Sé que no merezco estar con nadie, sé que jamás voy a tener a una pareja que me ame. Cuando estuve con mi expareja, me enteré de que yo tenía el VIH y fue porque me comencé a sentir mal. Se lo conté, me acompañó, nos hicimos las pruebas y solo yo tenía el VIH. Él al principio estaba conmigo, pero poco tiempo después me empezó a humillar, me hacía sentir como basura, como una cualquiera, sabiendo que jamás fue así y que me lo transmitió mi exesposo.
Ahora, después de tantos años y gracias al tratamiento [antirretroviral], estoy saliendo con alguien increíble; un hombre, un caballero, un ser maravilloso. Vivimos en ciudades diferentes, nos vemos muy muy poco y hablamos siempre. Hemos tenido relaciones, jamás le he dicho mi condición [VIH+] y no nos hemos cuidado. Solo hemos estado tres veces y no sé cómo decírselo, aunque sé que lo debo hacer. También sé que me va a odiar y lo merezco, porque no valgo nada.
Mientras les escribo, no dejo de llorar. Vine a vivir a un lugar tan solitario para no tener a nadie, ni que me gustara nadie, para no hacerme ilusiones, pero pasó. Y sé que lo voy a perder. No sé cómo decírselo para que por lo menos no me odie.
Ya se lo dirás. Yo lo dije y es muy duro, te enfrentas al rechazo pero no sé si es el de él o el tuyo. Acéptate y confía , díselo poco a poco, con mucho cariño desde el dolor y no dramatices, solo eres humana y te has infectado y no estás obligada a decir nada. Siempre y cuando te mediques y seas indetectable. Sé libre y ámate