Me encuentro en una situación de "desamparo" por parte de mi especialista… si es que lo es, puesto que tengo mis dudas. Mi carga viral va en aumento, mis CD4 bajan y estoy sumamente delgada. Lo cierto es que me costó afrontarlo, pero después nunca le he dado mayor importancia: es como otra enfermedad crónica.
Yo me visitaba en Barcelona, con un magnífico especialista, el doctor Pedrol, al que felicito por su labor, su ímpetu e implicación con los pacientes (entonces, yo estaba con carga viral indetectable). Ahora, al cambiar de ciudad, por mi nefasto pasado, veo que –como dije– no estoy siendo asistida como debiera; es más, me tuve que poner en contacto con mis médicos de Barcelona para que mi actual doctor me cambiase la medicación. Por Dios, está jugando con mi vida.
No voy a dar sus datos, lo dejo en el anonimato. Nuestras consultas ya no son médicas, sino que están llenas de reproches. ¿Cómo me puede decir "el especialista" en cuestión que me voy a morir pronto? Él también morirá algún día, como todos.
El problema es que, en la localidad donde vivo, no hay ningún especialista más. Hace muy poco, estuve ingresada por una neumonia (pensé que no salía de ésta). Hasta que llevaba una semana ingresada no me la detectaron; y así podría seguir hablando y hablando.
Otra injusticia: Tengo una hija que nació en Barcelona, que se seronegativizó; me motivaron muchísimo a seguir con mi embarazo y estoy orgullosísima. Aquí, donde resido ahora, cuando la tengo que llevar a cualquier consulta con el especialista, aunque sea el oftalmólogo, pone textualmente: "Hija de madre VIH/VHC positiva". ¿Es esto justo?
Sigo pensando, ahora más que nunca, que el rechazo hacia nosotros es brutal; sólo hay hipocresía, indolencia… Vivimos en una sociedad donde prevalece el marketing y miles de cosas; y nosotros ¿dónde estamos?, ¿qué lugar ocupamos?
Muchísimas gracias.
Saludos
