El asunto es que el primer examen dio positivo, pero cuando la enfermera me dijo que lo volverían a repetir –ya que cabía la posibilidad de ser un falso positivo– mantuve una esperanza, pero en el fondo no dejaba de pensar en que ya era un hecho. Y así fue, hace ya unos 5 días recibí en una consulta el resultado de la prueba comprobatoria y salió positivo.
Tengo una vida saludable y practico mucho deporte, mi vida está en el gimnasio. Sin embargo, desde que recibí la noticia mi vida se desmoronó. De la nada lloro y lloro sin mesura, no dejo de pensar en mi futuro y en el dolor de mi familia al saber que puedo faltar… Sí, ya sé que es algo crónico que se puede manejar, pero estoy impactado. Es una de esas cosas que piensas que les pueden pasar a los demás, pero no te imaginas que te puedan pasar a ti.
Ya no me provoca ir al gimnasio. A veces creo que seguir mi vida no tiene ningún sentido. Amo a mi familia y a mi madre y no quiero ser una decepción. Algunos días me levanto sin ganas de seguir mi día a día e imagino diferentes formas de quitarme la vida. El solo recordar que soy positivo me saca lágrimas.
Los doctores han sido muy amables, la enfermera que sigue mi caso también pero aun así siento en ocasiones que no puedo más. Tengo tantos miedos…
Ahora en la mañana tengo otra serie de exámenes van a ver qué cantidad de carga viral tengo entre otros exámenes. Estoy muy angustiado.