Con esto sólo quiero decir que, a mi modo de ver, todos tenemos parte de culpa en el proceso de transmisión del virus (uno sabiendo, o no, que tiene el VIH y la otra persona por su falta de conciencia al no usar el condón).
En mi caso, la enfermedad me ha cambiado la vida, la forma de verla y la forma de vivirla. Aprovecho cada hora, cada minuto y cada segundo como si fuera el último.
Nunca puedes elegir tu destino ni el camino que quieres vivir.
Siento pánico los días que me tengo que hacer análisis de sangre y esperar por los resultados. Me paso hasta el día de la consulta pensando en los resultados (si me han subido los CD4 o ha disminuido la carga viral).