Soy de México, tengo 24 años y soy gay. Trabajo de enfermero y tengo que decir que no sé qué hacer. Mi última pareja, o sea mi ex, tras un año de relación (terminé con él hace ocho meses), me buscó hace un mes para decirme que era seropositivo. Confirmado el diagnóstico con la prueba de Western-Blot, me sentí morir y ni supe qué hacer.
Tengo tanto miedo de hacerme la prueba porque, de dar positivo al VIH, lo perdería todo, hasta mi trabajo, que tanto amo.
Tuve relaciones sin protección con mi ex y desearía poder regresar al pasado. Me fue infiel, e incluso pagaba a hombres por tener sexo. Fui un tonto porque lo amaba, y ahora pago el precio de vivir en esta agonía.
Después de enterarme, a la semana enfermé y llevo casi dos semanas con faringitis. Pero he tomado la decisión de realizarme los exámenes para determinar mi estado serológico. Le pido a Dios que me dé una segunda oportunidad.
Los quiero y bendigo a todos.