Es aquí donde el lenguaje queda limitado, porque lo que hoy siento no lo puedo describir… ¿Bronca? No es lo que siento y no puedo expresar. ¿Tristeza? Tampoco. ¿Temor? No. En realidad, no existe una palabra en el lenguaje humano que describa lo que hoy siento.
Sé que estoy completamente hundido en este momento, pero tengo el don de actuar, por mi mujer, para que ella no caiga en el pozo en el que me encuentro en la actualidad. Lo hago por mi familia, pero aún no me sale hacerlo por mí. Sólo sé que este es el ocaso de mi vida pasada, y me imagino que tendrá que haber un renacer con una enfermedad crónica, pero un renacer al fin, hasta que el cuerpo diga basta.
Espero que nadie caiga, y a los que cayeron y volvieron a levantarse después de saber lo que llevamos dentro, les aplaudo.
Supongo que este será el camino que debo tomar. Gracias.
