El tratamiento para el trastorno por el uso de sustancias se muestra efectivo en la reducción del consumo de metanfetamina en hombres gais y bisexuales

Juli Amadeu Àrias
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El enfoque basado en la disminución del consumo frente a la deshabituación total pone de manifiesto cómo las estrategias de reducción de daños permiten controlar el consumo de sustancias con objetivos más realistas para muchos usuarios que los basados en la abstinencia

Un estudio estadounidense, cuyos resultados han sido publicados en la revista Journal of Substance Use and Addiction Treatment, ha brindado resultados innovadores al mostrar que los hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (GBHSH) reducen su frecuencia de consumo de metanfetamina después de recibir tratamiento para el trastorno por el uso de sustancias. Además, la investigación pone de manifiesto la importancia del enfoque de la reducción de daños en el control del consumo frente al enfoque de solo abstinencia. Entre otros efectos positivos, la disminución del uso de metanfetamina aumenta las probabilidades de mejorar el estado de salud mental, social y financiera.

La metanfetamina (también conocida como tina, meta, meth, crystal meth, ice, etc.) es una droga estimulante del grupo de las anfetaminas, con un riesgo de dependencia mayor que el de otras drogas de uso recreativo. En las dos últimas décadas se ha registrado un aumento de prevalencia de uso en muchos países entre hombres GBHSH con el VIH y, especialmente, entre aquellos sin VIH. De hecho, el uso persistente de metanfetamina constituye el principal factor de riesgo de VIH en hombres GBHSH que consumen esta sustancia en contextos de chemsex en EE UU (véase La Noticia del Día 25/09/2020).

El consumo continuado de metanfetamina puede incluir periodos de uso intensivo, abstinencia y recaída. Entre los hombres GBHSH, el uso se puede dividir en aquellos que la usan con frecuencia, o incluso a diario, y aquellos que la consumen más ocasionalmente, sobre todo los fines de semana. La disminución de su uso se asocia a la reducción de los daños asociados.

En el abordaje de la salud mental del usuario con prácticas de chemsex, los métodos psicoterapéuticos son fundamentales para hacer frente a los consumos problemáticos. Tras una evaluación de distintos factores personales y situacionales (como social, laboral, salud mental y física, sexual etc.) se realizan una serie de intervenciones, según las necesidades y el perfil de cada persona. Si esta presentara otro trastorno psicopatológico, se abordaría de forma simultánea con la patología adictiva (lo que se conoce como «patología dual»).

El estudio se realizó en Los Ángeles (EE UU) e incluye los datos de 285 hombres GBHSH, de entre 18 y 45 años, que comunicaron haber consumido metanfetamina en cualquiera de sus vías de administración en, al menos, una de las 2.348 visitas de estudio entre 2014 y 2022. De los hombres que reportaron cualquier consumo de metanfetamina en una o más visitas, con una edad promedio de 33 años, el 41% eran negros, el 37% latinos y el 16% blancos. Asimismo, el 64% tenía el VIH al inicio del estudio y la mayoría de los 285 hombres notificó que no recibía tratamiento para el trastorno por el uso de sustancias (84%). Los hombres tuvieron un promedio de ocho visitas de estudio en un promedio de 4,4 años de seguimiento.

Durante la investigación se definieron tres categorías de consumo de metanfetamina: frecuente (diaria, 19%), ocasional (semanal o menos, 57%) y ninguna (24%). De importancia central era si los hombres cambiaron de categorías entre las visitas de estudio, y cómo esto correspondió a cualquier de los tratamientos recibidos.

Al eliminar el impacto de la edad, la etnia y el estado serológico, el equipo investigador concluyó que los hombres que recibieron tratamiento tenían 1,63 veces más probabilidades de pasar de un uso ocasional a no consumir (intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 1,10-2,42) y 4,25 veces más probabilidades de pasar de un uso frecuente a uno ocasional (IC95%: 2,11-8,59) en comparación con aquellos que notificaron no haber recibido tratamiento para el trastorno por el uso de sustancias en una visita. Los datos del estudio, por lo tanto, indican que el tratamiento para el trastorno por el uso de sustancias es efectivo en la reducción del consumo de metanfetamina en hombres GBHSH.

En otro estudio reciente se identificó una red cerebral que se activa únicamente con el uso de drogas inyectables (véase La Noticia del Día 22/11/2023). Comprender estos mecanismos cerebrales que subyacen a la adicción resulta crucial para implementar intervenciones preventivas, desarrollar nuevos tratamientos para el trastorno por el uso de sustancias y abordar la crisis de las sobredosis.

Estudios anteriores han demostrado también que es necesaria una política de salud pública decididamente enfocada a la reducción de daños entre los hombres GBHSH, ya que el chemsex, por ejemplo, quintuplicaría su probabilidad de adquirir el VIH (véase La Noticia del Día 08/06/2018). Por ello, es muy importante entender, abordar y tratar el uso de drogas asociado al sexo según las necesidades de la persona que las consume y sus circunstancias (véase La Noticia del Día 21/11/2017).

Fuente: Aidsmap/Elaboración propia (gTt-VIH)

Referencia: Rosen, AD et al. Association of current substance use treatment with future reduced methamphetamine use in an observational cohort of men who have sex with men in Los Angeles. Journal of Substance Use and Addiction Treatment, 157: 209228, 2024. Published online: https://doi.org/10.1016/j.josat.2023.209228

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