Drogas legales e ilegales 

Drogas recreativas

2CB

Introducción

Su nombre científico es 4-bromo-2,5-dimetoxifeniletilamina y pertenece a la familia de las fenetilaminas psicodélicas. Se le conoce como ‘Nexus’ o ‘pastillas triposas’. Si lo consumes, o lo piensas consumir, esta información puede ser de tu interés.

Composición

4-bromo-2,5-dimetoxifeniletilamina en proporciones variables que pueden ir desde los 5 mg hasta los 40 mg. La presentación más habitual es en comprimidos, aunque también es posible encontrarlo en polvo o cápsulas.

La pureza media es desconocida, por lo que te recomendamos que analices tus sustancias a través del servicio de análisis de energycontrol.org antes de consumirlas.

Propiedades

Naturaleza y características: La 2CB (también conocida como ‘Nexus’) es una feniletilamina, un derivado de las anfetaminas, que en ocasiones se vende como éxtasis o MDMA (“pastillas triposas”).

Efectos: Produce unos efectos a caballo entre la LSD y la MDMA, pero no iguales a los producidos por la mezcla de estas dos sustancias. Sus efectos psicodélicos no son tan intensos como los del LSD, y es algo menos estimulante y positiva que la MDMA. A dosis bajas predominan los efectos estimulantes y de “buen rollo”, y los efectos psicodélicos se acrecientan a dosis más altas.

Subida: Los efectos tardan más en aparecer que los de la MDMA. Tras su ingesta, y dependiendo de si se tiene el estómago vacío o lleno, puede tardar en subir entre 1 y 2 horas.

Duración: Los efectos suelen durar entre 4 y 8 horas y, en total, suelen transcurrir unas 8-10 horas desde la ingesta hasta que se retorna al estado inicial, siempre dependiendo de la dosis y de la persona.

Efectos principales: parecidos a la mezcla de LSD y MDMA, con efectos psicodélicos más suaves y con niveles menores de estimulación y empatía a dosis bajas.

Al inicio de la experiencia puede darse una sensación de inquietud pasajera y un aumento de la energía en el cuerpo, así como la sensación de comenzar a percibir las cosas de distinta manera a la cotidiana. Posteriormente, se provoca una amplia variedad de efectos: dilatación de las pupilas, patrones visuales con ojos abiertos y cerrados, estimulación mental, nuevas formas de ver las cosas, sensación de perspicacia, cambios emocionales (buen humor o introspección), ansiedad y confusión.

Efectos

Durante la subida:

  • Sensación de inquietud pasajera.
  • Aumento de la energía en el cuerpo.
  • Sensación de comenzar a percibir las cosas de distinta manera a la cotidiana.

Durante la experiencia:

  • Dilatación de las pupilas.
  • Patrones visuales con ojos abiertos y cerrados.
  • Estimulación mental.
  • Nuevas formas de ver las cosas.
  • Sensación de perspicacia.
  • Cambios emocionales (buen humor o introspección).
  • Ansiedad.
  • Confusión.

Posología

  • Dosis habitual: entre 5 y 20mg por vía oral.
  • Dosis baja: hasta los 10 miligramos.
  • Dosis moderada: desde los 10 a los 24 miligramos.
  • Dosis alta: de 25 a 40 miligramos.

La 2CB es una feniletilamina psicodélica de media duración (4-8 horas), y sus efectos se manifiestan a partir de dosis bajas.

Aspectos importantes a tener en cuenta si se consume:

Cada persona reacciona de forma diferente a esta sustancia (por ejemplo, 15 miligramos pueden ser poco notables para algunas personas o suponer una intensa experiencia para otras).

Conviene tomar poco las primeras veces para asegurarse de que el efecto es el deseado antes de subir la dosis.

En el rango de los 14 a 24 miligramos, una diferencia de 2 miligramos puede suponer un incremento importante en el efecto.

Se recomienda no pasar de la dosis moderada, esto es, de 10 a 24 miligramos.

A partir de los 40 miligramos el viaje puede provocar formas agudas de miedoen el consumidor, aunque las constantes vitales siguen funcionando de modo satisfactorio.

Se desaconseja el consumo esnifado de 2CB. No se conocen casos de muerte o reacciones graves por esta vía con la 2CB, pero sí con otras sustancias de la misma familia (feniletilaminas). En caso de optar por esta vía, no se debe sobrepasar la mitad de la dosis oral para cada uno de los intervalos propuestos más arriba.

Contraindicaciones

Se trata de una sustancia nueva, que han probado pocas personas (si la comparamos con la cocaína o la MDMA), por lo que no se dispone de demasiada información.

Conviene extremar la prudencia o no tomar 2CB si: Se padece cualquier enfermedad, se está en periodo de gestación o lactancia, se está tomando cualquier medicación, se padece de un trastorno psicológico o se está pasando por una mala racha.

El consumo de esta sustancia es incompatible con una conducción segura de vehículos.

Precauciones

  • Tolerancia: Es posible que el consumo continuado lleve a un aumento en la tolerancia y por tanto, a la necesidad de subir la dosis para conseguir los mismos efectos, con lo que también se aumentan los riesgos.
  • Consumo habitual: Un consumo habitual podría provocar una gran disminución de los efectos positivos.
  • Frecuencia de consumo: Se recomienda espaciar en el tiempo las ocasiones en que se consume.

Recomendaciones

Dosificación: Es importante esperar a que suba antes de tomar otra dosis. Puede llevar su tiempo y deben evitarse las prisas.

Contexto: Su consumo debe realizarse en contextos adecuados en los que la persona se encuentre cómoda y pueda experimentar libremente sus efectos.

Estatus legal: Se trata de una sustancia que ha aparecido de forma más o menos reciente en el mercado, pero su estatus legal es el mismo que para otras drogas. Su consumo o tenencia en la vía pública está sancionado administrativamente y su venta considerada como un delito contra la salud pública. Consulta nuestro folleto “¿Qué he hecho yo para merecer esto?” para estar informado de cuestiones legales relacionadas con las drogas.

2CB y VIH

El consumo de 2CB impide que la persona piense con claridad y puede dar lugar a tomar malas decisiones y a correr riesgos. Algunos patrones de conducta de riesgo pueden aumentar el riesgo de contraer o de transmitir la infección por el VIH.

Efectos secundarios

Principales efectos secundarios: Náuseas, nerviosismo, ansiedad, frío o calor, efectos visuales que provoquen confusión y, en general, los habituales que pueden provocar los alucinógenos.

Otros efectos secundarios: Al tratarse de una sustancia poco conocida e investigada pueden darse también otros efectos secundarios no descritos aquí.

Subiendo la dosis de la 2CB pueden disminuir los efectos positivos y aumentar los riesgos. Es importante esperar a notar los efectos antes de redosificar.

Interacciones

2CB + MDMA: Algunos consumidores combinan MDMA y 2CB. Esta mezcla tiene efectos sinérgicos, es decir, que los efectos de ambas sustancias no se superponen, sino que se potencian. De este modo, se aumenta la estimulación y se potencian considerablemente los efectos psicodélicos de la 2CB. 

Precauciones: Existen algunas evidencias de una posible interacción entre la mezcla de 2CB y MDMA que provoca que la primera se acumule en el organismo. Por todo ello, se aconseja reducir la dosis de ambas sustancias, teniendo presente que los efectos sinérgicos pueden provocar una experiencia más potente y por lo tanto, más difícil de manejar. 

2CB + alcohol: La combinación de 2CB con alcohol al igual que ocurre con otros alucinógenos, puede enturbiar bastante la experiencia y hacer que ésta sea más confusa. Por ello es aconsejable moderar la mezcla de esas dos sustancias o evitarla.

2CB + cannabis: El cannabis también potencia los efectos de esta sustancia y puede alargarlos en el tiempo.

2CB + estimulantes: La mezcla con estimulantes del sistema nervioso central (cocaína, speed, etc.) amortigua los efectos psicodélicos, aunque, como con otros alucinógenos, cabe la posibilidad de que no resulte agradable a algunas personas debido al corte brusco de los efectos.

Intoxicación

Dosis muy elevadas: Existen referencias de dosificaciones de hasta 100mg en las que las constantes vitales de los consumidores continuaron funcionando correctamente. Hay que tener en cuenta que a dosis muy altas los efectos visuales y psicológicos pueden llegar a ser extremadamente intensos. 

En caso de sobredosificación: Tener en cuenta las mismas consideraciones que para un “mal viaje” de LSD u hongos.

  • Tranquilizar a la persona recordándole que, pasado un tiempo, el efecto remitirá.
  • Retirarla hacia un lugar tranquilo y aireado.
  • Hablarle de forma tranquila y sin titubeos, confortándola en la medida de lo posible.
  • Tanto si la ansiedad se prolongase como si aparecieran ideas extrañas y delirantes, alucinaciones intensas, agresividad, etc., será necesario acudir a los servicios sanitarios.

Si quieres consultar más información, pincha aquí: https://energycontrol.org/infodrogas/2cb.html

Nota: El objetivo de esta ficha es meramente informativo y en ningún caso se pretende estimular el consumo de esta droga, ni sustituir el asesoramiento médico. La organización no se hace responsable del uso inapropiado que pueda hacerse de esta ficha.

Alcohol

El consumo de alcohol es más elevado en personas con el VIH que en la población general, así como las tasas de alcoholismo, lo que puede complicar el tratamiento y provocar problemas hepáticos.

Bebidas alcohólicas

El alcohol que encontramos en las bebidas alcohólicas es el etanol o alcohol etílico. Es un líquido incoloro de olor característico y soluble en agua. La graduación de una bebida hace referencia al porcentaje de alcohol puro que estaría presente en la misma. Según el modo de obtenerlas, podemos clasificar las bebidas alcohólicas en dos grandes grupos:

  • Fermentadas: Este tipo de bebidas se obtienen a través de la fermentación de los azucares de frutas y cereales. Su graduación suele estar entre el 5% y el 15% aproximadamente. Ejemplos de estas bebidas serían la cerveza, el vino, la sidra, el cava, etc.
  • Destiladas: Se obtienen a partir de un líquido fermentado, que se somete a una destilación, un proceso físico que permite aumentar la concentración de alcohol. Por este motivo, en este grupo las bebidas presentan una graduación mayor que las fermentadas, a partir del 30%-40% (aproximadamente) en adelante. Ejemplos de estas bebidas serían el vodka, el tequila, el ron, la ginebra, etc.

Propiedades

El alcohol etílico es un depresor del sistema nervioso central, es decir, que ralentiza las funciones vitales. Según la dosis, se pueden experimentar diferentes efectos. A dosis bajas y/o moderadas puede provocar estados de euforia y de estimulación. Sin embargo, a dosis altas ralentiza todas las funciones vitales pudiendo inducir incluso el coma.

Al entrar en el organismo, es absorbido rápidamente por el aparato digestivo. Aunque una pequeña cantidad de alcohol pasa a la sangre a través del estómago, la mayor parte del alcohol es absorbido a través de las paredes del intestino delgado, desde donde pasa al torrente sanguíneo y viaja por todo el organismo, difundiéndose con facilidad hacia las células de los distintos órganos y tejidos.

A los 5 minutos de su consumo ya puede encontrarse alcohol en la sangre y su concentración máxima se produce aproximadamente a los 30 minutos de su ingesta. Una vez en el organismo, el alcohol recorre prácticamente todos los sistemas corporales, siendo en el cerebro donde se producen los efectos psicoactivos.

El 90% del alcohol ingerido se procesa a través del hígado, que lo metaboliza (lo transforma) para su eliminación. El 10% restante se elimina de forma directa (sin transformación) principalmente a través de la respiración, la orina y el sudor. En el caso de las mujeres, también puede pasar a la leche materna.

Posología

Según las diferentes proporciones de alcohol contenidas en los diferentes tipos de bebida, se acostumbra a tomar entre 10 gramos (caña de cerveza, vaso de vino o chupito) y 20 gramos (cubata) de alcohol por consumición. Se estima que puede existir un consumo de riesgo a partir de cierta cantidad en un mismo día. Para los hombres se considera un consumo de riesgo aquel que suponga una ingesta de bebidas alcohólicas que suponga el equivalente a más de 40 gramos de alcohol puro al día y, para las mujeres, a partir del equivalente a 24 gramos de alcohol puro al día.

Estas cantidades son orientativas. El consumo de alcohol puede producir daños en los consumidores dependiendo de multitud de variables: sexo, edad, peso, estado físico, estado psíquico, tipo de alcohol, situación, etc.

Cuanto más alcohol se halle en el cuerpo, más rápido aparecen los efectos depresores en el sistema nervioso central.

Contraindicaciones

En algunos casos, el consumo de alcohol debe evitarse:

  • En niños, mujeres embarazadas y/o en periodo de lactancia.
  • Si se padecen enfermedades hepáticas (del hígado) o del aparato digestivo.
  • Si se ha de conducir vehículos, manejar maquinaria o realizar actividades que requieran atención o entrañen peligro.
  • Si se padece algún trastorno psicológico que desaconseje el consumo de alcohol.

Precauciones

Los efectos del alcohol dependen de varios factores:

  • El sexo. Las mujeres tardan más en metabolizarlo, por lo que estará presente en su organismo durante más tiempo.
  • El peso corporal. A menor peso, mayor efecto.
  • La velocidad con la que se consume. Beber despacio hará que los niveles de alcoholemia no se disparen, reduciendo así la posibilidad de sufrir consecuencias negativas.
  • Tipo de bebida. No es lo mismo la cantidad de alcohol de una bebida fermentada que una destilada. Estas últimas suben antes (llevan más alcohol) y, si te pasas con ellas, las consecuencias negativas serán mayores que las positivas.
  • Beber con el estómago vacío. El alcohol pasará antes a la sangre incrementando las probabilidades de que te siente mal. Si vas a beber, procura hacerlo con el estómago lleno.
  • La tolerancia. Ocurre cuando se bebe de forma repetida. Esto implica que cada vez que se beba se necesitará más cantidad para conseguir los mismos efectos que antes se conseguían con menos cantidad. Procura no exceder la dosis límite para un consumo de riesgo señalada más arriba.

Alcohol y VIH

Un estudio reciente realizado con personas con VIH reveló que el consumo incluso moderado de alcohol podría ser perjudicial para su salud, por lo que aconsejaba que se fijara un umbral de seguridad en el consumo de alcohol más bajo en personas con el VIH que en la población general (véase más información en este enlace).

También hay que tener en cuenta que el efecto del alcohol (de desinhibición o de depresión) puede influir negativamente en la adherencia al tratamiento, es decir, que haga que sea más probable que las personas se salten alguna dosis de su terapia.

Efectos secundarios

En función de la cantidad de alcohol ingerida y de las particularidades de la persona, el consumo de alcohol puede relacionarse con una serie de reacciones adversas importantes: disminución de la capacidad de atención, juicio y control, problemas en el habla (dificultad para articular palabras), inestabilidad emocional, deterioro de las capacidades perceptivas, la memoria y la comprensión, descoordinación motriz, somnolencia, inconsciencia o incluso coma. Además, puede producir un efecto desinhibidor que favorece conductas que en otras circunstancias la persona podría juzgar inadecuadas.

El consumo crónico de alcohol en grandes cantidades se relaciona con problemas de salud como enfermedades hepáticas, dolencias cardiacas, problemas sexuales, daños cerebrales permanentes, cáncer de boca y garganta, etc.

Es aconsejable beber menos y disfrutar más, intercalar bebidas sin alcohol o espaciar los consumos.

