Varias cosas se me cruzaron por la cabeza cuando conocí el diagnóstico. Lloré y me enojé cuando leí el resultado: No me lo podía creer. Sin embargo, pasé en pocas horas de querer dejarlo todo a autoconvencerme de que todo iba a salir bien y de que tengo que disfrutar de la vida.
No tengo dudas de comenzar la terapia antirretroviral, pero me asustan las consecuencias de la medicación.
Por ahora no quiero contárselo a nadie, hasta que no tenga más claro cuál es el tratamiento que tengo que hacer y cuál es el nivel de virus en sangre. Creo que aún no soy muy consciente de la situación que me toca vivir, pero por lo pronto estoy convencido de seguir las indicaciones médicas y empezar el tratamiento.
Si bien la noticia no es nada agradable, considero que es bueno saber lo que uno tiene para poder mejorar la calidad de vida y poder vivir con tranquilidad. Aunque siento que me va a costar.
Lo que mas miedo me da es saber qué va a pensar mi entorno social. Temo que se preocupen demasiado y también me da miedo la estigmatización. Vivo en un pueblo chico y acá todo se sabe. Pero bueno, será cuestión de tiempo y de responsabilidad en el tratamiento.
Saludos.
