Hasta que todos los días, como es costumbre, mi alarma suena justo a la misma hora, con un mensaje que trato de cambiar de manera semanal para variar un poco y darme ánimos. A veces es un "Tú puedes con esto y más", "Un día más para aprovechar la vida", "Sigue brillando", "No dejes que nadie apague tu luz", "No estás solo". Este último es el que pesa en mi corazón.
A pesar de que algunas personas saben de mi condición [VIH+] y he sobrellevado esto mejor de lo que esperaba, me siento solo por dentro, tengo miedo y existen momentos en que esa soledad, ese miedo, toman mi cuerpo por completo y consumen cada rayo de alegría, chispa de felicidad y esperanza y simplemente me sumergen en un abismo del que no sé si pueda escapar.
La soledad nunca me había molestado tanto como lo hace ahora, y no llevo tan siquiera conviviendo con este virus dentro de mí, pero jamás voy a volver a poder abrirme por completo con alguien por miedo a ser rechazado, por miedo a que me discriminen, por miedo a quedarme más solo de lo que me siento.
Quiero ser positivo, pero a veces es imposible. Quiero dormir y despertar sabiendo que hay una cura, pero entretanto solo puedo llorar y mientras compartir estas letras con ustedes.
Fuerzas a todos, ánimos y sigamos luchando.