Interacciones

Debido a las interacciones que se producen, hay que tener cuidado al combinarlo con las siguientes sustancias:

  • Con otros depresores, como los tranquilizantes (Trankimazin o Rohipnol), GHB/GBL o ketamina puede producir estados profundos de sedación con pérdida de conciencia e incluso el coma.
  • Con psicofármacos como benzodiacepinas (Diazepam, Lorazepam, Rivotril, etc.) se produce enlentecimiento de la respiración y, en dosis elevadas, la respiración puede llegar a detenerse. En dosis moderadas se multiplica el riesgo de efectos adversos (somnolencia excesiva, falta de coordinación, amnesia, etc.). En dosis elevadas, la combinación de alcohol y benzodiacepinas puede ser mortal.
  • Con cannabis: ya que puede aumentar la probabilidad de sufrir lipotimias y vómitos.
  • Con estimulantes tipo MDMA o anfetamina (speed) incrementa la deshidratación corporal y el riesgo de ‘golpe de calor’. Además, hace que se contrarresten los efectos de ambos, con lo que puede aparecer una tendencia a un mayor consumo con objeto de experimentar los efectos deseados y, por tanto, un aumento en los riesgos.
  • Con cocaína genera en el organismo el llamado coca-etileno, un metabolito de gran poder tóxico.
  • Con bebidas energéticas: Se puede enmascarar el efecto de ambas sustancias y aparecer la tendencia a consumir más de ambas.

Intoxicación

Ingiriendo grandes cantidades de alcohol, los efectos depresores se agudizan apareciendo dificultades para hablar y andar, vértigos, vómitos, temblores y disminución del nivel de conciencia (que puede llevar al coma y la muerte por parada cardiorrespiratoria). En el momento en que alguno de estos síntomas aparezca, se debe parar de beber inmediatamente, tomar algo de vitamina B (zumos y fruta) y, en caso de que la persona se encuentre mal, acudir inmediatamente al médico. No te cortes a la hora de llamar al médico o a una ambulancia. La aparición de arcadas y/o vómitos es señal de que el organismo no tolera ya más cantidad de alcohol. Por lo tanto, vomitar y seguir bebiendo solo aumenta las posibilidades de terminar mal la noche. Para reducir esta posibilidad, una buena opción puede ser intercalar bebidas sin alcohol o espaciar los consumos (no hacerlos tan seguidos).

La intoxicación etílica produce al día siguiente la llamada resaca. Se manifiesta con diferentes síntomas: cansancio, dolor de cabeza, vértigos, mayor sensibilidad a la luz y a los ruidos, ojos enrojecidos, dolores musculares y sed. También es frecuente sentir náuseas, vómitos y dolor de estómago. En general, la resaca comienza varias horas después de la última copa, momento en que los niveles de alcohol en la sangre comienzan a bajar y pueden alargarse más allá de las 24 horas siguientes.

La resaca tiene lugar por el desgaste producido en el organismo y, por tanto, es importante reponer lo perdido. Tomar bebidas azucaradas, zumos y frutas, dormir y descansar pueden ser buenas opciones para que el organismo se recupere adecuadamente.

Manténgase fuera del alcance de los niños. Consulte a su médico o a personal especializado.

Para más información: Este texto está adaptado de un documento elaborado por la organización Energy Control. Podrás encontrar más información en su web.

¿Quieres saber más?

Nota: El objetivo de esta ficha es meramente informativo y en ningún caso se pretende estimular el consumo de esta droga, ni sustituir el asesoramiento médico. La organización no se hace responsable del uso inapropiado que pueda hacerse de esta ficha.

Buprenorfina o Suboxone

Buprenorfina o buprenorfina/naloxona (Suboxone®) es un medicamento opiáceo de acción continuada que se utiliza para tratar la dependencia a los opioides como la heroína o los analgésicos narcóticos. El tratamiento con estas drogas permite prevenir el síndrome de abstinencia al dejar de tomar los opioides.

Composición

Los comprimidos de buprenorfina o buprenorfina/naloxona pueden contener diversas dosis de hidrocloruro de buprenorfina, que deben adaptarse a las necesidades de cada persona. Así, la dosis es mayor cuando se está en proceso de deshabituación del consumo de opiáceos que cuando se está en terapia de mantenimiento.

Propiedades

Buprenorfina o buprenorfina/naloxona es un medicamento opiáceo de acción continuada.

La buprenorfina presenta una activación parcial de los receptores de opioides cerebrales. Su actividad en el tratamiento de mantenimiento con opioides se atribuye a su actividad lentamente reversible sobre los receptores de los opioides lo cual consigue, durante un período prolongado, reducir al mínimo la necesidad de los pacientes adictos a las drogas.

La naloxona es también un medicamento opiáceo –en este caso con efectos contrarios tanto a los de la heroína como a los de los opiáceos usados en terapias de deshabituación (buprenorfina o metadona)- que se usa en el tratamiento de la intoxicación aguda –sobredosis– por opiáceos, ya que anula sus efectos. Dado que solo se absorbe por vía inyectada, si la combinación se toma por vía oral, naloxona no ejerce ningún efecto. El objetivo de añadir naloxona es que el tratamiento se administre por la vía adecuada (la oral).

Presentación

Buprenorfina (sin naloxona, bajo el nombre de Buprex®, Bunorfin® o como especialidad farmacéutica genérica [EFG]) está disponible en comprimidos de diversas dosis (0,2; 0,3; 0,4; 2 y 8mg). Buprenorfina y naloxona (Suboxone®) está disponible en comprimidos de 2 y 8mg.

Posología

La buprenorfina es un medicamento opiáceo de acción continuada, lo que permite el tratamiento de mantenimiento la toma diaria o, en algunos casos, la toma cada dos o tres días.

Los comprimidos deben deshacerse debajo de la lengua durante 5-10 minutos hasta su completa disolución

La naloxona, que no se absorbe debajo de la lengua, no produce ningún efecto y la buprenorfina actúa de forma correcta por esa vía cuando se encuentra coformulada con la naloxona. Sin embargo, si el comprimido fuese pulverizado e inyectado por vía intravenosa, el efecto de la naloxona predominaría, anularía los efectos de la buprenorfina y provocaría un síndrome de abstinencia en la persona.

La dosis inicial recomendada es de 2 o 4mg de buprenorfina. La dosis se aumentará progresivamente en tandas de entre 2 y 8mg hasta llegar a la dosis de mantenimiento adecuada para cada persona. La dosis de mantenimiento nunca debería superar los 24mg diarios.

Contraindicaciones

  • Alergia al principio activo o a alguno de los excipientes (puedes consultarlos en el prospecto del medicamento con buprenorfina que estés tomando).
  • Insuficiencia respiratoria grave
  • Deterioro hepático grave
  • Alcoholismo agudo o delirium tremens
  • Administración concomitante de determinados fármacos -tales como naltrexona o nalmefeno- que se utilizan para el tratamiento de la dependencia del alcohol o de opioides.

Precauciones

Se han notificado varios casos de muertes causadas por depresión respiratoria, especialmente cuando la buprenorfina se ha usado en asociación con benzodiacepinas o alcohol. Es importante utilizar con mucha precaución junto a esas sustancias y a poder ser evitar el uso conjunto.

Este medicamento debe usarse con precaución en los pacientes con asma o insuficiencia respiratoria, puesto que puede agravar la sintomatología de estas condiciones.

Buprenorfina (o suboxone) y VIH

Antirretrovirales como ritonavir y nelfinavir o antifúngicos como ketoconazol e itraconazol pueden incrementar, en gran medida, las concentraciones sanguíneas de buprenorfina, por lo que se precisaría un ajuste de la dosis de Suboxone®. En caso de duda, consulta con un profesional sanitario.

No se aconseja su uso si tienes la función hepática muy dañada. Este aspecto es especialmente importante si tienes hepatitis C ó B crónica o si tomas algún otro fármaco que puede producir toxicidad en el hígado.

 Efectos secundarios

Algunos efectos secundarios relacionados con la buprenorfina son insomnio, mareos y, sobre todo al inicio del tratamiento, síndrome de abstinencia (aunque de intensidad mucho menor a la experimentada cuando no se está bajo tratamiento). Es importante que tu médico evalúe la función de tu hígado (con análisis de sangre o una prueba totalmente indolora conocida como FibroScan®) antes de iniciar tratamiento de mantenimiento con la buprenorfina, ya que no se recomienda su uso si el hígado está muy deteriorado. Este hecho puede ser relativamente frecuente en personas coinfectadas por VIH y hepatitis B o C.

Interacciones

Si estás tomando tratamiento contra el VIH, la terapia de mantenimiento con buprenorfina podría interaccionar con algunos medicamentos (como puedes comprobar realizando una consulta en el buscador de interacciones de esta misma página web).

Dichas interacciones pueden hacer que los niveles de buprenorfina aumenten o disminuyan, por lo que será necesario ajustar la dosis del opiáceo.

Respecto a otros tratamientos que pueden afectar a los niveles de buprenorfina, destacan algunos antidepresivos, tranquilizantes, sedantes, medicamentos para tratar infecciones por hongos, algunos tratamientos para la epilepsia y algunos medicamentos para tratar las alergias. Si tomas algún fármaco de una de estas familias y vas a comenzar un tratamiento de mantenimiento con buprenorfina, es muy recomendable que lo pongas en conocimiento de tu médico. Otras sustancias que pueden interaccionar con el tratamiento con buprenorfina son el alcohol (que incrementa su toxicidad) y la cocaína (que reduce su eficacia), por lo que se recomienda no utilizar dichas sustancias durante la terapia de mantenimiento.

Intoxicación

La depresión respiratoria, a consecuencia de la depresión del sistema nervioso central, es el principal síntoma que requiere la intervención en el caso de sobredosis, ya que puede causar paro respiratorio y la muerte. Los signos de sobredosis también pueden incluir somnolencia, ambliopía, miosis, hipotensión, náuseas, vómitos o trastornos del habla.

Es importante contactar con emergencias llamando al 112 en caso de detectar que una persona tiene una sobredosis, dada su potencial letalidad.

¿Quieres saber más?

Referencias:

Opciones de tratamiento de la dependencia de opiáceos. Guía básica para personas que viven con VIH. Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt-VIH). Barcelona, 2013.

http://www.aemps.gob.es/

Nota: El objetivo de esta ficha es meramente informativo y en ningún caso se pretende estimular el consumo de esta droga, ni sustituir el asesoramiento médico. La organización no se hace responsable del uso inapropiado que pueda hacerse de esta ficha.

Cannabis

El cannabis o la marihuana es una droga recreativa ilegal derivada de las hojas y flores de la planta del cannabis. Se puede fumar, comer o beber en infusión. Tiene efectos relajantes, reduce el dolor, produce sueño y aturdimiento.

Composición

En el cannabis se encuentran presentes centenares de compuestos químicos, muchos de los cuales tienen efecto sobre el sistema nervioso. De todos los componentes de la planta del cannabis, los más importantes desde el punto de vista psicoactivo son el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD).

El THC se piensa que es el responsable de los efectos psicoactivos (del colocón) del cannabis. El cannabidiol (CBD) modula los efectos psicoactivos del THC, en especial atenúa algunos efectos secundarios y presenta diversos efectos farmacológicos, sobre todo como relajante y en la disminución del dolor y la inflamación.

En general, la potencia psicoactiva de una marihuana es debida a la cantidad de THC que presenta.

En función de la parte consumida y su forma de elaboración, podemos clasificar los derivados del cannabis en tres grupos que son:

  • Marihuana: preparado con hojas secas y flores, que contiene entre 6 y 14% de THC (actualmente en ocasiones puede superar este porcentaje).
  • Hachís: preparado de resina segregada por la planta de cannabis o hirviendo esta planta. Contiene entre un 15 y un 30% de THC, dependiendo de la variedad.
  • Aceite de hachís: preparado mediante la destilación de la planta en disolventes orgánicos. Dependiendo de la técnica y de los aparatos empleados en la destilación puede llegar a alcanzar un 65% de contenido de THC.

Propiedades

El cannabis se consume habitualmente fumado en cigarrillos (porros, canutos, etc.), con frecuencia mezclado con tabaco, por lo que sus efectos se experimentan rápidamente. También se puede consumir por vía oral mediante comestibles como galletas, bizcochos, aceites, mantequillas, etc. Cuando se come, los efectos tardan en aparecer (como muy pronto a la media hora y teniendo el estómago vacío antes de ingerirlo) son más intensos y pueden prolongarse durante muchas horas. Tanto la persona que prepara la comida con marihuana como la que se la come deben tomar precauciones y ser conscientes en todo momento de la cantidad ingerida, con independencia de que no note aún ningún efecto.

En el ámbito del uso medicinal, también se utilizan cremas y aceites para aplicar de manera tópica. Sin embargo, no existen pruebas de que los cannabinoides se absorban a través de la piel.

Entre sus efectos principales destacan sentimientos de relajación, placidez y bienestar, risa incontrolable, aumento de la apreciación de la música y de los sentidos, reducción de las náuseas y del dolor, disminución de la percepción de fatiga muscular y aumento de la creatividad.

También aparece aumento del apetito, enlentecimiento general, ojos rojos, sequedad de boca y dificultades para pensar claramente y para seguir conversaciones.

Presentación

El cannabis suele presentarse, habitualmente, de dos maneras:

  • Como hachís. Preparado con la resina de la planta.
  • Como marihuana. Cogollos o floraciones de la planta.

Se recomienda que los productos consumidos (marihuana, hachís, extracciones, etc.) contengan también cannabidiol (CBD) que modula los efectos del THC y reduce algunos de sus efectos negativos.

A menudo, aparecen en el cannabis otras sustancias de forma involuntaria (contaminaciones). Las más frecuentes son las debidas a hongos, pesticidas y metales pesados. En el caso del cannabis no es habitual detectar adulteraciones, entendidas éstas como la adición de otros productos con el objetivo de aumentar el volumen o enmascarar la falta de la sustancia de interés. En el caso del hachís hay más posibilidades de añadir otros productos con aspecto de resina con el fin de aumentar el volumen y obtener más ganancia.

Posología

Cuando se consume por primera vez, se recomienda consumir poco (2-3 caladas poco intensas) y decidir sobre el efecto producido.

El humo de los porros los daña. Si lo fumas, usa un filtro adecuado o un vaporizador. No retengas el humo en los pulmones, esto no hace que el efecto sea mayor.

La dosis depende de varios factores:

  • De cada persona
  • Del nivel de tolerancia que haya desarrollado a la sustancia (esto es, lo que uno se haya “acostumbrado” al cannabis).
  • De su estado físico.
  • De la propia sustancia.

Contraindicaciones

En algunos casos, el consumo de cannabis debe evitarse:

  • Si se ha de conducir y/o manejar maquinaria peligrosa. El cannabis reduce nuestra habilidad para conducir y, mucho más, si se mezcla con alcohol.
  • En niños, mujeres embarazadas y mujeres en periodo de lactancia.
  • Si se padecen enfermedades del corazón y/o pulmonares, diabetes, asma, hipertensión (tensión arterial alta) o epilepsia.
  • Si se padece algún tipo de trastorno psicológico o se está pasando por una mala racha. En personas predispuestas, el cannabis puede precipitar/agravar un trastorno psicótico subyacente.
  • También debe evitarse su consumo si se está tomando cualquier tipo de medicación.

