A los pocos minutos me llaman para decirme que podía ser donante, me indicaron los pasos a seguir y la fecha en la que debía presentarme para hacer la donación.
Llegó la fecha (hace cuatro días) para la donación, pregunté en recepción del banco de sangre y me dijeron que enseguida me llamaban.
No pasaron más de 5 minutos cuando escuché mi nombre. Me indicaron que pasara a una sala y, sin cerrar la puerta, la química me informó de que tenía que repetir la prueba porque había salido positivo a una serología y no podía ser donante. Mi mundo empezó a desplomarse, sentí que caía en un pozo sin fondo.
Me comentó que por ley se necesita hacer nuevamente la prueba. Si resulta nuevamente positiva se realizaría un Western Blot para confirmar y este tardaba unos 15 días en tener resultados.
No sabía qué pensar, no podía articular palabra alguna, mi ritmo cardiaco era cada vez más alto. Me preguntó si había dudas y mi única respuesta fue mover mi cabeza en gesto de negación. Me indicó que ellos se comunicarían conmigo para decirme cuándo regresar por el resultado.
Salí de la clínica y lo primero que hice fue llamar a mi pareja para notificárselo y llorar. Llevamos 5 años y 7 meses de relación estable y los dos concordamos que no tuvimos relaciones sexuales de riesgo.
He llorado y pasado días amargos y cada día se me hace más largo que el día anterior. Tengo mucho miedo del resultado pues si la segunda prueba antes del Western blot hubiera resultado negativa ya me hubieran llamado para decirme que había sido negativa, es lo que pienso.
Mi pareja y yo hemos hablado de que sea cual sea el resultado seguiremos juntos como hasta hoy. Yo he querido que veamos todos los lados como la de si solo yo soy positivo y él no, o si los dos somos positivos.
Solo quería desahogar un poco con todo esto que estoy pasando, para mí no es nada fácil.
