Tratamiento de la infección doble por VHB y VHC en personas con VIH

Un estudio español confirma que también en personas con VIH uno de los virus hepáticos puede inhibir la replicación del otro

Gonzalo Mazuela
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Se estima que entre un 3 y un 5% de las personas infectadas por VIH lo están también a la vez por una infección doble crónica del virus de la hepatitis B (VHB) y C (VHC) y que en tales personas la enfermedad hepática es mucho más grave.

En los casos de infección hepática doble puede producirse un fenómeno de interferencia viral, según la cual la replicación de uno de los virus generalmente predomina sobre la replicación del otro. Una serie de estudios anteriores ha sugerido que, en estos casos de doble infección hepática, el VHB tiende a reducir la replicación del VHC, sin embargo, el impacto del tratamiento anti-VHB y/o anti-VHC sobre esta “inhibición recíproca” no ha sido bien establecido hasta la fecha.

Por otro lado, si en personas sin VIH, la infección crónica por VHB se ha asociado con una mayor posibilidad de eliminar el VHC, en personas con VIH, la replicación de los virus de las hepatitis y las interacciones entre ellos podría ser diferente y producirse un aumento de los niveles de viremia y una pérdida del efecto inhibitorio recíproco hallado en personas sin VIH.

Con el fin de estudiar la interacción inhibitoria entre el VHB y VHC y su prevalencia en personas con VIH y el efecto de fármacos específicos anti-VHB y el interferón (IFN) en esta población, un equipo del Hospital Carlos III llevó a cabo un estudio cuyos resultados se publican en el número de abril de la revista The Journal of Infectious Diseases.

En el estudio participaron personas con VIH que se atienden regularmente en el Hospital Carlos III de Madrid en los que se identificaron en suero de forma persistente antígeno de superficie de la hepatitis B (HBsAg) y anticuerpos del VHC. Además, se seleccionó para este análisis un subconjunto de personas que iniciaron tratamiento después del año 2000 con medicamentos anti-VHB (sobre todo, 3TC y/o tenofovir), e interferón pegilado más dosis de ribavirina según el peso para tratar el VHC.

Se identificó un total de 21 individuos con VIH con un resultado positivo en suero de HBsAg y de anticuerpos del VHC. Todas estas personas eran naive a los medicamentos antirretrovirales y al interferón. Cuatro de las 21 personas tuvieron una superinfección con virus de la hepatitis D (VHD), en los que la exposición al VHB precedió en varios años a la infección por VHD. Como se esperaba, el ADN de VHB en suero de estas últimas personas fue negativo, aunque un individuo tuvo ARN de VHC detectable. De las 17 personas restantes, 9 tuvieron sólo ADN de VHB detectable en suero; 5 fueron sólo positivos al ARN de VHC; 2 tuvieron ADN de VHB y ARN de VHC detectables y 1 sola persona tuvo ADN de VHB y ARN de VHC indetectables.

Todos los participantes, excepto dos, fueron de sexo masculino, con una edad media de 39 años. La mediana del recuento de linfocitos CD4 fue de 427 células/ml, y sólo tres personas mostraron un recuento inferior a 200 células/ml a nivel basal. El porcentaje de sujetos con niveles elevados de alanino aminotransferasa (ALT) fue de un 68%. Entre las 11 personas con ADN de VHB detectable, 8 tenían el genotipo D y 3, el genotipo A. La distribución de los genotipos del VHC en las 8 personas con ARN del VHC detectable fue la siguiente: en 4 personas, genotipo 1; en 3, genotipo 3; y en 1, genotipo 4.

Las nueve personas sólo con ADN de VHB detectable y las 3 personas sólo con anticuerpos del VHD iniciaron terapia antirretroviral que incluía agentes activos contra el VHB (8 individuos con tenofovir más 3TC, 3 con 3TC y 1 con tenofovir). En todos ellos, excepto uno, el ADN de VHB descendió hasta niveles indetectables en los 12 meses siguientes de tratamiento. Curiosamente, ninguno de ellos mostró un rebote del ARN de VHC en suero durante un periodo de seguimiento de 12 meses como mínimo. La disminución de los niveles de ADN de VHB tendieron a ser más rápidos en las personas que recibieron tenofovir que en aquellas que tomaron 3TC y, en general, la mitad de los 12 sujetos tuvieron ya niveles indetectables de ADN de VHB a las 24 semanas.

Las dos personas con ADN de VHB y ARN de VHC detectables en suero y la única persona con VHD que tuvo ARN de VHC positivo en suero al nivel basal, iniciaron un tratamiento antirretroviral que incluyó medicamentos anti-VHB (2 con tenofovir más 3TC y 1 con 3TC). Además, desde ese momento los tres individuos recibieron IFN-PEG alfa-2a (180µg una vez a la semana) más dosis de ribavirina según el peso (1000mg al día si era <75kg; 1200mg al día si era >75kg). Curiosamente, todos los sujetos tuvieron ADN de VHB y ARN de VHC indetectables a los 12 meses. Sin embargo, en todos los individuos (2 con el genotipo 1 y 1 con el genotipo 4) se observó un rebote del ARN de VHC hasta niveles próximos a los basales tras completar los 12 meses de tratamiento con interferón.

Finalmente, las cinco personas sólo con ARN de VHC detectable fueron tratadas con IFN-PEG alfa-2a (180µg una vez a la semana) más dosis de ribavirina según el peso. Las tres personas con el genotipo 3 tuvieron una respuesta viral sostenida, mientras que las dos personas con el genotipo 1 experimentaron una recaída. Cabe destacar que no se observó en ninguno de ellos un rebote de ADN de VHB en suero durante el tratamiento para la hepatitis C o cuando se interrumpió el tratamiento, a pesar de que ninguno de ellos había recibido 3TC o tenofovir durante este periodo. El seguimiento después de la descontinuación del tratamiento anti-VHC se extendió como mínimo 12 meses en todos los casos.

En sus conclusiones, el equipo de investigadores españoles señala que su estudio confirma la inhibición recíproca entre la replicación del VHD, VHB y VHC en las personas con VIH con un relativo buen estado inmunológico que participaron en el estudio.

El Dr. Vicente Soriano y sus colegas subrayan la necesidad de realizar un examen virológico riguroso en aquellas personas cuyo suero es positivo al HBsAg y a los anticuerpos de VHC, para detectar qué virus se está replicando y cuál suprimiendo y así tomar la decisión terapéutica más apropiada.

Además, señalan que sus hallazgos sugieren que la supresión completa del virus dominante con antivirales específicos generalmente no es seguida por el rebote del otro virus.

Fuente: NATAP
Referencia: Soriano, V. et alli. Treatment of Chronic Hepatitis B or C in HIV-Infected Patients with Dual Viral Hepatitis. The Journal of Infectious Diseases April 15,  2007;195:1181-1183.

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