Precauciones

Debes tener en cuenta los siguientes aspectos relacionados a su consumo:

  • El consumo continuado de cannabis lleva a un aumento de la tolerancia al THC. Por tanto, cada vez se necesitará elevar más la dosis para conseguir los efectos que antes se conseguían con menor cantidad. Al aumentar la dosis, por tanto, aumentan también los riesgos asociados.
  • Aunque no se ha descrito un síndrome físico de abstinencia al dejar de consumir cannabis, puede producirse en consumidores habituales una habituación psicológica a la sustancia que puede hacer que, para estas personas, sea difícil dejar de consumir. Una buena forma de evitar esto es reservar el consumo para las ocasiones especiales y tratar de evitar, en la medida de lo posible, un consumo frecuente.
  • Se han descrito complicaciones respiratorias (irritación bronquial y pulmonar) tras un consumo continuado de cannabis.
  • La posesión o el consumo en lugares públicos están sancionados por la ley.

El consumo continuado de cannabis lleva a un aumento de la tolerancia al THC. Al aumentar la dosis también se aumentan los riesgos.

Efectos secundarios

El consumo de cannabis puede producir pánico, paranoia, sequedad de boca, problemas respiratorios, nerviosismo y aumento de la tasa cardiaca. También puede producir reducción en la capacidad de concentración, cansancio y confusión. Es importante tener en cuenta estos efectos sobre todo si tenemos que realizar tareas que requieran de nuestra atención y concentración (por ejemplo, si tienes que estudiar o trabajar).

Otros efectos adversos frecuentes serían: Tos, sensación de ahogo, mucosidad, ronquera, irritación de la faringe; dificultades relacionadas con la memoria a corto plazo, especialmente cuando se va bajo los efectos y en periodos de uso más frecuente.

En personas que dejan de consumir tras haber estado mucho tiempo haciéndolo se pueden presentar algunos síntomas de abstinencia: ansiedad, dolor de cabeza, dificultades para dormir y pérdida de apetito.

Algunos estudios apuntan que el uso frecuente y continuo de marihuana, empezando en la adolescencia, pueden relacionarse con un descenso de la concentración y la memoria. Sin embargo, las personas que empezaron a consumirla cuando ya eran adultas, no sufrieron ese efecto de forma tan intensa. Esto sugiere que el impacto más grande por el consumo continuado se produce cuando el cerebro aún está madurando.

Interacciones

Debido a las interacciones que se producen, hay que tener cuidado al combinarlo con las siguientes sustancias:

  • Con alcohol puede aumentar la probabilidad de sufrir lipotimias y vómitos.
  • Con estimulantes puede tener ciertos efectos en el metabolismo y la tensión sanguínea.
  • Con los alucinógenos, puede potenciar los efectos, por tanto, su combinación podría conducir a una experiencia demasiado intensa que podría resultar desagradable.

En este sitio web podrás consultar otras interacciones posibles entre el cannabis y otras sustancias.

Intoxicación

Aunque la intoxicación por cannabis no es frecuente, sí pueden aparecer determinados problemas fundamentalmente de orden psicológico, principalmente ataques de pánico. Ante esta situación se recomienda llevar a la persona a un lugar tranquilo, no dejarla sola en ningún momento y, mediante frases tranquilizadoras, lograr que poco a poco vaya recuperando la normalidad. Suele ser útil recordarle que pronto pasarán todos los síntomas y que no debe preocuparse por ellos.

También pueden producirse bajadas de tensión, mareos y vómitos cuando se realiza un consumo elevado de cannabis, si se toma con el estómago vacío, durante las primeras veces que se consume o cuando se mezcla con alcohol. En ese momento, puede ser necesario tumbar a la persona, con las piernas levantadas y la cabeza inclinada hacia un lado por si sobreviene el vómito. Una vez que la persona se ha recuperado, puede ser útil tomar algo de azúcar.

Cuando se consume cannabis por vía oral (preparados cocinados de marihuana o hachís, aceite o preparados farmacéuticos) aumenta la duración total de los efectos y los riesgos de sobredosificación e intoxicación, por lo que se recomienda adaptar la dosis según la forma de presentación y la vía de consumo. El riesgo de intoxicación varía en función de la persona. Con esta vía de administración también aparecen con más frecuencia los efectos alucinógenos de la sustancia y, si se produce una intoxicación, los efectos adversos pueden durar más y ser más potentes (mareos, ansiedad y taquicardias, lipotimias). En algunos casos pueden aparecer episodios psicóticos agudos.

Manténgase fuera del alcance de los niños. Consulte a su médico o a personal especializado.

Nota: El objetivo de esta ficha es meramente informativo y en ningún caso se pretende estimular el consumo de esta droga, ni sustituir el asesoramiento médico. La organización no se hace responsable del uso inapropiado que pueda hacerse de esta ficha.

Para más información: Este texto está adaptado de un documento elaborado por la organización Energy Control. Podrás encontrar más información en su web.

¿Quieres saber más?

Cocaína

La cocaína es un alcaloide cuyo nombre químico es benzoilmetilecgonina aunque puede que la conozcas como coca, farla, farlopa, perico… Actúa sobre los sistemas de neurotransmisión de la dopamina, noradrenalina y serotonina. Se extrae de las hojas del arbusto Erythroxylum coca, que se cultiva principalmente en Sudamérica, principalmente en Perú, Bolivia y Colombia.

Composición y adulterantes

La composición de la cocaína es el clorhidrato de cocaína en proporción variable. Los adulterantes más frecuentemente utilizados son:

  • Estimulantes, como cafeína; analgésicos, paracetamol y fenacetina
  • Anestésicos locales, como lidocaína, procaína y benzocaína.
  • Diluyentes (sustancias inactivas para dar volumen) más frecuentes son: manitol, glucosa, – celulosa, lactosa, carbonato cálcico y sulfato cálcico (yeso).
  • Además, desde verano de 2009 en Energy Control han observado la aparición de un antiparasitario veterinario, levamisol, cuyos efectos secundarios y efectos a largo plazo están poco investigados en el ser humano.

Propiedades

Estimulante del sistema nervioso central de acción rápida, intensa y de corta duración: los efectos aparecen rápido y duran entre 30 y 45 minutos, si bien la estimulación puede alargarse durante más tiempo. Presenta, además, una acción anestésica local. Entre sus efectos principales destacan:

  • Euforia y exaltación del estado de ánimo.
  • Ausencia de fatiga, de sueño y de hambre.
  • Disminución de las inhibiciones, por lo que la persona suele percibirse como alguien sumamente competente y capaz.
  • Aceleración del ritmo cardíaco y aumento de la presión arterial.
  • La sensación de bienestar inicial suele ir seguida por una bajada caracterizada por cansancio, apatía e irritabilidad.

Presentación

Polvo blanco cristalino en papelinas o bolsitas, generalmente consumido por vía nasal. La cocaína también se puede consumir por vía intravenosa y pulmonar, es decir fumada (‘crack’), siendo su potencial de adicción y efectos tóxicos más elevados.

El basuco (pasta base) es un producto de menor calidad, que se encuentra sobre todo en los países productores.

Posología

La dosis varía en función de varios factores:

  • De cada persona: características físicas y psicológicas.
  • De la pureza de la cocaína.
  • De la tolerancia que cada persona haya desarrollado con la sustancia.

Cuando se va a consumir por primera vez es recomendable empezar con una dosis suficientemente baja y, a partir de las reacciones obtenidas, ajustarla. Cuando se esnifa, una dosis baja está entre los 20 y los 50 miligramos, así que de 1 gramo se podrían llegar a sacar más de 20 dosis.

Se debe tener mucho cuidado al considerar la dosis a consumir. Estos son rangos amplios que dependen, en gran medida, de la pureza de la cocaína.

Dosis

  • Baja: 20-50 mg
  • Media: 50-75 mg
  • Alta >75 mg

Cuando se esnifa, los efectos aparecen a los pocos minutos y duran entre 30 y 45 minutos, si bien la estimulación puede alargarse hasta una hora u hora y media.

Si tomas múltiples dosis en una sesión, trata de que las siguientes sean cada vez más pequeñas que las anteriores. Lo mejor es fijar un límite de cuándo puede usar en una sesión y no excederlo. Cuídate de intentar recuperar la primera sensación de euforia de la sesión, pues no lo lograrás.

Recuerda que tu lote está seguramente mezclado con otros químicos, los cuales tendrán diferentes efectos y riesgos para la cocaína.

Intenta evitar un patrón de uso regular (especialmente más de una vez al mes). Asegúrate de estar con personas que para ti sean fiables y cuidaros mutuamente. Puede ser útil tener una persona en el grupo que permanezca sobria. El riesgo de daño aumenta significativamente si la cocaína se usa junto a otras sustancias (como el éxtasis o las anfetaminas) y especialmente con el alcohol.

El consumo habitual de sustancias psicoactivas produce tolerancia. Eso significa que para obtener los mismos efectos se requieren dosis mayores o que con las mismas dosis se experimentan efectos menos intensos. La tolerancia no tiene por qué desarrollarse de forma uniforme ante todos los efectos, pero, como regla general, se desarrolla tanto para los positivos como para los negativos. 

Contraindicaciones

En algunos casos, el consumo de cocaína debe evitarse:

  • Mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
  • Personas con enfermedades cardiovasculares (hipertensión arterial, cardiopatía isquémica, aneurismas arteriales, trastornos del ritmo, antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular grave…).
  • Problemas del hígado y/o del riñón.
  • Cuando se va a conducir vehículos o manejar maquinaria peligrosa.
  • Cuando se tienen problemas psicológicos (ansiedad, trastorno bipolar, depresión, psicosis o esquizofrenia) o se está atravesando un mal momento.
  • Si se padece glaucoma.
  • Si se está recibiendo cualquier tipo de medicación, espacialmente con antidepresivos IMAO (inhibidores de la monoamino oxidasa, como p.ej. Nardil, Parnate, Marplan, Manerix y Deprenyl).
  • Si se tiene hipertiroidismo, Epilepsia, Síndrome de Tourette u otro trastorno compulsivo.
  • Si se está en fase de crecimiento la cocaína puede acarrear mayores riesgos que en personas de más edad.

Precauciones

A la hora de consumir cocaína debes tener presente los siguientes aspectos relacionados con su consumo:

  • Los efectos adversos de la cocaína se incrementan rápidamente en función de dosis elevadas o repetidas.
  • La repetición frecuente en el mismo día incrementa la ansiedad, las taquicardias y la presión arterial, y puede provocar intoxicación aguda sin que aumenten los efectos deseados.
  • La repetición en días cercanos aumenta el riesgo de dependencia psicológica, caracterizada por deseos intensos de consumo, estados emocionales negativos asociados a la abstinencia, y desestructuración de la vida familiar, laboral y social.
  • No compartas el rulo: compartir rulos o tubitos para esnifarla puede provocar la transmisión de múltiples enfermedades (debido al intercambio de mucosidades o aparición de pequeñas heridas en las fosas nasales), como la hepatitis C.
  • Pulverizar bien la cocaína (machacando bien los cristalitos o piedrecitas antes de esnifar) reduce la aparición de hemorragias y ulceraciones en las mucosas de la nariz.
  • Aplicación: Aplica una pequeña cantidad sobre tus encías. Deberías empezar a sentir sus efectos en un lapso de 2 minutos. Ten en cuenta que lo que sientas no es un indicador de la pureza de tu cocaína. Aspirada: Asegúrate de que la cocaína esté firmemente molida. De ser posible, usa una pajita de metal especialmente diseñada, una pajita de plástico con bordes bien definidos, o papel de revista, brillante y limpio. Evita usar billetes de banco y compartir pajitas. Si lo haces corres el riesgo de infectarte por virus transmitidos por la sangre, incluida la hepatitis C.
  • La estancia en lugares calurosos potencia los efectos negativos de tipo neurotóxico.
  • El ejercicio físico bajo los efectos de la cocaína puede provocar infartos o graves lesiones cardíacas.
  • Su posesión o consumo en lugares públicos está penado por la ley.

Efectos secundarios

El consumo de cocaína puede provocar fatiga, irritabilidad, pérdida del apetito, dolor abdominal y muscular, náuseas o vómitos, reducción de la libido e irregularidades en la menstruación. Además, conviene tener en cuenta que el consumo repetido a largo plazo puede derivar en algunas de las siguientes consecuencias:

  • Puede producir complicaciones psiquiátricas: crisis de ansiedad, disminución de la memoria y de la capacidad de concentración.
  • En ocasiones puede aparecer la llamada “psicosis cocaínica” consistente en ideas paranoides que llevan a la persona a un estado de confusión, pudiendo producir verdaderas crisis de pánico, cuadros alucinatorios, etc.
  • Trastornos nutricionales (bulimia y anorexia nerviosa).
  • Alteraciones neurológicas (cefaleas o accidentes cerebro-vasculares como el infarto cerebral).
  • Cardiopatías (arritmias) y problemas respiratorios (disnea o dificultad para respirar).
  • Importantes secuelas sobre el feto durante el embarazo (aumento de la mortalidad perinatal, aborto y alteraciones nerviosas en el recién nacido).
  • Los datos respecto a la dependencia física y la tolerancia de la cocaína no son concluyentes. Sin embargo, sí se puede afirmar que el grado de dependencia psicológica es uno de los más elevados entre las diferentes sustancias psicoactivas.

Interacciones

Debidos a los efectos que se pueden obtener, conviene tener presentes las siguientes interacciones entre cocaína y otras sustancias:

  • Su uso conjunto con otros estimulantes como anfetaminas (speed) o MDMA (éxtasis) aumenta los efectos estimulantes de ambas sustancias por separado. A su vez, aumentarían las probabilidades de aparición de ansiedad y aumento de la presión arterial y el ritmo cardíaco (lo que puede producir infartos cerebrales y cardíacos).
  • Su uso con depresores como el alcohol, produce una disminución mutua de los efectos de ambos, lo cual puede empujar al consumo repetido de ambas sustancias, aumentando importantemente los riesgos, tanto de daños físicos en el hígado y los riñones, como de dependencia de ambas sustancias. Además, la mezcla de cocaína con alcohol crea un metabolito llamado ‘cocaetileno‘ con potencial para producir daños hepáticos.
  • Su uso con ambos (depresores y estimulantes) produce deshidratación y un importante aumento de la temperatura corporal, facilitando una peligrosa reacción orgánica denominada “golpe de calor” que puede provocar la muerte.
  • La cocaína podría presentar interacciones de nivel bajo a moderado con algunos medicamentos antirretrovirales. Si deseas más información, consulta el buscador de interacciones de infodrogas-vih.
  • El uso conjunto de cocaína con fármacos antirretrovirales de la clase de los no análogos de nucleósido (efavirenz, nevirapina, etravirina y rilpivirina) podría aumentar el riesgo de toxicidad hepática.

Cocaína y VIH

Las personas que consumen cocaína y no tienen el VIH, es importante que sepan que esta droga podría aumentar el riesgo de infección.

Habitualmente se considera que las conductas y prácticas de riesgo son los principales factores asociados con la infección por VIH. En el caso de la cocaína, una sustancia que con mucha frecuencia se utiliza en contextos sexuales, es sabido que sus efectos eufóricos pueden hacer cambiar la percepción de uno mismo y de las propias prácticas sexuales como consecuencia de la desinhibición del comportamiento. No obstante, un ensayo clínico realizado en animales ha hallado que, entre los mecanismos que subyacen en la transmisión del VIH en personas que consumen cocaína, figuran también cambios biológicos en el sistema inmunitario que aumentan la vulnerabilidad frente a la infección. Esto significa que las personas que consumen cocaína y realizan prácticas sexuales sin protección podrían tener más probabilidades de adquirir la infección por el VIH como consecuencia de una serie de cambios biológicos que se producen a nivel del sistema inmunitario (1).

