Cada vez más personas con el VIH viven más allá de los 50 años gracias a los tratamientos actuales. Sin embargo, incluso con una carga viral indetectable y una buena recuperación inmunitaria, se observa un riesgo mayor de enfermedades no relacionadas con el sida, como cáncer, hipertensión, diabetes o alteraciones metabólicas. Por eso, comprender los mecanismos del envejecimiento biológico en el VIH se ha convertido en una prioridad de salud.
Un estudio pionero desde La Paz
Un equipo del Hospital Universitario La Paz (Madrid), junto a otros centros de la Comunidad de Madrid, analizó a 216 personas con VIH con supresión virológica mantenida durante una media de 6,5 años.
El estudio, publicado en Clinical Infectious Diseases y liderado por José R. Arribas, siguió a estas personas durante una década. En ese tiempo se registraron 162 eventos clínicos, entre ellos 65 enfermedades graves no definitorias de sida, 96 afecciones relacionadas con la edad y 17 fallecimientos.
Los investigadores midieron varios biomarcadores epigenéticos del envejecimiento, indicadores basados en la metilación del ADN, una modificación química que cambia con el paso del tiempo y refleja la edad biológica.
Entre ellos destacaron los llamados relojes epigenéticos, especialmente los modelos GrimAge, PhenoAge y DunedinPACE. Estos relojes permiten estimar la velocidad del envejecimiento biológico, es decir, cuánto envejece una persona en comparación con lo esperado por su edad real.
El reloj GrimAge, el más predictivo
Los resultados mostraron que las personas con aceleración epigenética positiva —es decir, con una edad biológica superior a la cronológica según su ADN— tenían más del doble de riesgo de sufrir enfermedades graves no definitorias de sida, como cánceres o trastornos metabólicos.
Además, un valor elevado en GrimAge V2 se asoció a un riesgo cuatro veces mayor de mortalidad por cualquier causa. Todas las personas fallecidas presentaban también un DunedinPACE superior a 1, lo que indica un ritmo de envejecimiento más rápido de lo esperado.
Implicaciones para la atención y la prevención
Los autores destacan que estos biomarcadores epigenéticos podrían ayudar a identificar a las personas con mayor riesgo de complicaciones a largo plazo. Detectar a quienes envejecen biológicamente más rápido permitiría reforzar la prevención y el seguimiento clínico, especialmente frente a las enfermedades oncológicas y cardiovasculares.
De este modo, estos relojes biológicos podrían convertirse en una nueva herramienta para una atención más personalizada.
Aunque se trata de un estudio preliminar que necesita validación en cohortes más amplias, los hallazgos apoyan la hipótesis de que el envejecimiento biológico acelerado asociado al VIH no se revierte por completo con el tratamiento antirretroviral.
Mirada comunitaria: ciencia al servicio del bienestar
Para las personas que viven con el VIH, esta investigación amplía la visión del envejecimiento saludable. No se trata solo de controlar el virus, sino también de comprender y mitigar los efectos biológicos del paso del tiempo.
El uso de biomarcadores epigenéticos puede abrir la puerta a una atención más preventiva y personalizada, donde la ciencia y la comunidad colaboren para mejorar la calidad y la esperanza de vida.
Fuente: Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia: Martínez-Martín P. et al. Prognostic value of blood epigenetic biomarkers of aging in persons with well controlled HIV infection. Clinical Infectious Diseases. 2025; doi:10.1093/cid/ciaf537.
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