Me medico desde hace 15 años y siempre he estado bien, aunque estuve unos tres años sin tomar medicación porque me harté de sus efectos secundarios y decidí romper con todo.
Como yo, sé que hay muchísima gente de lo más normal y anónima que lleva una vida organizada y "normalizada" que no se corresponde con las historias "cristianas" que, continuamente, aparecen como testimonios. De ahí que envíe el mío, porque creo que representa a mucha gente.
En la actualidad, se vive con "bastante" normalidad el ser VIH+. No obstante, necesitamos terapias génicas, trasplante de células madre o vacunas terapéuticas para contrarrestar la medicación, que se sobrelleva cada vez mejor.
Así pues, no hay que dramatizar, aunque tampoco bajar la guardia con la prevención. ¿De acuerdo?
Saludos a todos y especialmente a los que se identifiquen con mi historia personal.