Tengo 25 años cumplidos, soy homosexual, soy estudiante de medicina, soy una persona sana en la actualidad sin ninguna enfermedad oportunista al igual que lo era antes de ser diagnosticado.
Han pasados muchos meses desde mi diagnóstico y fueron batallas tras batallas. No todas las personas a mi alrededor lo saben, solo unos pocos y los que lo saben me apoyan como si fueran mi pilar para mantenerme en pie. He avanzado de manera en la cual ya soy indeclarable en carga viral, aumenté de peso, de hecho me veo un poco más alegre de lo normal.
Hace meses quería tirar la toalla en el proceso dado que es algo difícil de realizar y asimilar, pues los medicamentos me han hecho mantener a mi sombra (VIH) en las sombras donde debe estar, detrás de mí. En estos pocos meses que llevo de ser seropositivo he pasado por situaciones incomodas o pesadas por así decirlo.
Mi área de trabajo me exige horarios cansados y pesados. Debo estar al ritmo de mis compañeros si no es que estar adelante que ellos. He tratado de ser fuerte y pensar que todo es por un bien mejor. Nankurunaisa (vive hoy por el bien del mañana y no te olvides de sonreír), pues en varias ocasiones me ha tocado permanecer hasta 30 horas en el hospital por el trabajo de la cual la toma de mi medicamento no se detiene y pues ustedes sabrán el sueño y el cansancio que produce el medicamento, pero esta es la brecha que quiero marcarles.
Tengo compañeros de trabajo que no toman absolutamente nada y pasan muy cansados. Sin embargo, he podido sobrepasar esas barreras y dar más del 100% de mi capacidad como persona y como estudiante. La razón por la cual escribo en este blog es porque sé que hay muchas personas que pasan desapercibidas de su diagnóstico o están en una agonía constante, si yo puedo, todos podemos.
