Un estudio de datos de la cohorte Aquitania correspondiente a hospitales del suroeste francés presentado en la Conferencia de Sydney indica que el principal factor de riesgo de experimentar problemas renales en personas con VIH es el ser mayor de 50 años. También son factores de riesgo, aunque menores, tomar tenofovir y tener bajo peso.
Los investigadores de la Aquitania evaluaron la función renal de los 2.588 participantes en la cohorte entre enero de 2004 y agosto de 2006. El fracaso renal se definió como niveles de creatinina (fórmula Cockroft-Gault) por debajo de 80ml/min, lo que arrojó una prevalencia total en esta cohorte de 22,6% (IC95%: 21%-24,2%). En el conjunto de la cohorte, un 17,7% tuvo una fracaso ligero (creatinina: 60 a 80ml/min), 4,4% un fracaso moderado (30 a 60ml/min), 0,3% fracaso grave (10 a 30ml/min), y un 0,2% un fracaso terminal (por debajo de 10ml/min). La mediana del nivel de creatinina de todo el grupo se situó en 96ml/min.
Un 75% de los participantes eran hombres, y la mediana de edad fue de 42 años. La mayoría de las personas habían adquirido el VIH por vía sexual (42% homosexual, 31% heterosexual) y la mediana de tiempo desde el momento del diagnóstico del VIH fue de 10 años. Cuando se midió la creatinina, la mediana del recuento de CD4 fue de 403 células/mm3 y la de carga viral de 80 copias/ml. La mitad de los individuos había probado los inhibidores de la proteasa y la otra los no nucleósidos. La mayoría de los miembros de la cohorte, el 92%, estaba con antirretrovirales, y un 25% tomaba tenofovir. Un 22% tenía niveles anómalos de lípidos, un 7% la presión arterial alta y un 3% diabetes.
El análisis estadístico ajustando las diferentes variables arrojó que el tener entre 41 y 50 años (en comparación con tener 40 años o menos) elevaba el riesgo de fracaso renal en 2,47 veces, mientras que ser mayor de 50 lo multiplicaba en más de 13 veces (cociente de probabilidades ajustado 13,3 [p<0,0001] para la comparación con ambas edades). El tener un índice de masa corporal por debajo de 22kg/m2 hizo subir el riesgo hasta las 3,84 veces (p<0,0001), aunque hay que tener en cuenta que el estudio excluyó a personas con un índice de masa corporal por debajo de 18 o por encima de 30, además de individuos con ascitis y a las mujeres embarazadas.
Las mujeres corrían un riesgo de problemas renales 3,22 superior al de los hombres (p<0,0001), y las personas que tomaban tenofovir por más de un año tenían un riesgo 1,62 veces superior que quienes nunca lo habían tomado (p=0,0016). Las probabilidades tener un fallo renal ascendían 1,57 veces si se tenía la carga viral indetectable (p=0,0025), tal vez porque un buen control virológico es indicativo de que el tratamiento con tenofovir y otros antirretrovirales puede comprometer los riñones.
Las personas con diagnóstico de SIDA tenían un riesgo 1,32 veces superior de disfunción renal (p=0,0334). En cambio no ejercieron ninguna influencia significativa en el riesgo de fracaso renal el tiempo desde el diagnóstico de VIH, la cantidad de años en los que se ha estado tomando nucleósidos, no nucleósidos o inhibidores de la proteasa, la diabetes, los lípidos altos o una tensión arterial alta.
Los investigadores de la cohorte Aquitania, a partir de estos datos, recomiendan “que se haga un seguimiento muy cuidadoso de la función renal en las personas con VIH de mayor edad, bajo índice de masa corporal, sexo femenino, exposición a tenofovir, carga viral indetectable y SIDA”.
Seguramente es una lista demasiado larga como para considerar cada una de ellas una variable independiente, por lo que la atención debería centrarse, más allá de los análisis rutinarios para todas las personas con VIH, en quienes coincidan dos o más de estos factores de mayor riesgo.
Fuente: Elaboración propia / NATAP.
Referencia: Morlat PJM et al. Prevalence and factors associated with renal failure in HIV infected patients, ANRS C03 Aquitaine Cohort, France. 4th IAS Conference on HIV Pathogenesis, Treatment, and Prevention. July 22-25, 2007. Sydney. Abstract MOPEB066.
IAS 2025: Lenacapavir, una oportunidad para transformar la respuesta frente al VIH
En el contexto actual de recortes y austeridad, la OMS trabaja en un plan para maximizar recursos en prevención del VIH
IAS 2025: Crisis y conflictos agravan la situación del VIH en muchas regiones del mundo
Liderazgos comunitarios, estrategias locales y solidaridad internacional: claves para sostener la atención en entornos frágiles
IAS 2025: Oportunidades y retos de la integración de los servicios del VIH
La integración puede contribuir a mejorar la eficiencia de los sistemas de salud, pero debe contarse con la participación comunitaria y debe tener en cuenta las realidades sociales
IAS 2025: Se propone la dosificación intermitente del tratamiento antirretroviral como opción económica, aunque no es adecuada para todas las poblaciones
Los estudios arrojan resultados dispares en población adulta y adolescente, especialmente en entornos con pocos recursos
Suscríbete a nuestros boletines
Utiliza este formulario para suscribirte a nuestros boletines. Si tienes cualquier problema ponte en contacto con nosotros.
Al continuar, confirmas que has leído el aviso legal y aceptas la política de privacidad.