Estudios realizados en animales han mostrado que la cocaína y la metanfetamina podrían aumentar la replicación del VIH (2) y ensayos clínicos en humanos han hallado que el VIH causa mayor daño neuronal y deterioro cognitivo en los pacientes con trastorno de adicción a dichas sustancias que en los pacientes con el VIH que no las consumen (3).

El uso de cocaína también se ha asociado con un empeoramiento o una progresión de la arteriosclerosis (obstrucción de las arterias por acúmulos de placa) en personas con el VIH lo que podría aumentar el riesgo de ataque al corazón e ictus (4).

El uso frecuente de cocaína inyectada podría aumentar el riesgo de daño renal en personas coinfectadas por el VIH y el VHC (5, 6).

De forma similar a lo que sucede con el resto de drogas y sustancias, un uso problemático de la cocaína podría afectar a la adherencia al tratamiento antirretroviral.

Intoxicación

La gravedad de la intoxicación por cocaína depende de la cantidad consumida y de las características físicas y psicológicas de quien la consume. La dosis letal es, en general, de 1,4 gramos para una persona de 70kg, cuando se emplea de forma inhalada, y 700mg al utilizarse de forma intravenosa, pero en personas con problemas de hígado, riñón o corazón se pueden producir reacciones con riesgo de muerte con dosis mucho menores. En general, los síntomas de sobredosificación suponen un aumento de los síntomas físicos y psicológicos ya citados, produciéndose una intensa ansiedad, ideas paranoides de persecución, agresividad, aumento de la temperatura, taquicardias y arritmias, y elevación de la presión arterial que puede provocar infartos cerebrales y cardíacos. Estos síntomas requieren atención médica para su valoración y, en general, remiten tras unas horas de abstinencia en un entorno tranquilo, fresco y seguro, con o sin administración de tranquilizantes.

La evidencia sugiere que las benzodiazepinas (por ejemplo, Valium y Xanax) pueden aliviar el malestar del bajón (crash) de cocaína. La posesión de estas drogas sin receta es ilegal en muchos países. Estos medicamentos tienen su propio bagaje de riesgos para la salud, los cuales deben ser investigados exhaustivamente. Asegúrate de recuperar el sueño perdido.

Manténgase fuera del alcance de los niños. Consulte a su médico o a personal especializado.

Para más información: Este texto está adaptado de un documento elaborado por la organización Energy Control. Podrás encontrar más información en su web.

¿Quieres saber más?

Referencias:

1. Vatakis D, Kim S, Lowe E, et al. Cocaine-mediated impact on HIV infection in humanized BLT mice. Scientific Reports 5, 10010. doi:10.1038/srep10010.

2. Peterson PK et al. Cocaine potentiates HIV-1 replication in human peripheral blood mononuclear cell cocultures. Involvement of transforming growth factor-beta. J Immunol 136: 81-84, 1991.

3. Lai S et al. Human immunodeficiency virus 1 infection, cocaine, and coronary calcification. Arch Intern Med 165: 690-695, 2005.

4. Lai S et al. Human immunodeficiency virus 1 infection, cocaine, and coronary calcification. Arch Intern Med 165: 690-695, 2005.

5. Cassol E, Misra V, Mukerji S, et al. Early Markers of Renal Dysfunction Among Cocaine Users With HIV and HCV Infection. Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections. Boston, February 22-25, 2016. Poster 693.

6. Rossi C, Coxa J, Cooper C, et al. Frequent injection cocaine use increases the risk of renal impairment among hepatitis C and HIV coinfected patients. AIDS 2016, 30:1403–1411.

Heroína

Introducción

La heroína es una droga opiácea (derivada del opio) elaborada a partir de la morfina, una sustancia natural que se extrae de la vaina de semillas de varias plantas de amapola (adormidera) que se cultivan en el sudeste y sudoeste de Asia, en México y en Colombia. La heroína puede presentarse en forma de polvo blanco o marrón, o como una sustancia negra pegajosa que se conoce como “alquitrán negro”.

La heroína se puede inyectar, inhalar, aspirar o fumar. Algunas personas mezclan la heroína con cocaína crack, una práctica que se conoce como “bola rápida” o speedballing.

La heroína ingresa con rapidez al cerebro y se adhiere a los receptores opioides de células ubicadas en distintas zonas, especialmente en las que están asociadas con las sensaciones de dolor y placer y las que controlan el ritmo cardíaco, el sueño y la respiración.

Posología

  • Dosis habitual más baja: 50mg
  • Dosis habitual media: 100mg
  • Dosis habitual más alta: 150mg
  • Consumo diario estimado máximo: 600mg

Dosis= peso total de las papelinas, con droga y resto sustancias acompañantes en base a una riqueza media del 45-50% de la sustancia psicoactiva.

https://pnsd.sanidad.gob.es/ciudadanos/legislacion/delitos/pdf/20210730_INTF_dosis_minimas_psicoactivas_trafico_de_drogas.pdf

Efectos a corto plazo

Las personas que consumen heroína reportan sentir una euforia o “rush”, una oleada de sensaciones placenteras. Sin embargo, la droga tiene otros efectos frecuentes, entre ellos: sequedad en la boca, enrojecimiento y acaloramiento de la piel, sensación de pesadez en brazos y piernas, náuseas y vómitos, comezón intensa, enturbiamiento de las facultades mentales, alternación repetida entre un estado de vigilia y adormecimiento (estado consciente y semiconsciente)

Efectos a largo plazo

Las personas que consumen heroína durante mucho tiempo pueden experimentar: insomnio, colapso de las venas en las que se inyecta la droga, daños en los tejidos de la nariz (en quienes la inhalan o aspiran), infección del pericardio (membrana que recubre el corazón) o de las válvulas cardíacas, abscesos (tejido inflamado y con pus), estreñimiento y dolores de estómago, enfermedades del hígado y los riñones, complicaciones pulmonares, incluida la neumonía, trastornos mentales como la depresión y el trastorno de personalidad antisocial, disfunción sexual en los hombres, ciclos menstruales irregulares en las mujeres

Otros efectos potenciales

La heroína a menudo contiene aditivos como azúcar, almidón o leche en polvo que pueden obstruir los vasos sanguíneos que llegan a los pulmones, al hígado, a los riñones o al cerebro, y causar daños permanentes. Además, compartir los elementos que se utilizan en la inyección de la droga y no pensar con claridad cuando se consume la droga pueden aumentar el riesgo de contraer enfermedades infecciosas como el VIH o la hepatitis.

Heroína y VIH

Las personas que se inyectan drogas como la heroína tienen un mayor riesgo de contraer el VIH y el virus de la hepatitis C. Estas enfermedades se transmiten por contacto con la sangre y otros líquidos corporales, algo que puede suceder al compartir agujas u otros elementos utilizados para inyectarse. La hepatitis C es la infección de transmisión por sangre más común en EE UU. También se puede contraer el VIH (y, con menor frecuencia, la hepatitis C) durante la actividad sexual sin protección, algo que el consumo de la droga hace más probable.

El consumo de heroína aumenta el riesgo de exposición al VIH, la hepatitis vírica y otros agentes infecciosos a través del contacto con sangre o líquidos corporales (semen, saliva) infectados que ocurre cuando se comparten jeringas y elementos de inyección que utilizó una persona infectada, o a través del contacto sexual sin protección con una persona infectada. Aspirar o fumar heroína no elimina el riesgo de contraer enfermedades infecciosas como la hepatitis o el VIH/sida porque las personas que están bajo la influencia de las drogas asumen conductas de riesgo—sexuales y de otro tipo—que las pueden exponer a estas enfermedades.

Las personas que se inyectan drogas constituyen el grupo con mayor riesgo de contraer hepatitis C y continúan alimentando la epidemia creciente del VHC: cada persona que se inyecta drogas y está infectada con el VHC podría posiblemente transmitir el virus a otras 20 personas. 

Por otra parte, y a pesar de la existencia de una vacuna eficaz frente al virus de la hepatitis B (VHB), la infección por este virus hepático continúa afectando de forma destacada a las personas usuarias de drogas inyectables.

Actualmente no existe una vacuna para proteger contra la infección del virus de la hepatitis C.

El consumo de drogas, las hepatitis virales y otras enfermedades infecciosas, las enfermedades mentales, las disfunciones sociales y el estigma son a menudo elementos concurrentes que se afectan recíprocamente entre sí, creando problemas de salud más complejos que requieren planes de tratamiento integrados y personalizados para satisfacer todas las necesidades de un paciente. Por ejemplo, las investigaciones financiadas por el Programa Internacional del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, en sus siglas en inglés) han determinado que el tratamiento del trastorno por abuso de drogas conjuntamente con programas comunitarios de información y prevención del VIH pueden ayudar a las personas que toman drogas a modificar las conductas que les ponen en riesgo de adquirir el VIH y otras enfermedades infecciosas. Estas estrategias pueden reducir el consumo de drogas y las conductas de riesgo asociadas con las drogas—tales como compartir agujas o tener conductas sexuales poco seguras—y, consecuentemente, reducir el riesgo de exposición al VIH y a otras enfermedades infecciosas.

Sobredosis

La sobredosis de heroína ocurre cuando la persona consume una cantidad de droga suficiente para generar una reacción que pone en peligro su vida o le causa la muerte.

Cuando una persona sufre una sobredosis de heroína, su respiración se enlentece o se detiene completamente. Esto puede reducir la cantidad de oxígeno que llega al cerebro, lo que se conoce como hipoxia. Este trastorno puede tener efectos cerebrales de corta o larga duración y efectos sobre el sistema nervioso, entre los que se incluyen el estado de coma y daño cerebral permanente.

La naloxona es un medicamento que puede servir para contrarrestar una sobredosis de opioides si se administra inmediatamente. Se adhiere con rapidez a los receptores opioides y bloquea los efectos de la heroína y otras drogas opioides. A veces, es necesario administrar más de una dosis para ayudar a que la persona comience a respirar nuevamente, por lo que es importante llevar a la persona a la sala de emergencias o a un consultorio médico para que reciba la ayuda adicional que necesite. Infórmese más en el artículo Prevención de la sobredosis de opioides – Manual de instrucción de la Administración de Servicios para el Abuso de Sustancias y la Salud Mental.

La naloxona está disponible como solución inyectable y como rociador nasal (NARCAN® Nasal Spray y KLOXXADO®). Los rociadores nasales de naloxona pueden ser usados por amigos, familiares u otras personas para salvar a alguien que ha sufrido una sobredosis.

La cantidad de muertes por sobredosis de opioides ha llevado a un aumento de las gestiones de salud pública para que la naloxona esté disponible para las personas en riesgo y sus familiares, y también para el personal de auxilio inicial y otros miembros de la comunidad.

Riesgos y consecuencias del consumo de heroína

La heroína es una droga altamente adictiva. Al principio, sus efectos son muy placenteros, lo que propicia una conducta de consumo continuado y repetido. Este consumo continuado de heroína provoca, rápidamente, un fenómeno de tolerancia. Es decir, para conseguir el mismo efecto o evitar los síntomas de abstinencia, la persona adicta necesita cada vez dosis más altas, siendo necesarias hasta 10 veces más al cabo de un cierto tiempo de consumo.

Cuando el consumo continuo de una droga genera problemas de salud o problemas en el desempeño de las responsabilidades en la escuela, el trabajo o el hogar, se produce lo que se conoce como trastorno por consumo de drogas. Estos trastornos pueden ser leves o graves. La adicción es el trastorno más grave.

Con el tiempo, la heroína pierde la capacidad para producir el bienestar inicial que producía, lo que provoca un malestar cada vez mayor. Si al principio la obtención de placer era la causa del consumo, con el paso del tiempo, lo que el heroinómano busca es aliviar el malestar que le produce la ausencia de la heroína.

La supresión del consumo de heroína ocasiona la aparición del síndrome de abstinencia (conocido popularmente como “mono”). Estos síntomas, que pueden comenzar apenas unas horas después de haber consumido la droga por última vez, incluyen: inquietud o desasosiego, ansiedad, agresividad, dolores fuertes en músculos y huesos, problemas para dormir, diarrea y vómitos, “piel de gallina”, embotamiento mental, hiperactividad locomotora y dolores articulares, deseo intenso de consumir heroína.

Tratamiento de la adicción a la heroína

Hay varios tratamientos eficaces para ayudar a que una persona deje de consumir heroína. Estos tratamientos incluyen medicamentos y terapias conductuales, es decir, terapias que modifican la conducta. Es importante identificar la mejor estrategia de tratamiento para las necesidades particulares de cada paciente.

Los medicamentos para los trastornos por consumo de opioides -incluido el trastorno por consumo de heroína- son seguros, eficaces y salvan vidas. Estos medicamentos interactúan con los mismos receptores de los opioides en el cerebro en los que actúa la heroína, pero no producen los mismos efectos. Los medicamentos más frecuentes para el trastorno por consumo de opioides (heroína) son:

  • Lofexidina: se usa para controlar los síntomas de la abstinencia a los opioides (p. ej., sensación de malestar, calambres estomacales, espasmos o tirones musculares, sensación de frío, palpitaciones cardíacas, tensión muscular, dolores y molestias, bostezos, secreciones en los ojos, o dificultad para conciliar el sueño o quedarse dormido) que pueden ocurrir después de detener repentinamente el consumo de un medicamento. Pertenece a una clase de medicamentos llamados agonistas alfa adrenérgicos centrales. Actúa al relajar los vasos sanguíneos para que la sangre fluya más fácilmente a través del cuerpo.
  • Metadona: es un agonista completo de los receptores de los opioides, se adhiere a los receptores de los opioides y los activa para aliviar los síntomas de abstinencia y el deseo de consumo.
  • Buprenorfina, un agonista parcial de los receptores de los opioides, se adhiere a los receptores de los opioides y los activa parcialmente para aliviar los síntomas de abstinencia y el deseo de consumo.
  • Naltrexona, un antagonista de los receptores de los opioides, impide que la heroína se adhiera a los receptores de los opioides, bloqueando así sus efectos.

Las terapias conductuales para la adicción a la heroína incluyen métodos como la terapia cognitivo-conductual y el control de contingencias. La terapia cognitivo-conductual ayuda a modificar las expectativas y el comportamiento del paciente con relación al consumo de la droga y a manejar en forma efectiva los factores desencadenantes y el estrés. El control de contingencias provee incentivos motivacionales, como cupones o recompensas pequeñas de dinero en efectivo, que premian las conductas positivas como, por ejemplo, el hecho de no consumir la droga. Estas estrategias de terapia conductual son especialmente eficaces cuando se las combina con medicamentos. Infórmese más sobre los tratamientos de adicción a las drogas.

Referencias

https://nida.nih.gov/es/publicaciones/drugfacts/la-heroina

https://nida.nih.gov/es/publicaciones/serie-de-reportes/la-heroina/por-que-el-consumo-de-heroina-crea-un-riesgo-especial-de-contraer-el-vihsida-y-la-hepatitis-b-y-c

https://pnsd.sanidad.gob.es/ciudadanos/informacion/heroina/menuHeroina/riesgos.htm

LSD

Es la sustancia con efecto psicodélico más conocida y popular, y también una de las más potentes. Entre los nombres habituales que recibe estarían tripi, ácido, micro, cartón. Por sus efectos, su consumo requiere cierto conocimiento y tomar precauciones.

Composición

La dietilamida del ácido lisérgico (también conocida como LSD o LSD-25) fue sintetizada por el químico suizo Albert Hofmann en 1938 en los laboratorios de la compañía farmacéutica Sandoz, en el transcurso de un programa de investigación de los alcaloides del hongo conocido como ‘cornezuelo del centeno’.

En su forma pura es incolora, inodora y levemente amarga. Suele administrarse por vía oral, generalmente absorbida en un papel secante, en un terrón de azúcar o en pequeños comprimidos conocidos como micropuntos.

