Me sentí triste, confusa, no pude dormir en los cuatro días que estuve en el hospital. Lo peor fue que mi hijo también dio positivo y le empezaron a tratar a los tres años. Lloré sola, ningún enfermero/a me consoló. Yo estaba en un país extranjero, sola con un niño porque su padre me había abandonado. Me puse a llorar en un parque, a pedir a dios que curase a mi niño.
Durante muchos años no tomé medicación porque tenía una carga viral muy baja, pero ahora sí porque mi pareja quiere tener un hijo. Nunca me he animado a compartir mi experiencia.
En el hospital de Sabadell, después de 4 años me encontré con un médico que me animó mucho, diciéndome que eso no era lo peor que podía pasar y que tenía que salir adelante. Doy gracias a dios porque en 15 años nunca me he puesto enferma.
Estoy sana, con un virus dentro de mí, pero después de tantos años ya no me quita el sueño.
Ánimo a todas las personas que han recibido esta noticia aquí hace poco. Ánimo.