo I y II, la molécula de adhesión vascular soluble 1 (sVCAM-1), la molécula de adhesión intercelular soluble 1 (sICAM-1, en sus siglas en inglés), la proteína C reactiva de alta sensibilidad (hsCRP, en sus siglas en inglés) y la interleuquina 6 (IL-6).
Los niveles de TNFα, sTNFαR-I, sTNFαR-II, sVCAM-1 y sICAM-1 disminuyeron de forma significativa en todos los participantes, sin diferencias significativas entre los diversos regímenes de antirretrovirales comparados.
A la semana 24, las personas que tomaron abacavir/lamivudina presentaron un aumento en los niveles de hsCRP del 43%, mientras que en el grupo con tenofovir/emtricitabina se observó una disminución del 12% (p= 0,008). La diferencia siguió siendo significativa a las 96 semanas.
Los pacientes que tomaban efavirenz experimentaron un aumento en los niveles de hsCRP a la semana 24 del 41%, mientras que en los que recibieron atazanavir/ritonavir se apreció una disminución del 12% (p= 0,009). Con todo, la diferencia respecto a este parámetro a las 96 semanas no fue significativa.
Los niveles de IL-6 disminuyeron de forma significativa a la semana 24 con tenofovir/emtricitabina, hecho no registrado con abacavir/lamivudina. A la semana 96 se hallaron disminuciones significativas en ambos grupos.
Al comparar los cambios en los niveles de IL-6 al tomar efavirenz o atazanavir/ritonavir, no se observaron diferencias significativas durante todo el ensayo.
Los investigadores concluyeron que, aunque el tamaño de la muestra no es suficiente como para extraer grandes conclusiones, las diferencias advertidas en la evolución de los niveles de hsCRP y IL-6 con las pautas de tratamiento comparadas podrían ayudar a explicar el desarrollo de algunas enfermedades cardíacas, hepáticas o renales, entre otras.
No obstante, los únicos dos casos de infarto de miocardio del estudio se produjeron en pacientes que tomaban la combinación tenofovir/emtricitabina/efavirenz, la cual había mostrado buenos resultados en cuanto a la disminución de los niveles de los biomarcadores analizados y es considerada, en general, una terapia antirretroviral que tiene poca repercusión cardíaca.
Fuente: HIVandHepatitis.
Referencia: McComsey GA, Kitch D, Daar ES, et al. Inflammation markers after randomization to abacavir/lamivudine or tenofovir/emtricitabine with efavirenz or atazanavir/ritonavir: ACTG A5224s, A5202 substudy. AIDS 26 July 17, 2012 (11): 1.371-1.385.
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