Los resultados de un estudio publicado en la edición del 14 de octubre de la revista Journal of the American Medical Association (JAMA) revelan que tomar dosis elevadas de suplementos multivitamínicos no solo no proporciona ningún beneficio para la salud de las personas con VIH que empiezan la terapia antirretroviral por primera vez, sino que podría provocar daños graves en el hígado.
El ensayo tuvo que ser interrumpido antes de tiempo después de que los resultados interinos mostrasen que dosis altas de complejos multivitamínicos se asociaron con un aumento de más de cinco veces de los niveles de la enzima alanina aminotransferasa [ALT], un marcado clave de la función hepática. Asimismo, los resultados interinos evidenciaron que el uso de la suplementación multivitamínica no redujo el riesgo de progresión de la infección por VIH ni mejoró los resultados en el recuento de células T CD4 ni en el nivel de carga viral.
Estudios clínicos de gran tamaño y de distribución aleatoria realizados en el pasado revelaron que el empleo de altas dosis de micronutrientes podría incrementar los recuentos de células CD4 y reducir el riesgo de progresión de la enfermedad y de muerte en pacientes con VIH que todavía no estaban recibiendo tratamiento antirretroviral. Por este motivo, dicha estrategia pudo tener cierta utilidad en el pasado en aquellos países en los que existían dificultades en el acceso a la terapia anti-VIH.
Aunque el acceso al tratamiento antirretroviral ha aumentado desde entonces, sobre todo en países de recursos limitados, los beneficios y los riesgos de tomar una suplementación a dosis elevadas no han sido establecidos aún en el contexto de la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA).
Con el fin de evaluar si, en comparación con una dosis estándar, la suplementación a dosis alta reduce el riesgo de progresión de la enfermedad y de muerte y mejora los parámetros inmunológicos, virológicos y nutricionales en personas con VIH que inician tratamiento por primera vez, un grupo de investigadores llevó a cabo en Tanzania un ensayo clínico doble ciego y con grupo control en el que participaron 3.418 personas que fueron distribuidas de forma aleatoria para tomar suplementación vitamínica a dosis altas o a dosis estándar. El estudio había sido diseñado para tener una duración de 24 meses.
La suplementación a dosis alta contuvo entre dos y 21 veces más de la dosis diaria recomendada de vitamina B; dos veces más de la dosis sugerida de vitamina E y seis veces más de la dosis diaria de vitamina C.
Los investigadores compararon las tasas de progresión de la enfermedad por VIH y de muerte entre los dos grupos del estudio; los cambios observados en el recuento de células CD4 y en el nivel de carga viral; el riesgo de desarrollar complicaciones hematológicas, como por ejemplo, anemia y neutropenia; y los cambios de la función hepática.
En marzo de 2009, momento en el que el ensayo se interrumpió de forma prematura, los participantes habían recibido un seguimiento médico durante un período mediano de 15 meses. Justo en ese momento, se habían producido 2.374 casos de progresión de la enfermedad por VIH y 453 muertes.
No se apreciaron diferencias en las tasas de progresión de la enfermedad y de muerte entre los pacientes que tomaron los suplementos multivitamínicos a dosis altas y a dosis bajas (72 frente a 72%, respectivamente).
Tampoco se hallaron diferencias entre los dos grupos en términos de mortalidad por cualquier causa (13 frente a 13%) y mortalidad asociada a sida (4 frente a 4%).
En un análisis adicional, los investigadores examinaron el impacto de los suplementos multivitamínicos sobre los resultados obtenidos por los participantes que presentaban un mayor grado de desnutrición (es decir, aquellos con un índice de masa corporal inferior a 16) y descubrieron que su uso se asoció con un modesto aumento del riesgo de muerte en comparación con la utilización de la dosis estándar (38 frente a 28%).
Por lo que respecta a los cambios en el recuento de células T CD4 y el nivel de carga viral, no se observaron diferencias significativas entre ambos grupos de tratamiento. Tampoco el uso de dosis alta tuvo un impacto sobre el riesgo de anemia.
El único beneficio asociado con el tratamiento con suplementación multivitamínica a dosis alta fue un disminución de un 19% del riesgo de desarrollar neutropenia.
Sin embargo, las dosis altas se asociaron con graves problemas de seguridad. Se comunicó un aumento en los niveles de la enzima ALT de cinco o más veces el límite normal superior en un 38% de los participantes que recibieron dosis altas de suplementación multivitamínica, en comparación con solo un 2% de los que tomaron la dosis estándar. Este hallazgo, unido al hecho de no hallarse beneficios para la salud asociados al empleo de dosis altas, llevó a los investigadores a interrumpir el estudio de forma prematura.
En sus conclusiones, los autores señalan: “Aunque la administración de suplementos vitamínicos a dosis altas se ha mostrado segura en personas con VIH que no toman tratamiento antirretroviral, dicha seguridad no se puede dar por hecha en el contexto de las terapias antirretrovirales combinadas como consecuencia de las potenciales interacciones negativas entre los nutrientes y los antirretrovirales”. Y añaden: “En ausencia de indicios claros acerca de los beneficios que implica la toma de dosis altas de suplementación con micronutrientes sobre la morbilidad y la mortalidad en personas con VIH que reciben TARGA, lo más prudente es seguir las directrices actuales dirigidas a promover y apoyar la ingesta dietética de micronutrientes en los niveles diarios recomendados”.
Fuente: Aidsmap / Elaboración propia.
Referencia: Isanaka S, Mugusi F, Hawkins C, et al. Effect of high-dose vs standard-dose multivitamin supplementation at the initiation of HAART on HIV disease progression and mortality in Tanzania: a randomized controlled trial. JAMA. 2012 Oct 17; 308(15):1.535-1.544.
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