Es una sustancia muy sensible y se degrada fácilmente en contacto con la luz, el calor, el aire y la humedad.

Propiedades

Los efectos del LSD sobre el sistema nervioso central son extremadamente variables y dependen de diversos factores como, por ejemplo:

  • La dosis consumida.
  • El entorno en que se use la sustancia.
  • La personalidad, el estado de ánimo y las expectativas del usuario.

Entre sus efectos pueden contarse las alucinaciones, sinestesia (sensaciones propias de un sentido tras la estimulación de un sentido diferente como, por ejemplo, oír colores, ver música…), percepción distorsionada del tiempo y disolución del ego. El LSD, como otros psicodélicos, puede actuar como “amplificador” sensorial, tanto de los estímulos externos como de los pensamientos y emociones generados por el cerebro.

Algunos consumidores de LSD experimentan sensaciones de euforia, otros de introspección y auto-exploración. Hay algunos, no obstante, que viven la experiencia en clave terrorífica, debido a la intensidad de los cambios en la percepción del mundo y de uno mismo, que se experimentan como incontrolables. Cuando la experiencia tiene un tono general desagradable, suele hablarse de ‘mal viaje’.

La LSD es una de las drogas más potentes respecto a sus cantidades psicoactivas, ya que produce efectos a dosis muy bajas, incluso del orden los microgramos (la millonésima parte de un gramo).

Sus efectos pueden durar entre 5 y 12 horas, según la dosis.

Efectos psicológicos

Existe una amplia gama de efectos que suele provocar la LSD. De acuerdo a las investigaciones llevadas a cabo por el Mental Research Institute (un departamento del Medical Research Institute de California), podemos clasificar los efectos psicológicos de la LSD en cinco niveles distintos:

1. Efectos en el estado de ánimo

  • Susceptibilidad emocional: el consumidor puede oscilar entre la tristeza intensa y la euforia. Los sentimientos de euforia y bienestar tienden a evolucionar en muchos sujetos hacia sensaciones de omnipotencia.
  • Aumento o descenso de la ansiedad: En este último caso, el usuario puede hablar de temas que normalmente le resultan dolorosos o difíciles de afrontar. Las preocupaciones se suelen centrar más en los eventos presentes que en los pasados y futuros.

2. Efectos en el comportamiento interpersonal

  • Mayor interés por las relaciones interpersonales.
  • Facilidad para sentirse herido por los demás o ignorado.
  • En un ambiente psicoterapéutico, ha demostrado en ocasiones aumentar la confianza del sujeto con su médico tratante.
  • Puede ocasionar reacciones de tipo paranoide (creencia que los demás le desean algún tipo de daño).

3. Efectos sensoriales y perceptivos

  • Mayor sensibilidad a los estímulos sonoros y visuales en general.
  • Distorsiones de la propia imagen corporal.
  • Distorsiones visuales que suelen ser simplemente ilusiones, aunque pueden en ocasiones ser también alucinaciones (indistinguibles de la realidad).
  • Sinestesia de todo tipo: música que produce visiones, imágenes visuales que producen olores, etc.
  • Alteración de la percepción del tiempo: sentir que el tiempo se detiene, o que va hacia atrás o se acelera.
  • Percepción alterada del mundo externo, como algo inestable y escurridizo.

4. Efectos cognitivos

  • Suele estimular los procesos del pensamiento, ocasionando el paso acelerado de una idea a otra.
  • Disrupción del pensamiento o de los conceptos. Esto se ha interpretado como confusión o pensamiento psicótico, pero también como un impulso creativo.

5. Otros efectos

  • Sentimientos de unidad con el entorno y los demás.
  • Sensación de ‘comprender’ la vida y la existencia.
  • Experiencias religiosas y una fuerte tendencia a pensar en términos existenciales. (Estos efectos se han registrado frecuentemente en la literatura científica y se interpretan como el resultado de la combinación de los efectos cognitivos y emocionales producidos por la sustancia).
  • Los efectos, muy imprevisibles, varían de una persona a otra y según la situación: dependen del contexto de consumo y de la situación mental en que se encuentre la persona que consume esta sustancia.

Durante el consumo de LSD se producen las siguientes fases:

1. Inicio (“subida”)

Comienza a los 20 o 30 minutos del consumo y dura unas 2 horas. Caracterizado por:

  • Aceleración del ritmo cardíaco
  • Exaltación, inquietud.
  • Euforia, desinhibición.
  • Enrojecimiento de la piel.

2. “Viaje”

Se presenta entre los 30 y los 60 minutos posteriores a la ingesta, y tiene una duración media de 5 horas. En esta fase se pueden dar:

  • Ilusiones y/o alucinaciones.
  • Alteraciones en el tiempo, las distancias, las formas, y distorsión de imágenes y colores.
  • En algunos casos el viaje es de tipo introspectivo, con alteraciones de la conciencia y del pensamiento, sobre uno mismo y sobre los demás.

3. Regreso (“bajada”)

Entre 8 y 12 horas aproximadamente. Los efectos van disminuyendo, puede darse un estado de fatiga y abatimiento (dependiendo de la dosis consumida, la duración e intensidad del viaje).

Posología

La LSD es una de las sustancias de uso común más potentes, ya que es activa en dosis extremadamente bajas. Las dosis de LSD se miden en microgramos (µg): 1gramo equivale a 1.000 miligramos o 1.000.000 microgramos.

  • La dosis activa mínima está entre los 20 y 30 µg.
  • Las dosis medias alrededor de los 100 µg.
  • Las dosis altas son superiores a 150-200 µg.

No obstante, es muy difícil para los consumidores saber qué dosis se están tomando, pues el mercado negro no provee dicha información. Es recomendable, pues, consumir inicialmente fracciones del tripi o micropunto y no su totalidad.

Se puede decir que es aproximadamente 100 veces más potente que otros psicodélicos como la psilocina y la psilocibina y 4.000 veces más potente que la mescalina.

Contraindicaciones

Está contraindicado su uso en niños, mujeres embarazadas y mujeres en periodo de lactancia.

Si se padece algún tipo de trastorno psicológico o se está pasando por una mala racha anímica, ya que aumenta la posibilidad de un “mal viaje”.

Si se ha de conducir o manejar maquinaria peligrosa, o realizar actividades peligrosas.

Precauciones

La LSD no causa adicción ni dependencia física. El uso frecuente, en cambio, genera una rápida tolerancia, de modo que el consumo deja de producir efecto. La tolerancia disminuye tras unos días de abstinencia.

Consideraciones respecto al ambiente: debe de ser agradable, amigable y seguro.

Consideraciones respecto al estado de ánimo: es muy importante que la persona no esté pasando por un mal momento personal, y que inicie la experiencia con una actitud positiva.

También es recomendable tener en cuenta que cuantas menos mezclas haya con otras sustancias menores serán los riesgos y mayor el placer.

Aunque no se considera delito el propio consumo, en España está sancionada la posesión en la vía pública.

Recomendaciones

Evita tomar LSD los días en que te sientas nervioso, alterado, con cansancio mental o con problemas psicológicos (angustia, depresión). El inconsciente esta removido y puede jugar una mala pasada en forma de “mal viaje”. En el caso de tener un mal viaje, resulta de ayuda pensar que los efectos se pasan en cuestión de horas.

Evita tomar si uno tiene “obligaciones” y responsabilidades que cumplir en los días siguientes.

Antes de consumir el usuario debería sentirse cómodo: con gente de confianza, en un espacio agradable y seguro. Los espacios naturales (montañas, bosques, etc.) pueden resultar apropiados siempre y cuando la persona se sienta cómoda y segura.

Las dosis de un ‘tripi’ pueden variar mucho. Tomar un cuarto (partir el cartón) o medio puede ser una medida prudente: si da buen rollo quedarse en esa cantidad.

No se recomienda realizar más de un viaje o ‘trip’ a la semana.

Efectos secundarios

Durante la subida puede aparecer cierta ansiedad y/o confusión. Es importante mantenerse tranquilo ante estas sensaciones (suelen ser pasajeras).

En personas con cierta predisposición a sufrir trastornos psicológicos (p.ej. con antecedentes familiares) o si se han vivido experiencias traumáticas, aunque haya sido hace tiempo, el consumo de LSD puede hacer que se revivan de forma muy desagradable. Esto puede desencadenar episodios de psicosis y disociaciones.

Si se sufre un “mal viaje”, evitar rotundamente consumir más cantidad de la sustancia. Hay que tener en cuenta que, cuando uno ha tenido un “mal viaje”, las posibilidades de que se repita con un nuevo consumo son muy elevadas.

El consumo continuado, aunque no es muy frecuente, puede acarrear insomnio, depresión, angustia, ansiedad, etc.

Posteriormente al consumo, puede esperarse notar síntomas como cansancio físico y psíquico y posible dificultad para conciliar el sueño.

Interacciones

  • En general es menos arriesgado ir sólo de tripi y no mezclarlo con otras drogas.
  • Las mezclas con alcohol suelen enturbiar la experiencia y convertirla en más incontrolable.
  • Con estimulantes (cocaína, speed, etc.) disminuyen los efectos psicodélicos.
  • La mezcla con MDMA puede dar un toque más empatógeno al viaje de LSD o más brillante a la experiencia del MDMA, pero se deben de tener en cuenta las precauciones sobre el consumo de las dos sustancias por separado.
  • La combinación con otros psicodélicos supone mezclar sustancias de efectos muy intensos, por lo que, en caso de combinar, conviene extremar las recomendaciones usuales para el consumo de alucinógenos.

Intoxicación

La intoxicación por LSD no tiene consecuencias a nivel fisiológico, sino psicológico.

Si se mezcla con otras sustancias, se consume una dosis demasiado alta, se está pasando por una mala racha o se tiene una predisposición genética, puede producirse un “mal viaje”, caracterizado por un episodio de pánico, con alucinaciones terroríficas, agitación, desconfianza en las personas del entorno, temblores e hipertensión arterial. Es limitado en el tiempo, aunque puede durar más de 24 horas. En casos de prolongación excesiva de estos efectos negativos, es recomendable consultar con un médico.

Pueden darse episodios depresivos, cuadros psicóticos o conductas paranoides durante el consumo o pasados unos días después del mismo.

Manténgase fuera del alcance de los niños. Consulte a su médico o a personal especializado.

Para más información: Este texto está adaptado de un documento elaborado por la organización Energy Control. Podrás encontrar más información en su web.

¿Quieres saber más?

Nota: El objetivo de esta ficha es meramente informativo y en ningún caso se pretende estimular el consumo de esta droga, ni sustituir el asesoramiento médico. La organización no se hace responsable del uso inapropiado que pueda hacerse de esta ficha.

Metadona

La metadona es un fármaco perteneciente a la clase de los llamados analgésicos opiáceos (narcóticos). Su utiliza para aliviar el dolor intenso en personas que no pueden recibir tratamiento con otros medicamentos. También se usa para evitar los síntomas de abstinencia en personas que hayan tenido adicción a opiáceos tales como la heroína, morfina, opio u otros opiáceos. 

Composición

Las preparaciones de metadona pueden contener diversas dosis de clorhidrato de metadona (el nombre químico específico del principio activo), que deben adaptarse a las necesidades de cada persona. Así, la dosis es mayor cuando se está en proceso de deshabituación del consumo de opiáceos que cuando se está en terapia de mantenimiento.

Propiedades

La metadona es un opioide sintético utilizado para tratar a las personas que eran adictas a opiáceos tales como la heroína, el opio o la morfina. Al unirse a algunos de los receptores utilizados por dichas drogas, permite evitar los síntomas de abstinencia en las personas que han dejado de usarlas.

Metadona es eficaz para reducir tanto los síntomas de la abstinencia de la heroína como los deseos de consumirla.

Presentación

La metadona puede dispensarse en forma de jarabe (Eptadone® o bajo el nombre genérico de metadona, sin marca comercial) o en comprimidos (Metasedin®).

Posología

Suele prescribirse en una única toma diaria. La dosis se pauta de manera individualizada dependiendo del consumo de cada persona. Para llegar a la dosis adecuada de mantenimiento, pueden ser necesarias varias semanas de aumento progresivo.

Contraindicaciones

  • Hipersensibilidad al principio activo o a alguno de los excipientes.
  • Depresión respiratoria o enfermedad obstructiva de las vías respiratorias.
  • Administración concurrente con antidepresivos inhibidores de la MAO (en la actualidad no se utilizan demasiado y suelen reservarse a depresiones que no responden a los antidepresivos más habituales). También está contraindicado el uso de metadona en las 2 semanas posteriores a la interrupción del tratamiento con antidepresivos inhibidores de la MAO.
  • No se recomienda el uso durante un ataque de asma.
  • La metadona no está indicada para niños.

Precauciones

La metadona debe usarse con precaución en personas con problemas cardíacos, ya que puede agravar estas condiciones. También en personas con presión intracraneal alta o lesiones craneales. Dado que el fármaco disminuye la tensión arterial, metadona debe administrarse con precaución a personas con tensión arterial baja.

Efectos secundarios

La metadona se puede tomar metadona de forma segura durante largos períodos de tiempo, aunque siempre respetando las dosis prescritas, dado que podría producir sobredosis, principalmente, si la persona ha participado de forma reciente en un tratamiento de desintoxicación.

Un efecto secundario de metadona es que puede ocasionar somnolencia, lo que en algunos casos puede percibirse como positivo (sobre todo si el consumo de heroína se ha abandonado hace poco tiempo y se ha pasado por una época de nerviosismo e insomnio).

Sin embargo, al valorarlo a largo plazo, este continuo estado de somnolencia puede resultar incómodo y dificultar las actividades de la vida diaria.

Otros efectos secundarios que pueden tener lugar con metadona son, entre otros, cambios en el estado de ánimo, pérdida de apetito, disminución del deseo sexual, disminución de la tensión arterial, alteraciones respiratorias y variaciones en el ritmo del corazón.

En relación con este último punto, es recomendable que tu médico te realice electrocardiogramas de forma rutinaria como parte de tus visitas de seguimiento o del VIH o de la drogodependencia.

Una vez la persona se ha habituado al tratamiento de mantenimiento con metadona, dejarlo no es fácil.

Este hecho tendría dos vertientes, una positiva y una negativa. La positiva sería que acostumbrarse a metadona favorece que no se olviden las tomas y, por lo tanto, disminuye el riesgo de padecer síndrome de abstinencia y deseos compulsivos de consumir, factores ambos que reducen el riesgo de recaída.

La parte negativa es que, del mismo modo que sucede con los opiáceos, acostumbrarse a metadona crea cierta dependencia. Por esta razón, la finalización del tratamiento se realizará mediante la disminución gradual de la dosis, lo que se conoce como ‘pauta de descenso’.

Interacciones

En el contexto del tratamiento del VIH, cabe tener presente que metadona interacciona con numerosos antirretrovirales (como puedes comprobar realizando una consulta en el buscador de interacciones de esta misma página web), pudiendo aumentar sus efectos secundarios o reduciendo la eficacia del opiáceo para controlar los síntomas de la abstinencia.

En algunos casos, la interacción se puede solucionar modificando la dosis de metadona, mientras que en otros puede ser preciso que tu médico te realice otros exámenes. Si estás tomando o vas a tomar metadona con alguno de los antirretrovirales que presentan interacciones, sería recomendable que lo consultaras con tu médico especialista en VIH.

Es importante tener en cuenta, además, que la toma de otros medicamentos podría incrementar los niveles de metadona, siendo necesaria la reducción de la dosis de metadona para evitar un aumento de sus efectos secundarios y, en el peor de los casos, una sobredosis.

