Cabe mencionar nos dimos cuenta porque yo lo sospeché, ya que venía muy enfermo, con mucha gripe y fiebre y nunca se recuperaba. Así que me entró la sospecha y me fui a hacer un examen de VIH a escondidas. Si yo lo tenía era porque él también y efectivamente.
Todo fue muy duro. La noticia, pensar que él se podía morir, sentimientos encontrados… No quería ser mala, pero en eso el amor no existía solo la desilusión y el dolor. Nos costó mucho salir adelante y retomar nuestra intimidad, pero nos amamos y vamos hacia adelante. Somos el apoyo el uno del otro.
A año y medio de tomar 7 pastillas diarias me las cambiaron y ahora solo tomo 1 en la noche. No se imaginan cómo lloré porque fue un gran alivio saber que ya no tendría que esconderme por la mañana para tomarme las pastillas sin que nadie preguntara qué estaba tomando.
Tenemos nuestra vida normal y esto nos ha unido mucho. No sé si será la persona con la que pasaré el resto de mi vida, pero no pude dejarlo. Él no lo sabía y la culpa y la enfermedad lo estaban matando. No tuve corazón y estuve y en su peor momento. Al pasar el tiempo, las cosas se fueron solucionando con la ayuda de Dios.
Yo sí creo fielmente que va haber una cura, pero vivamos el día a día…
Les mando un abrazo, que sé que muchos lo necesitan. Recuerden que no están solos. Aférrense a la vida y a Dios, que es bonito vivir. Hagan cosas productivas, que la vida no se ha acabado. Los amo a todos; gais, lesbianas, prostitutas, no prostitutas, amas de casa… porque el VIH no discrimina a nadie y yo personalmente lo veo como una circunstancia de la vida que nos tocó vivir.
Besos ????????????