Un estudio global, publicado en la revista Nature Microbiology, ha revelado cómo el VIH y sus tratamientos afectan de manera distinta al microbioma intestinal de las personas según su ubicación geográfica. La investigación involucró a 587 participantes de Uganda, Botsuana y Estados Unidos, y analizó muestras mediante secuenciación avanzada para entender los cambios en las bacterias intestinales. Estos hallazgos resaltan cómo la enfermedad, su progreso y los medicamentos influyen en la salud intestinal dependiendo de factores como la inmunidad y el lugar de residencia.
El microbioma y su papel en personas con el VIH
El microbioma intestinal está compuesto por millones de bacterias que desempeñan funciones esenciales para el cuerpo, como la digestión, la producción de vitaminas y el fortalecimiento del sistema inmunológico. En personas con el VIH, este equilibrio puede verse interrumpido debido a la inflamación constante y el daño progresivo del sistema inmune, lo que genera cambios significativos en la composición de las bacterias intestinales.
Los estudios han demostrado que el VIH puede promover el crecimiento de microorganismos dañinos mientras disminuye bacterias beneficiosas, afectando no solo a la salud intestinal, sino también a la capacidad del cuerpo para combatir infecciones y manejar inflamación crónica. Sin embargo, ha sido complicado distinguir si estos cambios son causados por el virus o por los medicamentos usados para tratarlo, especialmente en investigaciones limitadas a una sola región geográfica.
Este nuevo estudio internacional ha ampliado dicha perspectiva al incluir análisis en diferentes regiones geográficas, mostrando cómo factores como la dieta, el entorno y el estilo de vida influyen en el microbioma intestinal. Estos hallazgos resaltan la importancia de considerar el cuidado del microbioma en el tratamiento del VIH, como una estrategia clave para mejorar la calidad de vida y reducir complicaciones asociadas.
Diferencias importantes según la región
Los investigadores descubrieron que los efectos del VIH en el microbioma intestinal no son universales y dependen de la región geográfica de la persona. Este hallazgo resalta cómo factores como la dieta, el entorno ecológico, los hábitos culturales y la composición inicial del microbioma influyen en la manera en que las bacterias intestinales responden a la infección.
Por ejemplo, las personas de Uganda y Botsuana mostraron cambios significativos en la diversidad microbiana y en ciertos grupos de bacterias específicas, mientras que las alteraciones observadas en los participantes de Estados Unidos fueron diferentes, reflejando una respuesta distinta a la presencia del virus.
Estos contrastes pueden explicarse por el impacto combinado de la dieta y el estilo de vida en cada región. En los países africanos, donde las dietas tienden a ser más ricas en fibras y carbohidratos complejos, el microbioma inicial suele diferir notablemente del de una población estadounidense con hábitos alimenticios más procesados y altos en grasas.
Por lo tanto, la forma en que el VIH modifica el microbioma está influenciada por esta base inicial, generando patrones de cambio únicos en cada grupo. El entorno geográfico también juega un rol importante, ya que variables como el acceso al agua potable, la exposición a ciertos microorganismos ambientales y las características del clima pueden afectar tanto al microbioma como al sistema inmunológico.
Comprender estas diferencias regionales es clave para diseñar tratamientos personalizados para el VIH y otras enfermedades que implican cambios en el microbioma. Generalizar los resultados de una región a otra puede llevar a interpretaciones incorrectas sobre la relación entre el VIH y el microbioma, lo que podría perjudicar la eficacia de los tratamientos antirretrovirales.
Cambios comunes en las funciones microbianas
Aunque las bacterias específicas afectadas por el VIH varían según las regiones, los cambios observados en las funciones generales del microbioma parecen seguir patrones similares en diferentes comunidades geográficas. Este hallazgo es importante porque sugiere que, a pesar de las particularidades regionales en la composición de las bacterias intestinales, el impacto del VIH en el funcionamiento del microbioma comparte características consistentes que trascienden las diferencias locales.
Los análisis funcionales revelaron alteraciones en procesos esenciales como el metabolismo de aminoácidos, la síntesis de lípidos y el equilibrio redox, relacionadas con el avance de la enfermedad en etapas graves como el sida.