Entre estos medicamentos se incluyen algunos antidepresivos, fármacos para tratar infecciones por hongos, tranquilizantes o fármacos para dormir. Si tomas algún fármaco de una de estas familias y te planteas iniciar tratamiento con metadona, es primordial que consultes con tú médico la existencia de interacciones.

En cuanto a otras sustancias que incrementarían la toxicidad de metadona por aumentar sus niveles, destacan el alcohol y el zumo de pomelo. No se recomienda consumirlos durante el tratamiento de mantenimiento con metadona.

Por otro lado, algunos medicamentos (como por ejemplo los barbitúricos) podrían disminuir los niveles de metadona, por lo que sería necesario aumentar su dosis. Sin embargo, el ajuste de la dosis de metadona debe hacerse bajo control y seguimiento médico para reducir el riesgo de efectos secundarios de metadona y, en el peor de los casos, una sobredosis.

Intoxicación

Una sobredosis grave se caracteriza por depresión respiratoria, somnolencia extrema que puede progresar a estupor o coma, pupilas contraídas al máximo, flaccidez de la musculatura esquelética, piel fría y húmeda, y a veces bradicardia e hipotensión. En sobredosis severa, especialmente por vía intravenosa, puede presentarse apnea, insuficiencia circulatoria aguda, parada cardiaca o muerte.

Es importante contactar con emergencias llamando al 112 en caso de detectar que una persona tiene una sobredosis, dada su potencial letalidad.

¿Quieres saber más?

Referencias

Opciones de tratamiento de la dependencia de opiáceos. Guía básica para personas que viven con VIH. Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt-VIH). Barcelona, 2013.

http://www.aemps.gob.es/

https://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/medlineplus.html

Nota: El objetivo de esta ficha es meramente informativo y en ningún caso se pretende estimular el consumo de esta droga, ni sustituir el asesoramiento médico. La organización no se hace responsable del uso inapropiado que pueda hacerse de esta ficha.

Opio

Introducción

El término opiáceo se refiere al origen de la sustancia con respecto al opio, es decir, son sustancias que se extraen de la cápsula de la planta del opio.  Por extensión, se denominan también así los productos químicos derivados de la morfina.  El término opioide se utiliza para designar aquellas sustancias endógenas o exógenas que tiene un efecto análogo al de la morfina y poseen actividad intrínseca. No todos los opioides son opiáceos, ni todos los opiáceos son opioides. 

Son opiáceos: morfina, codeína, tebaína, papaverina, noscapina… Son opioides: heroína, buprenorfina, metadona…

Composición

Los opiáceos son conocidos desde hace mucho tiempo como sustancias naturales, que se encuentran en el zumo de las semillas de la adormidera o Papaver Somniferum.  El zumo seco y fermentado se denomina opio y contiene una mezcla de alcaloides opiáceos.

El Papaver somniferum L. contiene más de cuarenta alcaloides disueltos en el látex blanco que sangra la planta cuando se le hace un corte. Los alcaloides más importantes son: morfina en mayor medida, codeína, papaverina, narcotina, tebaína y noscapina. La morfina fue el primer alcaloide conocido. En 1805, Friedrich Wilhelm Adam Sertürner, un aprendiz de farmacia alemán de 22 años de edad, aisló la morfina en forma cristalina a partir del opio.

La potencia y composición del opio dependen de la variedad de Papaver somniferum L., por tanto y debido a esto, es difícil dosificar con exactitud.

Propiedades

El opio tiene una serie de propiedades terapéuticas y farmacológicas: es un analgésico, antitusivo y antidiarreico. Tiene también propiedades antiespasmódicas. Sin embargo, al estar compuesto por una mezcla de alcaloides, en algunas zonas del cuerpo produce contracción y en otras, relajación.

Los principales efectos deseados del opio son: relajación, intensa sensación de bienestar y gratificación, ausencia de hambre, ausencia de dolor, sensación de soñar despierto, aumento de la capacidad de imaginar y percibir, mayor distancia crítica con respecto a las cosas internas y externas, contracción de la pupila (miosis) y sequedad de boca.

Presentación

El opio se suele presentar habitualmente como una goma, similar a una resina de color marrón oscuro. A medida que pasa el tiempo se oscurece y, cuando está completamente seco, se vuelve muy duro. Una vez recolectado, se seca y, con el paso del tiempo, se evapora el agua residual y disminuye el peso. Así, cuanto más “viejo”, más potentes serán sus efectos.

Hay que tener en cuenta que, según la madurez de la planta, su origen y la preparación, la calidad del opio puede variar considerablemente.

Vías de administración

El opio se suele consumir por vía oral, fumado, o por vía rectal.

Se suele fumar, entre otros métodos, en pipa, en un porro o en papel de aluminio. Los efectos aparecen al cabo de unos minutos y suelen durar entre 1 y 3 horas. La vía fumada es la que más morfina desaprovecha. Además, al no ser procesada por el hígado, tarda menos tiempo en hacer efecto.

Si se prefiere consumir por vía oral se recomienda envolver la dosis en papel para ingerir y camuflar el fuerte sabor amargo. Los efectos pueden tardar en aparecer entre 15 minutos y más de una hora después de ser comido y pueden durar hasta 12 horas. Si se come sus efectos son más fuertes y pueden sorprenderte. Por eso, es recomendable probar un poco, esperar a que haga efecto y valorar qué hacer a partir de ahí. Esta es la manera en que más se aprovecha el opio, pero también tiene un mayor riesgo de sobredosificación y mayores efectos secundarios (náuseas, vómitos…) respecto a la vía fumada.

Se pueden preparar infusiones con la planta seca triturada, con las cápsulas y tallos secos.

Posología

Las dosis son muy personales. Cuando se va a consumir por primera vez es recomendable empezar con una dosis baja y, a partir del efecto experimentado, ir ajustándola.

Siempre hay que tener en cuenta que la dosis varía en función de varios factores:

  • De cada persona: características físicas y psicológicas.
  • De la propia sustancia.
  • De la tolerancia que cada persona haya desarrollado con la sustancia.

Dependiendo de la dosis, si se tiene el estómago lleno o no y de la idiosincrasia del individuo, los efectos pueden tardar en aparecer entre 15 minutos y más de una hora después de ser comido. Antes de tomar más, asegúrate que la dosis anterior ya ha hecho su efecto.

Si lo vamos a tomar por vía oral, 150-200 mg son ya suficientes para una primera experiencia notable. Una dosis media estaría entre 200-300 mg de acuerdo al estado físico-emocional y al grado de tolerancia.

La vía fumada permite que la sustancia inhalada llegue en pocos segundos al cerebro, con lo que su efecto es casi inmediato. Se recomienda consumir poco (2-3 inhalaciones) y decidir sobre el efecto producido.

Contraindicaciones

En algunos casos el consumo de opio debe evitarse:

  • Si se ha de conducir y/o manejar maquinaria peligrosa.
  • En niños, mujeres embarazadas y mujeres en periodo de lactancia.
  • Si se padecen enfermedades del corazón.
  • Si se padecen enfermedades del aparato respiratorio; el asma por ejemplo es un problema de salud relativamente frecuente y puede llevar a una urgencia grave.
  • Si se están tomando ciertos tipos de fármacos como benzodiacepinas.
  • En personas que sufren de epilepsia o que han tenido antecedentes, los opiáceos pueden facilitar la aparición de convulsiones.
  • En general las enfermedades digestivas también están contraindicadas ya que algunas podrían dar problemas con el opio.
  • Con el consumo pueden aparecer o empeorar notablemente problemas de salud frecuentes como las hemorroides y las fisuras anales.

Precauciones

Debes tener en cuenta los siguientes aspectos relacionados con su consumo:

  • Los efectos positivos buscados tienden a ir desapareciendo si se toma con frecuencia. Para preservarlos y evitar aumentar la dosis y la frecuencia con que se toma, es recomendable evitar tomar opio muy regularmente. Así, además, se reduce también la posibilidad de desarrollar una dependencia psíquica y física.
  • Para dar una indicación referente al potencial de dependencia y teniendo en cuenta que cada uno es diferente, un consumo de bajo riesgo podría ser no más de una vez al mes y una frecuencia de consumo especial de riesgo/alarma una vez a la semana o más. Si lo consumes a cada bajón ya es demasiado.
  • Se puede dar incluso un síndrome de abstinencia cuando se interrumpe o se reduce drásticamente el consumo. Aparece un ansia de nuevas dosis para sentirse normal, acompañada por una especie de gripe y un trastorno general del ánimo.
  • Evita estar solo cuando lo consumas. En caso de riesgo de sobredosis, te podrán socorrer. Si lo tomas solo, intenta ser consciente de hasta dónde quieres llegar y no consumas una dosis mayor a la habitual.
  • Evita mezclarlo con otras sustancias, sobre todo, con otras sustancias depresoras como el alcohol o la ketamina.
  • Recuerda que la posesión o el consumo en lugares públicos están sancionados por la ley.
  • El opio es una sustancia que tiene mucho potencial adictivo si se consume de forma continuada y puede producir dependencia psicológica y física. Es recomendable, por tanto, espaciar las tomas tanto como se pueda para evitar la tolerancia y el enganche.

Opio y VIH

El consumo de opio, al igual que otras sustancias derivadas (opioides), se asocia a la adopción de conductas de riesgo de transmisión del VIH, como compartir agujas estando infectado y tener relaciones sexuales de riesgo.

Efectos secundarios

En el momento de consumir, junto a los efectos buscados y deseados, pueden darse náuseas y vómitos (sobre todo en las primeras tomas), sudores, dolores de cabeza, vértigos, necesidad de orinar frecuentemente, estreñimiento, sensación de picor, dificultad para alcanzar orgasmos, cansancio, pérdida de motivación, así como caídas y heridas por disminución del estado de vigilancia. También pueden producirse con frecuencia contracción de las pupilas (miosis), sequedad de boca y necesidad de orinar con dificultad para iniciar la micción.

Intoxicación

El consumo de opio puede provocar bajadas de tensión. Si el consumidor siente que se va a desmayar, puede ser necesario tumbar a la persona, con las piernas levantadas y la cabeza inclinada hacia un lado, por si sobreviene el vómito. La persona debe volver a levantarse sola y a su ritmo, por lo que es importante no presionar.

Si la persona ha tomado más de la cuenta y se encuentra en un estado semi-consciente no se le debe dar nada de beber o comer, solo está recomendado hacerlo si, por ejemplo, la persona puede agarrar el vaso o llevárselo a la boca.

Como con todos los opiáceos, existe un riesgo de sobredosis que puede complicarse con un paro cardíaco o una depresión respiratoria, pudiendo provocar un coma y eventualmente la muerte. La sobredosis depende del umbral de tolerancia de tu cuerpo, de si el producto es muy puro, así como después de un periodo de abstinencia si se toma la misma cantidad que se usaba antes, pero a la cual ya no estamos acostumbrados.

¿Qué hacer en caso de sobredosis?

Llama inmediatamente a urgencias (112). Los primeros síntomas son somnolencia y palidez en los labios y una tonalidad lila de piel. Si ves que una persona está teniendo una sobredosis, que no te entre el pánico, intenta impedir que caiga en coma: quítale todo lo que pueda molestar su respiración (bufanda, cinturón, etc), sacúdela, impide que se duerma, llama a la persona por su nombre, pídele que abra los ojos, apriétale la mano, etc.

Si la persona ya está inconsciente, túmbala hacia un lado y retoma los consejos anteriores si la persona vuelve a estar consciente.

Quédate a su lado hasta que lleguen los de urgencias para informarles de lo que ha ocurrido y, sobre todo, de lo que ha consumido.

Interacciones

Debido a las interacciones que se producen, los riesgos aumentan si el opio es consumido con otros depresores: alcohol, otros opiáceos, ketamina o con medicamentos, sobre todo con benzodiacepinas (Rohypnol®, Darkan®, Valium®, etc.). Si sumas dos depresores existe un riesgo importante de pérdida de conciencia y de depresión respiratoria, ya que el mismo riesgo es acumulado (baja el umbral de tolerancia y aumentan fuertemente los riesgos de sobredosis). En caso de mezclarlo, existe un riesgo real de sobredosis.

El consumo diario de opio puede dar lugar a alteraciones menstruales importantes que influyan en la eficacia de la píldora anticonceptiva.

Conservación

El opio se deteriora con el tiempo, sobre todo si se deja a la luz y sufre cambios térmicos. Es conveniente guardarlo en un lugar fresco y seco, por ejemplo, en una caja de madera, a recaudo de la luz solar.

Para más información, puedes dirigirte a: https://energycontrol.org/infodrogas/opio.html

Nota: El objetivo de esta ficha es meramente informativo y en ningún caso se pretende estimular el consumo de esta droga, ni sustituir el asesoramiento médico. La organización no se hace responsable del uso inapropiado que pueda hacerse de esta ficha.

Speed

Su nombre científico es sulfato de anfetamina y pertenece a la familia de las fenetilaminas. Se le conoce como ‘speed’, ‘pinini’, ‘pitxu’… Se presenta en forma de pasta o polvo. Suele utilizarse por vía intranasal (esnifado). También es activo por vía oral. Si lo consumes, o lo piensas consumir, esta información puede resultar de tu interés.

Composición

Se comercia principalmente como anfetamina (en general, sulfato de anfetamina), una sustancia sintética pertenecientes a la familia de la fenitilamina.

Para consultar cantidades y pureza accede al servicio de análisis de la web energycontrol.org: resultados. Aparte de diluyentes (sustancias usadas para aumentar el volumen como: glucosa, sacarosa, manitol, lactosa, celulosa, sulfato cálcico, carbonato cálcico, …), también se encuentran adulterantes como cafeína, ibuprofeno, ácido acetilsalicílico y/u otros derivados anfetamínicos (propilanfetamina, 4-FMP …).

Propiedades

Naturaleza y características: Las anfetaminas son sustancias estimulantes del sistema nervioso central (SNC), siendo la anfetamina menos potente que la metanfetamina. A parte de sus propiedades terapéuticas reconocidas (como supresor del apetito y en el tratamiento de la narcolepsia y del TDAH – Trastorno del Déficit de Atención con Hiperactividad), también se consumen en espacios de fiesta.

Formas de consumo: Generalmente se consumen por vía nasal (esnifadas) u oral (comidas en forma de ‘bombas’). Aunque es menos frecuente, también pueden consumirse por vía fumada e intravenosa.

Efectos: La rapidez en que aparecen varía dependiendo su forma de consumo. Si se esnifa los efectos comienzan a los pocos minutos, en cambio por vía oral, éstos tardaran más.

Los principales efectos de las anfetaminas son sensación de bienestar, incremento en el nivel de alerta y en la capacidad de concentración, disminución de las sensaciones de cansancio, sueño y hambre, y dilatación pupilar. Puede incrementar el deseo sexual, disminuir las inhibiciones y facilitar el que las relaciones sexuales se prolonguen durante muchas horas.

Presentación

La presentación más habitual es en polvo blanco o de otros colores, en pasta y en forma de pastillas o cápsulas. Posiblemente por razones de márquetin se añade aroma de cereza o manzana, que no influye de ninguna manera en la calidad de la anfetamina.

Posología

Se recomienda que las rayas de speed sean más pequeñas que las de cocaína, debido a que la anfetamina hace su efecto con dosis reducidas.

La dosis depende de varios factores:

  • De cada persona.
  • Del nivel de tolerancia hacia la sustancia.
  • De la propia sustancia.

