No sé si me consuela o entristece la soledad que compartimos: yo también he sentido y siento que soy diferente.
Estimad@s compañer@s de lucha,
Durante mucho tiempo he vivido refugiada en mi interior pensando que no encajaba en esta historia. Llevo ya 18 años viviendo con el VIH, el cual me transmitió mi pareja (mi única pareja). Viví momentos muy duros, porque entonces no había ni la mitad de sensibilidad que ahora. Me vi acudiendo al hospital muchas veces con gente con la cual yo me sentía muy distinta: no eran ni mejores ni peores que yo, pero sí sentía que mi vida era diferente, ya que nunca he probado las drogas, ni he tenido otras parejas, simplemente fui engañada. También estoy en una ONG y me he preguntado miles de veces si no hay gente como yo.
Todavía arrastro inseguridad creyendo que no merezco nada bueno, pero también tengo amig@s (poc@s pero buen@s) y mi familia.
Imagino que somos más de los que creemos pero sentimos todavía el rechazo de la sociedad.
Gracias por dejarme compartir mi historia.
Isabel
