Pasaron 2 semanas y entonces me llamaron del hospital diciéndome que mi doctora quería hablar conmigo sobre mis resultados. Me dieron cita a los 3 días. Llegué 30 minutos tarde y la chica de recepción me dijo que no podía recibirme por el retraso. Enojado, pensé: “voy a cambiar de doctora”.
Al día siguiente me llaman y me dicen que por qué no fui a mi cita. Le expliqué lo sucedido y me dijo: puedes venir hoy en una hora. Me dije entonces: algo está pasando.
Me dijeron que me pondrían 3 vacunas, que ya me tocaban y me dejaron esperando a mi doctora en un cuarto donde había muchos pósteres de cómo cuidar la diabetes. Pensé: ay Dios, que no tenga diabetes… Pensé que tenía que cambiar mi forma de comer, en pocas palabras yo estaba sacando mis propias conclusiones.
La doctora me explicó que en los resultados salió algo que no quería decirme por teléfono. Volví a pensar en la diabetes. Entonces fue cuando me dijo que también me hicieron la prueba del VIH y que salió positiva.
No supe qué decir. Eso fue apenas este viernes pasado y, en verdad, siento ganas de terminar con esto. No puedo salir yo con VIH. En mi familia tuve un hermano que murió de eso y tengo mucho miedo de que mi familia lo sepa.
Tengo ya 32 años y quiero mejor terminar con esto, pero tengo mucho miedo a la vez.