La anfetamina suele hacer efecto con tan solo 5 miligramos, aunque normalmente se usan cantidades que oscilan entre los 15 y los 40 miligramos por raya. Rayas de más de 40 miligramos serían una dosis excesiva.

Dosificación

  • Dosis baja: 5-15 mg
  • Dosis media: 15-40 mg
  • Dosis alta: >40 mg

Precauciones

Salvo que se realice un análisis exhaustivo en laboratorio, no existe método que pueda utilizarse para determinar el grado de pureza del speed. Aunque tenga un olor característico, éste no representa un indicativo de calidad. Características tales como el olor, color o textura no nos dicen mucho de la pureza del speed. Para saber más sobre su pureza consulta el servicio de análisis de energycontrol.org.

  • Si se esnifa, el rulo debe ser personal e intransferible para evitar posibles contagios.
  • Conviene pulverizar bien la sustancia para evitar hemorragias. Si se ha hecho una pasta, puede ser útil abrir la bolsa para secarlo, poner un papel secante durante una hora, calentarlo o consumirlo en forma de ‘bomba’.
  • La posesión o el consumo en lugares públicos están penados por la ley.
  • Dado que es un poderoso estimulante, las rayas han de ser pequeñas y espaciar su consumo para evitar un exceso de estimulación.
  • En la fiesta, conviene hidratarse y descansar para evitar los golpes de calor (aumento temperatura corporal y desfallecimientos).
  • El consumo continuado lleva a un aumento de la tolerancia al speed. Por tanto, cada vez se necesitará más dosis para conseguir los efectos que antes se conseguían con menor cantidad. Al aumentar la dosis, por tanto, aumentan también los riesgos.
  • Si se deja el consumo abruptamente pueden aparecer síntomas de abstinencia (cansancio, insomnio, pérdida de interés, ansiedad y tristeza, y un intenso deseo de consumir).
  • Si el consumo es abusivo y/o crónico también aumenta la probabilidad de sufrir episodios psicóticos (aparición de alucinaciones y paranoias). Los síntomas suelen desaparecer cuando se deja de consumir, en caso contrario, debe acudirse a un especialista.

Speed y VIH

Aun siendo una anfetamina menos potente que la metanfetamina, se usa también en el contexto del chemsex –uso sexualizado de sustancias para intensificar la experiencia sexual-  por lo que puede contribuir a la transmisión del VIH y otras infecciones de transmisión sexual al potenciar posibles conductas de desinhibición que pueden entrañar prácticas sexuales de riesgo (no utilización de preservativo).

En personas infectadas por el VIH en tratamiento antirretroviral que incluya cobicistat o ritonavir es probable que el uso de speed incremente las concentraciones de la droga, lo que eleva el riesgo de efectos adversos.

Efectos secundarios

Junto con los efectos buscados y deseados, también aparecen otros efectos producto de la estimulación cerebral: aumento de la tasa cardíaca, del ritmo respiratorio y de la presión arterial, hipertermia, insomnio, ‘mandibuleo’ y convulsiones. Otros efectos secundarios son dolor de cabeza, boca seca, dificultades para orinar o para alcanzar la erección.

En dosis o frecuencias muy elevadas el riesgo de problemas cardiacos (infartos) o cerebrales (hemorragias, ictus) se eleva. En dosis medias o elevadas la erección y la eyaculación se dificultan en muchos varones. En algunas personas pueden aparecer comportamientos impulsivos, compulsivos o agresivos. Tras varios días sin dormir pueden aparecer pensamientos paranoides y alucinaciones. Cuando su consumo es habitual existe la posibilidad de que aparezcan episodios psicóticos.

Dependiendo de la vía de administración pueden aparecer problemas en la nariz, dientes o pulmones.

Características tales como el olor, color o textura no nos dicen nada sobre la pureza del speed.

Efectos de la “bajada”: Tras finalizar una sesión intensiva de consumo, el cansancio extremo y sentimientos de tristeza, apatía y depresión son frecuentes. En algunas personas pueden llegar a presentarse ideas de suicidio.

En personas con enfermedades cardiovasculares o problemas psiquiátricos el consumo está particularmente desaconsejado.

Efectos de la “bajada”:

Tras finalizar una sesión intensiva de consumo el cansancio extremo y sentimientos de tristeza, apatía y depresión son frecuentes. En algunas personas pueden llegar a presentarse ideas de suicidio.

Dependencia: El speed produce tolerancia con rapidez y es necesario incrementar la dosis para conseguir los mismos efectos. El riesgo de dependencia es más elevado al de otras drogas de uso recreativo.

Interacciones

  • Con otros estimulantes (cocaína, MDMA, …): puede aumentar el efecto de ambos aumentando la probabilidad de sufrir episodios de sobrestimulación.
  • Con depresores (alcohol, ketamina, GHB, …) puede hacer que se contrarresten los efectos por lo que se necesitará mayor cantidad para conseguir los efectos buscados en ambas.
  • Con psicodélicos (LSD) puede aumentar el efecto de ambos aumentando la probabilidad de sufrir una reacción adversa.
  • Con medicamentos: Especial atención. Con furazolidona (medicamento para el tratamiento de la diarrea infecciosa) o con IMAO (inhibidores de la monoaminaoxidasa) pueden provocar reacciones hipertensivas graves.
  • La anfetamina puede reducir el efecto de la guanetidina (medicamento para el tratamiento de la hipertensión).
  • Los antidepresivos tricíclicos, el bicarbonato y las píldoras anticonceptivas podrían aumentar el efecto de la anfetamina y, por tanto, aumentar la probabilidad de reacción adversa (complicación cardíaca).

Intoxicación

  • Leve: agitación, irritabilidad, insomnio, temblores, sobreestimulación, sudoración, dilatación pupilar y ruboración.
  • Moderada: hiperactividad, confusión, hipertensión, respiración rápida, taquicardia e hipertermia.
  • Grave: delirios, manías, autolesiones, hipertensión, taquicardia, arritmia, fiebre, convulsiones, coma y colapso circulatorio.

Si la persona se siente mal, conviene separarla de la fiesta, no agobiarla y tratar de tranquilizarla. Puede ser útil hablarle de forma calmada y tratar de aliviarle la ansiedad. Si la situación resulta difícil de manejar, se debería acudir a un médico. En cualquier caso, no consumir más esa noche disminuirá el riesgo de tener problemas más serios.

La intoxicación anfetamínica puede producirse a partir de los 30mg.

Consejos para un uso más seguro

Los resultados de análisis de muestras señalan que la calidad es muy variable. La pureza media ronda el 30-40% aunque la variabilidad es muy alta. Muchas muestras contienen cafeína, manitol, sacarosa y otros adulterantes.

Salvo que se realice un análisis en laboratorio, no existe método que pueda utilizarse para determinar su grado de pureza. Para saber más puedes consultar nuestro Servicio de Análisis.

La anfetamina puede en teoría fumarse o inyectarse al igual que la metanfetamina. En la práctica, el grado de adulteración del speed hace que estas vías de administración no sean posibles. En cualquier caso, se trata de las formas de consumo que generan más riesgos y posibilidad de dependencia, así como de transmisión de enfermedades en el caso de compartir jeringuillas.

Muchos usuarios creen que el “speed húmedo” (en pasta) indica calidad, aunque no es así. Se trata de los solventes utilizados en la síntesis que deben evaporarse (dejando secar en una fuente de calor seca). La procedencia de la sustancia tampoco es indicativa de calidad.

La anfetamina es una droga adictiva. Es importante ponerse límites en cuanto a tiempo, dinero, contextos de uso y observarse de forma continua.

Si utilizas la vía intranasal es importante pulverizar bien la sustancia, alternar ambas fosas nasales y limpiarlas con suero salino después de finalizar el consumo. También es importante utilizar un turulo individual y desechable. Algunos estudios sugieren que compartir este material puede ser un factor de riesgo para la transmisión del Virus de la Hepatitis C.

En dosis medias o elevadas la erección y la eyaculación se dificultan en muchos varones. Utilizar fármacos para la impotencia para contrarrestar estos efectos, implica asumir riesgos adicionales.

Manténgase fuera del alcance de los niños. Consulte a su médico o a personal especializado.

Para más información, puedes dirigirte a: https://energycontrol.org/infodrogas/speed.html

Fuente: Chem-safe.org / Aidsmap (Entidad certificada por The Information Standard, perteneciente al Servicio Nacional de Salud Británico [NHS]) y HIV-iBase (Entidad certificada por HONcode).

Nota: El objetivo de esta ficha es meramente informativo y en ningún caso se pretende estimular el consumo de esta droga, ni sustituir el asesoramiento médico. La organización no se hace responsable del uso inapropiado que pueda hacerse de esta ficha.

Tabaco

Fumar tabaco es un mal hábito para todo el mundo, pero es especialmente dañino en personas que tienen el VIH. Fumar incrementa el riesgo de padecer diversos problemas de salud como problemas cardíacos, cáncer, embolias o problemas pulmonares.

El tabaco es una droga legal y ampliamente utilizada en todo el mundo. Sin embargo, fumar es adictivo y daña la salud de muchas formas, por lo que se ha convertido en la primera causa de enfermedades y muertes evitables.

Fumar es una de los principales factores de riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas y es el responsable de alrededor del 80% de las muertes por cáncer de pulmón y de alrededor del 80% de las muertes por bronquitis y enfisema. Más de un cuarto de las muertes relacionadas con cáncer (de pulmón, boca, labios, garganta, vejiga, riñón, páncreas, estómago, hígado y cérvix) están asociadas al tabaco.

El tabaco puede afectar, también, a la fertilidad y produce daños a tu piel, dientes, olfato y gusto.

Aunque para algunas personas dejar de fumar es fácil, la mayoría de personas tienen dificultades y lo intentan dejar varias veces antes de conseguirlo debido al síndrome de abstinencia físico y psicológico que produce.

Tabaco y VIH

El tabaco en sí no hace que la infección por VIH empeore. La velocidad a la que progresa la enfermedad o el recuento de CD4 no se ven afectados por ser fumador. Sin embargo, las personas con el VIH tienen tasas de fumadores más altas que la población general, con los riesgos a la salud que lleva asociados. Para las personas con el VIH que toman tratamiento y tienen una carga viral indetectable, fumar les perjudica más en su esperanza de vida que no la infección por VIH.

Fumar aumenta el riesgo de tener enfermedades cardíacas, hipertensión y embolias. Hay evidencias de que fumar es el principal factor de riesgo cardiovascular para las personas con el VIH. Además, algunos fármacos antirretrovirales pueden aumentar los niveles de grasas en sangre, otro factor de riesgo. Por tanto, si fumas y tomas ciertos fármacos, tu riesgo cardiovascular puede verse muy aumentado.

El tabaco también incrementa el riesgo de muchos cánceres, incluido el de pulmón. Aunque es relativamente raro, el cáncer de pulmón parece ocurrir más a menudo en personas con el VIH y algunos estudios han demostrado que las personas con VIH que fuman tienen un riesgo de cáncer de pulmón elevado. Por otra parte, otros estudios sugieren que, en personas con el VIH, el principal riesgo de desarrollar cánceres no definitorios de sida (como el cáncer de hígado) es fumar.

Existen algunos datos reveladores sobre cómo afecta el tabaquismo a las personas con el VIH:

  • Algunas dolencias que pueden aparecer en el transcurso de la infección por el VIH (como la candidiasis oral) son más habituales entre las personas infectadas que fuman que entre las que no.
  • Los problemas de salud que afectan a los pulmones principalmente por el uso del tabaco (como enfisema o cáncer de pulmón) se producen con mayor frecuencia en personas con el VIH fumadoras que en aquellas no fumadoras. Además, la incidencia de estas enfermedades está aumentando.
  • La neumonía por Pneumocystis (PJP, una enfermedad definitoria de sida) tiene tres veces más probabilidades de originarse en personas fumadoras.
  • Entre la población general existen muchas pruebas que evidencian que el tabaco aumenta el riesgo de sufrir una enfermedad cardiaca, un ictus o tener una presión arterial elevada. Este riesgo es aún mayor en personas con el VIH. En consecuencia, fumar cuando se tiene el VIH incrementa el riesgo de sufrir estos problemas y el envejecimiento lo aumenta aún más.

Dejar de fumar

Dejar de fumar reduce el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y, tengas la edad que tengas, mejorará tu salud y aumentará tu esperanza de vida.

Dejar de fumar resulta difícil ya que la adicción es física y psicológica. El tabaco es adictivo porque contiene nicotina, una sustancia psicoactiva de las más adictivas que existen y que en bajas concentraciones es estimulante.

Cada persona es diferente, por lo que hay gente a la que se le hace más difícil dejarlo que a otras personas. Existen diferentes métodos para dejar de fumar que te pueden ser útiles. Estas técnicas tendrán más éxito si se acompañan de una buena planificación, bien con tu médico o a través de un programa para dejar de fumar:

  • Terapia de sustitución de la nicotina: Si dejas de fumar, es muy probable que notes síntomas de abstinencia durante un tiempo, debido a la adicción física que produce la nicotina. LA terapia de sustitución de la nicotina ayuda a mitigar estos síntomas. Puede presentarse en diversos formatos: parches, comprimidos, inhaladores (incluyendo cigarrillos electrónicos) o gomas de mascar, disponibles, la mayor parte de ellos, en las farmacias y sin receta. Los estudios evidencian que la terapia de sustitución de la nicotina ayuda a dejar de fumar al reducir el antojo de cigarrillos.

Es importante no fumar si estas usando la terapia de sustitución, sino tendrás demasiada nicotina en tu cuerpo, lo que puede ser

  • Medicamentos: Existen tratamientos específicos que ayudan a aliviar el deseo de fumar y el síndrome de abstinencia y duplican las probabilidades de dejar de fumar. Algunos actúan sobre el centro del placer en el cerebro para eliminar la satisfacción que se obtiene al fumar. Esto significa que si tienes una recaída y fumas un cigarrillo te resultará menos placentero y tendrás más probabilidades de poder abandonar el hábito. Si crees que el uso de este tipo de medicamentos podría ser una opción para ti, conviene que hables con tu médico del VIH o el de atención primaria.
  • Hipnosis: Ayuda a la relajación y refuerza la sugestión de que es posible dejar de fumar. Su éxito a la hora de ayudar a dejar de fumar es variable, pero para algunas personas resulta muy útil.
  • Acupuntura: Se cree que ayuda a inducir la liberación de endorfinas, una variante natural de la morfina, ayudando así a que las personas puedan afrontar mejor el síndrome de abstinencia por dejar de fumar.
  • Terapia conductual: Aborda los aspectos psicológicos de la adicción y ayuda a cambiar la naturaleza automática de desear el tabaco y los patrones habituales de los fumadores.
  • Cigarrillos electrónicos: se han convertido en una herramienta popular para dejar de fumar, aunque las evidencias de su utilidad son aun escasas. Estos cigarrillos consisten en un aparato que permite inhalar nicotina sin la mayoría de los efectos dañinos del tabaco. Los efectos de fumar de esta forma (o vapear, como se suele decir) sobre la salud aun no son del todo conocidos.

Sin embargo, sí que se consideran más seguros que fumar y pueden ser una opción mientras lo acabas de dejar del todo, en especial, si lo has intentado con otros métodos y no te han funcionado.

Dejar de fumar es complicado y puede que necesites ayuda si no te funcionan los métodos anteriores. Puedes pedir ayuda a tus familiares o amigos, o acudir a grupos de apoyo. Además, es muy importante que no dejes de intentarlo si tienes alguna recaída. Otras cosas que puedes hacer para ayudarte a superar la necesidad psicológica de fumar incluyen:

  • Establece una data límite: cada mes de tu vida tendrá distintos factores que te produzcan estrés como el trabajo, un viaje o cualquier otra cosa que té consideres que no te permitirá dejarlo porque necesitas fumar para reducir el estrés. Siempre encontrarás una excusa para no dejarlo, así que algo que te puede ayudar si quieres dejar de fumar es establecer una fecha en la que vas a dejar de fumar.

