Creo que todo cambió para mí desde el 16 de febrero de este año. Tenía una alergia en todo el cuerpo, por lo que decidí ir al médico. Cuando me visitó, el doctor me dijo que estaba seguro de que tenía sífilis y me indicó que debía hacerme de inmediato la prueba del VIH. En ese momento, empecé a asustarme pues anteriormente tuve una pareja a la cual me entregué y mantuvimos relaciones varias veces sin usar condones.
Me hicieron las pruebas y el médico tardó demasiado en darme los resultados, cosa que me alertó de lo sucedido. Cuando me dijeron los resultados y vi que había dado positivo para el VIH mi mundo se derrumbó, pues simplemente pensaba que estaba muy lejos de esa enfermedad. Con sinceridad, jamás pensé que todo esto fuera a pasarme.
No se lo quería contar a nadie de mi familia, pero yo vivo con mi hermana y mi mamá vive en otra ciudad. La noticia me devastó tanto que no pude controlarme. Mi depresión era muy obvia y terminé contándoselo a mi hermana y a mi mamá.
Después del segundo examen [del VIH], donde me confirmaron la carga viral, inicié el tratamiento [antirretroviral] y aunque he recibido mucho apoyo, esto me afecta demasiado psicológicamente. A nivel personal estoy tratando de ser lo más fuerte posible.
Quisiera que esta pesadilla se terminara y que acabe despertándome.