Quisiera solo dormir y quedarme allí [en la cama]. Me diagnosticaron [el VIH] hace 4 años aproximadamente y a partir de ese día la alegría y actitud que me caracterizaban se extinguió. Es como si ahora todo fuera fingido y no natural, ya que nadie sabe por lo que atravieso, bueno, mi madre sí, pero es como si no le interesara.
Literalmente he lidiado con esto solo, pero ya estoy cansado. He tenido varios intentos de suicidio, pero no he sido capaz. Creo que Dios ha estado ahí. El no querer continuar radica que no le encuentro sentido a esta vida, a nada ni a nadie. Esto es como una condena a estar y sentirse solo. Estoy cansado de fingir que todo está bien, que me siento bien, cuando por dentro me siento derrumbado y frustrado todo el tiempo.
Debido a la pandemia [de la COVID-19] se me acabaron los antirretrovirales y no me da el tiempo ni el dinero de volver a iniciar un tratamiento, por lo cual ya me siento cansado y desahuciado.
Solo quería desahogarme y vi esta página. Bendiciones.