¿Por qué estos cambios funcionales son tan relevantes? Las funciones del microbioma están directamente vinculadas con la salud general del cuerpo, ya que intervienen en la producción de energía, la modulación de señales químicas entre el intestino y el cerebro, y la regulación de la respuesta inmunitaria. En el contexto del VIH, estas disrupciones funcionales pueden amplificar la inflamación crónica, complicando aún más la condición de las personas infectadas.
Por ejemplo, un desequilibrio en el metabolismo de los aminoácidos puede alterar las rutas bioquímicas necesarias para la recuperación de tejidos dañados, mientras que la interrupción del balance de lípidos puede contribuir a problemas metabólicos y cardiovasculares que se observan con frecuencia en personas con el VIH.
El impacto de los antirretrovirales en el microbioma
Los tratamientos antirretrovirales son esenciales para controlar el VIH, pero también afectan el microbioma intestinal, con efectos distintos según la región geográfica. El estudio destacó cómo el medicamento efavirenz reduce bacterias beneficiosas como Prevotella en pacientes africanos, mientras que estas alteraciones fueron menos perceptibles en personas de Estados Unidos. Estos cambios pueden tener implicaciones en la inflamación intestinal y la salud general del cuerpo, aumentando la necesidad de considerar enfoques personalizados en los tratamientos.
Además, los resultados sugieren la importancia de ajustar los tratamientos según factores locales como la dieta y el entorno, incorporando estrategias complementarias como probióticos para proteger el microbioma. Estos hallazgos abren la puerta al desarrollo de terapias más equilibradas que minimicen los efectos negativos en las bacterias intestinales, optimizando la salud integral de los pacientes con el VIH en diferentes contextos geográficos y culturales.
Perspectivas futuras y oportunidades de investigación
Los hallazgos de este estudio ofrecen múltiples caminos para avanzar en la investigación y en la atención médica. Los estudios longitudinales podrían ayudar a confirmar las relaciones causales entre los cambios microbianos inducidos por las terapias y los resultados clínicos a largo plazo. Además, el desarrollo de nuevas intervenciones complementarias, como prebióticos o terapias basadas en bacteriófagos, podría ayudar a proteger el microbioma mientras se optimiza el tratamiento del VIH. Integrar evaluaciones del microbioma en programas mundiales de tratamiento del VIH garantizaría un enfoque más holístico que equilibre el control de la infección con la protección de la salud intestinal.
Importancia de la colaboración internacional
Este estudio demuestra la importancia de la colaboración internacional en investigaciones científicas, ya que incluye cohortes de diferentes continentes para investigar los efectos comunes y específicos del VIH y sus tratamientos en el microbioma.
Modelos de estudios como este son esenciales para reducir disparidades en la salud global y diseñar intervenciones médicas adaptadas a las particularidades biológicas y culturales de cada región. Abordar la interfaz entre la enfermedad, la ecología microbiana, el entorno geográfico y los medicamentos es una oportunidad transformadora para desarrollar estrategias que mejoren tanto la medicina personalizada como la salud global.
El microbioma en la planificación del tratamiento del VIH
Como conclusión, este estudio amplía significativamente la comprensión de cómo el VIH y los tratamientos antirretrovirales alteran el microbioma intestinal en poblaciones con distintos antecedentes genéticos y ambientales. Desde las modificaciones específicas en las bacterias según la región, hasta las consecuencias funcionales compartidas en el sistema microbiano, el estudio destaca los efectos perjudiciales del tratamiento basado en efavirenz y sus implicaciones clínicas.
Estos hallazgos representan un llamamiento urgente a integrar el análisis del microbioma en el diseño de estrategias terapéuticas personalizadas que puedan minimizar complicaciones y establecer un nuevo estándar para la atención integral de personas con el VIH.
Fuente: Bioengineer/Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Jabbar, K.S., Priya, S., Xu, J. et al. Human immunodeficiency virus and antiretroviral therapies exert distinct influences across diverse gut microbiomes. Nature Microbiology 10, 2720–2735 (30 October 2025). https://doi.org/10.1038/s41564-025-02157-7
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