Un nuevo antagonista del correceptor CCR5 se muestra prometedor en un estudio de fase II

El fármaco, además, podría tener un potencial efecto antiinflamatorio

Juanse Hernández
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Según los resultados de un estudio presentado en la XVII Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas [CROI], celebrada del 16 al 19 de febrero en San Francisco (EE UU), TBR-652, un inhibidor del correceptor CCR5 que está siendo desarrollado por Tobira Therapeutics, demostró ser seguro y bien tolerado en un pequeño estudio de 10 días duración.

Además, este fármaco experimental se mostró prometedor como antagonista del CCR2, un correceptor presente en la superficie de monocitos, células dendríticas inmaduras y células CD4 de memoria. El correceptor CCR2 se ha estudiado y asociado con una variedad de enfermedades relacionadas con procesos inflamatorios, algunas de las cuales son habituales en personas con VIH, como por ejemplo aterosclerosis, síndrome metabólico y resistencia a la insulina.

Los resultados de un estudio de fase I con voluntarios sin VIH habían revelado anteriormente la seguridad de TBR-652 y la viabilidad de su administración una vez al día, sin necesidad de potenciación. En el ensayo de fase II cuyos resultados ahora se presentan, los investigadores quisieron evaluar la seguridad y la actividad antiviral del fármaco en personas con VIH. Para tal fin, distribuyeron de forma aleatoria a 54 personas con VIH para recibir 25, 50, 75, 100 y 150mg de TBR-652 ó bien placebo, tomados en monoterapia durante un período de 10 días. Aunque todos los participantes tenían experiencia en el uso de medicación antirretroviral, llevaban sin tomar tratamiento, como mínimo, seis semanas, y nunca antes habían recibido otro inhibidor del correceptor CCR5.

Los resultados ponen de manifiesto que, tras 10 días de tratamiento, las cargas virales del VIH descendieron, como promedio, 0,5log10 en el grupo de 25mg, 1,3log10 en el grupo de 50mg, 1,6log10 en el de 75mg, 1,2 log10 en el de 100mg y 1,5 log10 en el de 150mg. En comparación, en el grupo que recibió placebo el promedio de reducción de la carga viral fue de 0,1log10.

La disminución de la carga viral continuó produciéndose en la mayoría de los grupos de tratamiento hasta el día 15, es decir, cuatro días después de interrumpirse la toma del fármaco. El descenso de la viremia más pronunciado -1,8 log10 desde el nivel basal- se observó en el grupo que recibió la dosis de 75mg. Los investigadores señalan que en todos los participantes que tomaron 75mg de TBR-652 se registró un descenso de la carga viral de, como mínimo, 1,0log10.

El fármaco, en general, fue bien tolerado por los participantes. Una persona se retiró pronto del estudio por un motivo no relacionado con la seguridad del fármaco. No se produjeron efectos secundarios graves, anomalías de laboratorio ni fallecimientos durante el ensayo. La mayoría de efectos secundarios, leves en su intensidad, fueron de naturaleza gastrointestinal, como por ejemplo, náuseas y diarreas, y cefaleas y fiebre. No se observaron cambios clínicamente significativos en el ritmo cardíaco.

La mayor parte de efectos secundarios se dieron en los grupos que recibieron las dosis más elevadas del fármaco. Ninguno de los pacientes a los que se administró la dosis más eficaz -75mg- experimentó efectos secundarios.

Asimismo, en ningún participante se observó un cambio en el tropismo viral, de CCR5 a CXCR4, lo que permitiría al VIH usar esta puerta alternativa para entrar en las células e infectarlas.

En este pequeño ensayo, tampoco hubo indicios de que se desarrollaran mutaciones de resistencia a TBR-652. De hecho, los resultados de estudios de laboratorio previos sugirieron que el fármaco tiene una barrera genética alta.

Por lo que respecta a la actividad de TBR-652 frente al correceptor CCR2, los investigadores afirman que este fármaco aumenta en sangre los niveles de la proteína quimiotáctica de monocitos 1 [MCP-1, en sus siglas en inglés], una molécula que normalmente se une a dicho correceptor. En su opinión, este hallazgo implicaría que TBR-652 podría inhibir con éxito el correceptor CCR2. Sin embargo, se precisarán estudios adicionales que determinen los beneficios clínicos de la actividad de este fármaco como antagonista de dicho correceptor.

En sus conclusiones, los autores indican que, sobre la base de estos resultados, “es necesario seguir investigando el empleo de TBR-652 como antagonista oral del correceptor CCR5 de una sola tomar diaria y sin necesidad de potenciación y, además, por sus posibles importantes efectos antiinflamatorios”.

Fuente: Aidsmeds / Aidsmap.
Referencias: Palleja S, Cohen C, Gathe J, et al. Efficacy of TBR 652, a CCR5 antagonist, in HIV-1-infected, ART-experienced, CCR5 antagonist-naive patients. 17th Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections (CROI 2010). San Francisco, USA. February 16-19, 2010. Abstract 53.

Martin D, Palleja S, Pheng L, et al. Pharmacokinetics (PK) and pharmacodynamics (PD) of TBR-652, a chemokine receptor 5 (CCR5) antagonist, in HIV-infected, antiretroviral (ARV) treatment-experienced, CCR5 antagonist-naive patients. 17th Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections (CROI 2010). San Francisco, USA. February 16-19, 2010. Poster 598.

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