Sin embargo, se me hizo raro porque para ese entonces yo ya tenía todas las vacunas para la hepatitis B. Así que me destrocé y pensé en que no quería dejar a mi familia.
Cuando me calmé pedí una cita médica para que un médico mirara mis resultados. El primer médico me dijo que efectivamente tenía hepatitis B y VIH. Me remitió a otro hospital y la doctora me mandó sacarme el examen confirmatorio para VIH y exámenes de sangre para mirar mi función hepática.
Cuando salieron los resultados indicaron que mi hígado se encontraba bien y que los resultados de VIH no salían hasta el 28 de diciembre. Llegó ese día y fui al hospital y el resultado aún no estaba, pero me remitieron a un centro de infectología especializado en VIH y sida.
El 4 de enero tuve mi primera cita, me hicieron pruebas de CD4 y carga viral del VIH y de la hepatitis B y me dijeron que la próxima cita seria el 29 de enero. Me desesperé mucho porque lo único que yo quería era empezar tratamiento lo antes posible.
Cuando llegó ese 29, me dieron la noticia que hasta el momento me ha hecho muy feliz: me dijeron que no tenía hepatitis B. Sin embargo sí que se confirmó el resultado positivo del VIH, con una carga viral de 315.000 copias/mL, un nivel bastante alto.
Ese mismo día empecé mi tratamiento. Ya llevo 1 mes y 11 días de tratamiento, estoy feliz y no veo la hora de que me digan: “ya tienes carga indetectable”. Soy alguien muy feliz.
Lo único que me da miedo es llegar a lastimar a alguien. Me da miedo empezar una relación con alguien, no quiero ser rechazado por tener VIH. Quisiera saber, ¿les ha resultado muy difícil conseguir pareja sabiendo sus condiciones de salud?