Aunque es la segunda vez que me sucede esto (ser despedido a causa de mi infección), la anterior ocasión terminó con avenencia y contiene una cláusula de confidencialidad, por lo que sólo puedo revelar datos generales y ninguna clase de información que identifique a las empresas involucradas; sí puedo decir que una de ellas es una institución pública, que ejerce potestades públicas y administra derechos ciudadanos, y que por ello mismo debería ser ejemplar.
No es este el caso actual: mi exempresa es una sociedad privada, que se dedica al negocio de la gestión hipotecaria, y cuyo principal cliente representa un 70% de su volumen de negocio.
El día 7 a las 10h, aproximadamente, tuvieron conocimiento de mi condición de seropositivo, y fui despedido apenas cuatro horas después.
Desde esta perspectiva, presenté la papeleta de conciliación, y se celebró el acto sin avenencia. He puesto el hecho en conocimiento del departamento de marketing de su principal cliente, que se ha limitado a manifestar su condena del acto, pero me comunica que es asunto mío y que emprenda las acciones que crea oportunas.
Por esto, aparte de las acciones judiciales que comenzaron a principio de mes, dado que esta vez mi familia no está laboralmente implicada y no tengo por qué esconderme, he decidido seguir el lema de la campaña “Elige Siempre Cara – VIHsible”.
Por mí, que padezco por segunda vez el mismo proceso, por todas las personas que lo hayan sufrido y lo puedan sufrir en el presente o en el futuro, y por el interés general a nivel social, quiero señalar con el dedo a la sociedad que ha tomado esta repugnante decisión.
La empresa que me ha despedido es SERTYF MADRID, S. L. En cuanto a su principal cliente, es Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI). UCI pertenece al Grupo Santander.
Pongo a su disposición toda la documentación acreditativa del caso, pero no la adjunto a este correo debido a la advertencia que hacen ustedes al respecto en su web sobre el peso de los documentos adjuntos.
Proseguiré mi campaña de publicitación y de presión, para que hechos como estos no se repitan; es preciso informar, no sólo al público, sino a las instituciones: Consejo General del Poder Judicial y Tribunales, asociaciones empresariales, etc.
Lo he perdido todo, con una liquidación de 700 € que ni siquiera incluye los 15 días de preaviso, por lo que ahora sólo tengo perspectivas de ganar y avanzar. No me hundiré en la depresión ni en la resignación.
Os adjunto un vínculo sobre mi caso, publicado en el diario El País: www.elpais.com/articulo/sociedad/echaron/horas/despues/saber/tengo/VIH/elpepusoc/20110521elpepisoc_6/Tes
Me impresiona cómo logras mantener la objetividad en tu análisis, presentando tanto las fortalezas como las debilidades del tema de manera equilibrada y justa.