Siempre me cuidé en la intimidad, hasta que un día tuvimos relaciones sin preservativo. Bastó una sola despreocupación para que mi vida fuera decayendo poco a poco.
Dos años después de esa relación íntima, empecé a sentir temor. Comencé a tener síntomas, como inflamación de las amígdalas (fui al médico y me dijo que se inició con un cuadro alérgico), y bajé de peso, lo que atribuyo a las pastillas anticonceptivas que tomaba, puesto que desde que empecé a usarlas, baje unos kilos. Tengo un estrés que no se lo deseo a nadie, y sudores nocturnos (aunque ya no tanto, porque se acaba el verano), pero no sé si es debido a que estoy infectada por el VIH o porque en las noches hace calor y duermo abrigada.
En fin, no sé si estos síntomas son de tipo psicológico -el solo hecho de pensar que tengo la enfermedad me estresa demasiado- o será porque tengo VIH.
Estoy muy mal, cada día vivo con esto en silencio. Llega la noche y me deprimo sola. Tengo miedo de realizarme la prueba. Sé que soy una cobarde, pero la verdad es que no sé que hacer. Espero que me aconsejen, ya que he leído muchas de las historias que se publican aquí de gente que ha asumido la enfermedad; pienso que son admirables.
Mi mayor miedo es haber transmitido el VIH a mi pareja. Desde que estuve con él, empezó mi temor. Realmente, no sé que hacer.
Necesito ayuda.
