Estoy destrozado, llevo tres días sin hablar con nadie y sin dormir. Hoy miraba a mis sobrinos y el mundo se me venía abajo.
Nunca he hecho locuras con el sexo. Soy una persona tranquila, que hace deporte y va a darse un baño a la playa durante el año.
He perdido en tres días las ganas de vivir. No sé qué hacer ni con quién hablar y compartir esta situación. Lo único que he hecho al ver los resultados ha sido recordar toda mi vida, los buenos momentos, el cariño de mi familia.
Me dan miedo los efectos secundarios que pueda tener cuando empiece el tratamiento.
A día de hoy, no tengo ganas de seguir viviendo. Espero conseguir las fuerzas suficientes para seguir adelante.
Un abrazo a todos/as.