Desde que me enteré de que tengo el virus no he tenido ninguna recaída ni ningún impedimento para realizar mis labores diarias. Claro que desde noviembre del año pasado estoy tomando mi medicación religiosamente cada día a las 9 pm, siendo esto una gran molestia ya que no me gusta cumplir los tratamientos.
Retomando el tema del VPH, me tocó vivir en carne propia las consecuencias de este virus, el cual ha formado en mí masas acumuladas o condilomas en cierta parte de mi cuerpo. Periódicamente asisto al médico a que me elimine las lesiones y así de esta manera evitar algo peor.
El shock inicial fue grande, pues al confirmarme que tenía el VPH, mi mente de manera casi inmediata se llenó de sentimientos de culpa, rabia e impotencia. ¿Acaso merezco que me sucedan estas cosas? Me resulta fuerte convivir con estos dos virus, pero ni modo, debo hacer pie fuerte ante esto.
Debo ser muy sincero en que hay días que amanezco positivo, en los que ni me acuerdo que padezco esta condición, pero existen días donde únicamente me provoca es llorar y desaparecer. También los sentimientos de suicidio se hacen pasar por mi mente, trato de no hacer mucho caso, pero al imaginar un escenario inimaginable caigo sobre ello.
A futuro no sé cómo será mi vida, no sé dónde estaré, no sé con quién estaré. Es una gran incógnita que pasa o atraviesa mi cabeza diariamente. Así que estoy aprendiendo a aceptarme, a valorarme y a vivir cada oportunidad que se me presenta.
¿Mi estilo de vida? Mi felicidad. El tiempo es muy valioso y quiero cumplir todas mis metas que desde pequeño me he planteado. Deseo ver a mis padres felices, brindarles o de alguna manera retribuirles todo lo que ellos me han dado. La vida conmigo no ha sido injusta, pero tampoco justa o quizás es el resultado de mis acciones, son cosas que aún no logro entender pero que sí debo aceptar.
Ya han pasado 7 meses desde aquella noticia, ya han pasado 7 meses de risas, de llantos, de tristeza, de felicidad, de amor, de culpa. Ya han pasado 7 meses desde esa noticia devastadora, que me lastimó como nunca nadie lo ha hecho. Ya han pasado 7 meses en que me he reprimido para no levantar sospechas. Ya han pasado 7 meses en que lucho internamente, pues simplemente ya han pasado 7 meses en que mi vida dio una vuelta de 180°.
Si deseas comunicarte conmigo, no dudes en hacerlo. Soy Luis, 20 años y dispuesto a compartir mi vida con VIH.
