Soy venezolana, tengo 30 años actualmente y a los 23 fui diagnosticada del VIH. En ese momento estaba casada y realmente solo pude sentir que mi vida se acababa. Luego de eso sentí que estaba en una relación de la cual no tenía salida por mi condición y por pensar que nadie más me querría sinceramente.
El año 2016 fue un año de decisiones difíciles. Decidí dejar a mi país y poco después dar punto final a mi relación, seguir adelante en este punto de mi vida, pero seguir adelante sola.
Prepararme para esto no ha sido fácil, aún sigo buscando la aprobación de la gente a mi alrededor al decirles que tengo el VIH. Algunos han corrido, otros se han quedado.
A fin de cuentas he ido aceptando que solo yo debo estar bien conmigo, preocuparme por mí y cuidarme.