Migración, salud y derechos: Europa avanza, pero persisten desigualdades en el acceso a las pruebas de VIH y hepatitis

Las barreras legales, económicas y de estigma siguen retrasando el diagnóstico precoz en población migrante

Juanse Hernández
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Un informe reciente del Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) confirma que las personas migrantes continúan enfrentándose a obstáculos importantes para acceder a las pruebas de VIH, hepatitis B y hepatitis C en Europa. Algunos países han mejorado su oferta de cribado e incorporado enfoques basados en derechos, pero el avance sigue siendo insuficiente. Las desigualdades se mantienen por factores legales, económicos, culturales y sociales que afectan con mayor intensidad a quienes viven situaciones de vulnerabilidad.

Desigualdades marcadas por el origen y las condiciones de vida

Las diferencias en el acceso y el diagnóstico no afectan a todas las personas migrantes por igual. Según el ECDC, los obstáculos son especialmente relevantes para personas originarias de África subsahariana, Europa central y del este, y para migrantes gais, bisexuales y otros otros hombres que realizan sexo con hombres (GBHSH). Estos grupos suelen enfrentar racismo, xenofobia, homofobia y precariedad económica, factores que se combinan y reducen las oportunidades de acceder a servicios sanitarios en condiciones de igualdad.

Estas desigualdades también reflejan diferencias estructurales entre países europeos. Algunos han reforzado el cribado comunitario y los programas de proximidad; otros mantienen restricciones que limitan el acceso gratuito o exigen trámites administrativos difíciles de cumplir para personas recién llegadas o con documentación irregular.

Aumento de diagnósticos en personas migrantes y retraso en la detección

En 2023, más de la mitad de los nuevos diagnósticos de VIH en Europa correspondieron a personas migrantes (56%). Esto supone un aumento del 18% respecto a 2014. Un tercio procedía de África subsahariana y otro tercio de Europa central y del este.

El diagnóstico tardío sigue siendo mucho más frecuente en población migrante. Esto implica un mayor riesgo de transmisión, retraso en la atención y peor evolución clínica. Las desigualdades también se observan en las hepatitis virales: el 34% de los casos nuevos de hepatitis B y el 23% de los de hepatitis C se dieron en personas que habían adquirido la infección fuera del país donde se realizó el diagnóstico.

Estudios recientes muestran grandes diferencias en la prevalencia de hepatitis B en población migrante dentro de la UE/EEE, que varía entre el 0,9% y el 31,7%. Estas variaciones reflejan condiciones de vida muy diversas, desigualdades económicas y barreras de acceso a servicios preventivos y diagnósticos.

Barreras legales, costes y procesos que excluyen

El ECDC identifica una amplia lista de barreras que limitan el acceso al diagnóstico y al tratamiento:

  • Leyes que restringen el acceso a pruebas para personas sin documentación.
  • Costes o copagos que dificultan acudir a centros sanitarios.
  • Procedimientos administrativos complejos que dejan fuera a quienes desconocen sus derechos.
  • Estigma y miedo a que un resultado positivo tenga consecuencias legales o sociales.

Estas barreras se suman a desigualdades previas, como la precariedad laboral, la falta de redes de apoyo y las experiencias de discriminación.

Servicios insuficientes y poco adaptados a la diversidad cultural

El cribado comunitario, una herramienta eficaz para llegar a personas migrantes, sigue siendo insuficiente en muchos países europeos. La oferta es limitada, depende de financiación inestable y no siempre incorpora una perspectiva intercultural. Esto dificulta la creación de espacios de confianza y cercanía.

Además, persisten barreras lingüísticas, desconfianza en los servicios oficiales y miedo a posibles repercusiones administrativas, sobre todo entre personas sin documentación regularizada.

Medidas necesarias para avanzar hacia un enfoque basado en derechos

Para alcanzar los objetivos de eliminación del VIH y la hepatitis viral en 2030, el ECDC propone varias líneas de acción:

  • Actualizar las políticas nacionales y eliminar restricciones legales injustificadas.
  • Garantizar el acceso gratuito a las pruebas, independientemente de la situación administrativa.
  • Reforzar el trabajo comunitario y la colaboración con organizaciones migrantes.
  • Mejorar la formación del personal sanitario en diversidad cultural, comunicación y reducción del estigma.

Estas medidas buscan avanzar hacia sistemas más inclusivos y respetuosos con los derechos de las personas migrantes.

La importancia de un enfoque interseccional

El informe recuerda que las desigualdades no pueden entenderse sin una mirada interseccional. Factores como origen étnico, género, orientación sexual, situación administrativa, nivel socioeconómico y experiencias de discriminación se combinan y determinan el acceso real a la salud. Reconocer estas intersecciones es clave para diseñar políticas efectivas que no dejen a nadie atrás.

Conclusión

Europa ha avanzado en la ampliación del cribado de VIH y hepatitis, pero las personas migrantes siguen enfrentándose a barreras estructurales que impiden un acceso equitativo. Cumplir los compromisos de salud pública y derechos humanos exige eliminar obstáculos legales, reforzar el cribado comunitario y adaptar los servicios a la diversidad cultural. Garantizar un diagnóstico temprano es una cuestión sanitaria, pero también una cuestión de justicia social.

Fuente: Elaboración propia (gTt)
Referencias: Progress towards earlier diagnosis of HIV and viral hepatitis in migrants and mobile populations in the EU/EEA. Stockholm: ECDC; 2025.



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