Terapia, esa persona que todavía me sigue eligiendo, todo y a la vez nada. Los miedos logran más que mi mente, que mi poder de voluntad, vivo en un pozo sin poder escalar hacia la superficie.
Grito, lloro. ¿Quién soy? Siento no ser quien se refleja en el espejo. La pregunta del millón: “¿Por qué a mí?". Dicen que cuando algo llega es porque estamos preparados para recibirlo. ¿Lo estaba?
Siento que un gran parte de mí salió de mi cuerpo. Me siento un ente, un ser inerte. Admiración es lo que siento al ver esas personas que salen adelante. Sé que no es el fin, pero no es suficiente, al menos para mi cabeza, al menos para lo que el común de la sociedad esperaría.
Vivo con miedo, miedo a todo, a un resfrío, a fiebre, miedo a tener relaciones con la persona que amo a pesar de que me cuide… tengo miedo, apenas puedo con mi mochila como para cargar con que pueda pasar un accidente.
Estoy casi loco y creo que terminaré de enloquecer en breve pero sigo sintiéndome así, y el tiempo no cura mis heridas, no sana mi mente. Solo soy yo.
Ojalá cuando leas esto sigas teniendo esa fuerza que te caracteriza, esas ganas de luchar por que solo creo que lo que todavía me mantiene fuerte es la esperanza de que todavía todo puede cambiar.
Te deseo toda esa luz y el apoyo que necesites para transitar por este camino, un poco fácil para algunos y no tanto para otros. Pero sigo acá, y seguiré estando ya no luchando con la enfermedad sino con mi mente para poder dejarme salir adelante y así poder seguir.