Puedes dejar de fumar justo el día que te has propuesto, pero muchas personas lo que hacen es ir reduciendo la cantidad de cigarrillos progresivamente hasta llegar a esa fecha límite y dejarlo. Aunque esto pueda mitigar ciertos síntomas del síndrome de abstinencia, lo cierto es que puede resultar difícil igualmente.

  • Evita los desencadenantes: identifica tus desencadenantes, es decir, los momentos en los que normalmente fumas. Por ejemplo, al ver la tele, al hablar por teléfono, después de comer o de tener sexo, cuando sales del metro, cuando bebes alcohol, y muchos otros… Identificarlos te ayuda a prepararte psicológicamente para que una vez lo hayas dejado no vuelvas a recaer en esos momentos.

¿Quieres saber más?

Fuente: Aidsmap (Entidad certificada por The Information Standard, perteneciente al Servicio Nacional de Salud Británico [NHS]) y HIV-iBase (Entidad certificada por HONcode).

Poz.com (versión on-line de la revista estadounidense POZ).

gTt. Hacerse mayor viviendo con el VIH. Una guía para envejecer de forma más saludable si tienes el VIH. Septiembre 2016

Otras drogas

Catinonas sintéticas / Nuevas sustancias psicoactivas

Las nuevas sustancias psicoactivas (NPS, acrónimo inglés de Novel Psychoactive Substance, en español NSP) son un conjunto de sustancias que buscan parecerse en sus efectos a los producidos por drogas tradicionales, pero son legales y no detectables.

Introducción

Las nuevas sustancias psicoactivas (NSP) son un conjunto de sustancias que buscan parecerse en sus efectos a los producidos por drogas tradicionales como el cannabis, la cocaína, la MDMA, el speed o los alucinógenos como las setas o los tripis (LSD). Así, estas drogas son presentadas como alternativas (producen el mismo efecto) a las drogas ilegales, y son legales y no detectablesPara estas nuevas drogas aún no se disponen de las metodologías necesarias para realizar detecciones rápidas como las que se realizan con otras drogas. En la actualidad, para identificarlas, se necesita de un costoso laboratorio con personal muy especializado.

Catinonas sintéticas

Son drogas sintéticas con efectos estimulantes similares a las anfetaminas, químicamente relacionadas con la catinona, un alcaloide presente en la planta Catha edulis (khat). El Khat es un arbusto que crece en el Este de África y el Sur de Arabia, cuyas hojas las personas mastican, de vez en cuando, por su efecto estimulante. Las variantes sintéticas de la catinona pueden ser más potentes que el compuesto natural y, en algunos casos, mucho más peligrosas. 

Hex-En

También llamada n-etil-hexedrona, es una sustancia en polvo con efectos estimulantes, que pertenece a la familia de las catinonas y que actúa como inhibidor de la recaptación de la noradrenalina.

Entre los efectos que produce se incluyen aumento de la concentración, desinhibición, mayor sociabilidad, sensación de bienestar e incremento del ritmo cardiaco.

Posología                      

  • Dosis baja: 15-20mg
  • Dosis media: 25-40mg
  • Dosis alta: 40-50mg

Efectos deseados

Cuando se consume por vía esnifada, suele subir al cabo de 2-8 minutos y los efectos duran 2-5 horas en total. Los efectos principales tardan entre 10 y 20 minutos en subir y duran entre una y dos horas, dando paso a una estimulación residual y un bajón. La duración total es entre 1 y 4 horas.

  • Duración total: 2-5 horas
  • Subida: 2-8 minutos
  • Meseta: 30-90 minutos
  • Bajada: 1-4 horas
  • Vuelta al estado habitual / post-efectos: 1-8 horas

Sus efectos se suelen comparar con los de la cocaína, sin embargo, existen importantes diferencias. La cocaína desde hace décadas se utiliza en su forma refinada, se ha estudiado clínicamente y se emplea en ámbitos hospitalarios. Por el contrario, el Hex-En hace poco que circula y se desconocen sus efectos a largo plazo.

La duración de los efectos de Hex-En es más larga que la de la cocaína y su redosificación compulsiva puede entrañar psicosis, con aparición de paranoia, delirios y alucinaciones. Se trata de una condición grave pero muchas veces temporal que se suele subsanar al dormir. Estas situaciones se producen de modo menos frecuente con la cocaína.

Efectos secundarios frecuentes

Junto con los efectos buscados y deseados, también aparecen otros efectos no deseados como resultado de la estimulación, entre los que destacan la tensión mandibular y la deshidratación.

Efectos tóxicos/graves/infrecuentes: Debido al escaso tiempo que lleva en circulación se desconocen sus posibles efectos a largo plazo.

Recomendaciones de reducción de riesgos

  • Comienza con una dosis de prueba baja: Las primeras veces deberían rondar los 15-25mg.
  • Deja un tiempo prudencial entre raya y raya. Antes de tomar otra dosis, valora si la anterior ya te ha dejado de hacer efecto. La euforia inicial dura poco más de 1 hora, pero la estimulación residual puede durar hasta 7 horas.
  • Realiza las primeras tomas en entornos de confianza y conocidos.
  • Evita consumir con frecuencia. Si lo haces, observa muy bien cualquier alteración que pudiera surgir y coméntala con profesionales de la salud.
  • Evita la mezcla con otras drogas, incluido el alcohol. En caso de que mezcles, reduce la cantidad de cada una.

3-MMC

La 3-metilmetcatinona pertenece a la familia de las catinonas y es una sustancia con efectos estimulantes y euforizantes como la anfetamina o la cocaína, habiendo personas que refieren efectos empatógenos-entactógenos como la MDMA. Este polvo apareció por primera vez en 2012, tras la fiscalización de la mefedrona, sustancia muy parecida químicamente.

Posología

  • Dosis baja: 50-100 mg (vía oral) / 20-40 mg (vía esnifada)
  • Dosis media: 100-250 mg (vía oral) / 40-60 mg (vía esnifada)
  • Dosis alta: 250-350 mg (vía oral) / 60-120 mg (esnifada)

Cuando se consume por vía oral tarda 30-60 minutos en subir y sus efectos duran 4-6 horas. El periodo meseta es de 2-3 horas, la bajada dura 1-1,5 horas. La vuelta al estado habitual (post-efectos) dura 2-4 horas.

Por vía nasal tarda 10-20 minutos en subir y sus efectos duran 2,5-4,5 horas. El periodo meseta dura 1-1,5 horas, la bajada 1-2 horas y la vuelta al estado habitual (postefectos) dura 1-1,5 horas.

Efectos deseados

Entre los efectos que produce se incluyen euforia, sensación de estimulación, incremento de la energía, estado de alerta, urgencia por hablar, mejora de las habilidades cognitivas, aumento de la percepción de la música, disminución de sentimientos hostiles, estimulación del deseo sexual.

Hace relativamente poco tiempo que se consume la 3-MMC, por lo que se desconocen los posibles efectos secundarios que pueda ocasionar su uso a medio y largo plazo.

Efectos adversos

En general, la 3-MMC también puede producir efectos secundarios parecidos a los de la mayoría de estimulantes fenetilamínicos u otras catinonas: insomnio, pérdida de apetito, dilatación pupilar, aumento de la presión arterial, del ritmo cardíaco, palpitaciones y vasoconstricción, aumento de la temperatura corporal, trismo (apretar las mandíbulas), bruxismo (rechinar los dientes) y nistagmo (movimientos involuntarios de los ojos), nerviosismo, ansiedad, paranoia, comportamiento agresivo, intenso deseo o ansia de seguir consumiendo (craving).

Los efectos de bajada son muy acusados, con depresión, cansancio, desmotivación, debilidad durante varios días, ansiedad e insomnio. Irritación de las fosas nasales cuando se usa la vía esnifada.

Efectos tóxicos/graves/infrecuentes: Debido al escaso tiempo que lleva en circulación se desconocen sus posibles efectos a largo plazo.

Interacciones con otras drogas y fármacos

Consulta aquí

Recomendaciones de reducción de riesgos

Si decides consumir 3-MMC, es recomendable hacerlo con mucha prudencia y seguir algunas pautas para minimizar riesgos:

  • Cuidado con la cantidad que vayas a tomar: La euforia y los efectos positivos son duración breve, durando alrededor de 2 horas y pudiendo persistir la estimulación residual hasta 7 horas, por lo que es recomendable dejar pasar tiempo entre raya y raya para no sobre-estimularse.
  • Mantén una buena hidratación. Con agua y bebidas no alcohólicas y haz descansos si estás bailando.
  • Realiza pruebas de alergia. Si es la primera vez que la consumes o no está analizada, con dosis muy pequeñas (3-5 miligramos) y dejar pasar, al menos, una hora.
  • Prueba con dosis bajas. Las primeras veces deberían rondar los 25-50 mg.
  • Realiza las primeras tomas en entornos de confianza y conocidos.
  • Evita consumir con frecuencia. Si lo haces, observa muy bien cualquier alteración que pudiera surgir y coméntala con profesionales de la salud.
  • Evita la mezcla con otras sustancias. El alcohol se incluye. En caso de que mezcles, disminuye la cantidad de cada una.
  • Si consumes, usa la vía oral. La vía esnifada entraña mayores riesgos que la forma oral, por lo que se recomienda usar la vía oral. Si usas la vía esnifada, evita compartir el rulo y límpiate bien las fosas nasales después de esnifar (con agua tibia, mejor salina) para eliminar restos.

Referencias:

https://energycontrol.org/sustancias/hex-en/

https://energycontrol.org/sustancias/3-mmc/

https://pnsd.sanidad.gob.es/profesionales/publicaciones/catalogo/bibliotecaDigital/publicaciones/pdf/Nuevas_sustancias_espanol.pdf

https://nida.nih.gov/es/areas-de-investigacion/las-catinonas-sinteticas-sales-de-bano

https://www.cannabismagazine.net/asi-nos-quieren-vender-las-nuevas-drogas/

Nota: El objetivo de esta ficha es meramente informativo y en ningún caso se pretende estimular el consumo de esta droga, ni sustituir el asesoramiento médico. La organización no se hace responsable del uso inapropiado que pueda hacerse de esta ficha.

DMT

La DMT, o dimetiltriptamina, es un compuesto natural psicoactivo del grupo de las sustancias psicodélicas, encontrado en innumerables plantas y animales. Se consume fumada en su forma pura como base libre o por vía oral, como ayahuasca, un brebaje psicoactivo de orígenes amazónicos.

Composición

La DMT, o dimetiltriptamina, es un compuesto natural psicoactivo del grupo de las sustancias psicodélicas, hallado en cantidades variables en innumerables plantas y animales. De hecho, hay trazas de DMT que también están presentes en el cuerpo humano, aunque su función en nuestro metabolismo es todavía desconocida. Existe una hipótesis que sugiere que existe una liberación de DMT en la glándula pineal en el nacimiento, sueños, momentos de estrés, o experiencias cercanas a la muerte, pero es solamente especulación y posiblemente equivocada, ya que no se han hallado las INMT (metiltransferasas), enzimas necesarias para biosíntesis de la DMT, en el cerebro.

La DMT (en cantidades mucho mayores de las que se encuentran en nuestro organismo) suele consumirse fumada en su forma pura como base libre, pero también a menudo es ingerida por vía oral, como la ayahuasca, un brebaje psicoactivo de orígenes amazónicos.

Sin embargo, la molécula de la DMT, cuando se ingiere oralmente, es destruida por una enzima presente en nuestro estómago, llamada monoaminooxidasa (MAO). Para que haya efectos psicoactivos por vía oral es necesario tomar un inhibidor de la MAO (IMAO). Generalmente se utiliza IMAO de fuentes naturales como la harmina, harmalina y tetrahidroharmina, presentes en la liana Banisteriopsis caapi, utilizada en la ayahuasca, o en las semillas de Peganum harmala. Las IMAO no deben ser ingeridas por personas que están tomando antidepresivos ISRS o estimulantes como el speed o MDMA, por riesgo de causar un síndrome serotoninérgico. 

Propiedades

La DMT pertenece a la familia química de las triptaminas, y es un compuesto muy simple estructuralmente, tiene solo dos modificaciones químicas de un aminoácido, el triptófano. Como otros psicodélicos, actúa sobre los neuroreceptores de la serotonina.

Los efectos, duración y dosificación de la DMT dependen mucho de la vía de consumo.

Por vía oral junto a IMAO (la llamada Ayahuasca), los efectos duran de 2-5 horas, y se asemejan (pero también difieren) a la psilocina/psilocibina de las setas, al LSD y a la mescalina de los cactus peyote y San Pedro. Muchas veces, la experiencia es introspectiva, y uno suele reflexionar sobre su vida, sus acciones, el mundo en general, etcétera. También son frecuentes las alteraciones de la percepción en general, sensibilidad a la luz y sonidos, distorsiones visuales con los ojos abiertos y visiones de diferentes tipos con los ojos cerrados.

Fumada/vaporizada tienen una duración de 10 minutos, y pueden ser muy intensos. Generalmente es una experiencia muy visual y diferente a cuando se ingiere oralmente, es más impersonal. El contenido de la experiencia a menudo parece ir más allá del individuo que la consume. Las visiones pueden tener un carácter geométrico/fractal, pero también es común la sensación de encontrar diferentes formas de vida o seres. Según muchos usuarios es imposible expresar la experiencia en palabras. Es una experiencia muy fuerte, generando una fascinación y respeto por los usuarios, que consideran de extrema importancia utilizarla con cuidado en contextos seguros.

Posología

Fumada/Vaporizada: Entre 20-60 mg, dependiendo especialmente del instrumento y de la técnica utilizada para fumar. La DMT es sensible al fuerte calor de un mechero, por lo tanto, no se debe fumar como otras substancias que se queman, como la marihuana o hachís. El fuego no debe tocar directamente los cristales. Lo ideal es utilizar un mínimo de calor para que la molécula vaporice, y no entre en combustión. La quema, combustión o pirólisis de la DMT descompone la molécula, creando subproductos que tienen un olor muy desagradable, además de perder (en parte o totalidad) la psicoactividad. Estos subproductos también son irritantes a la garganta y pulmón, y posiblemente tóxicos.

Por ello, para vaporizar la DMT se recomienda fumar en una pipa o bong vaporizador comercial o improvisado (como GlassVaporGenieVaporStone, o el improvisado Inspirator). Diferentes pipas ‘normales’ pueden ser utilizadas, pero de forma mucho menos eficiente que las vaporizadoras. Hay que tener en cuenta que la DMT derrite y huye de la fuente de calor, y a la vez quema con facilidad. Si no disponemos de estos instrumentos, también se puede fumar en un bong, poniendo una capa de hierbas o cenizas abajo (para evitar que derrita y se pierda la sustancia en el bong), después hay que poner la DMT, y por encima de la DMT otra capa de cenizas o hierbas para protegerla. Acercar el fuego con cuidado y no de forma directa.

Vía oral: la DMT sólo tiene efectos por vía oral mezclada con un IMAO. El IMAO debe ser ingerido conjuntamente o hasta 30 minutos antes de la DMT.

Dosis por vía oral:

DMT (o fuentes vegetales de DMT)

DMT pura: 30-150 mg (varia muchísimo dependiendo del metabolismo individual, es prudente tomar pequeñas dosis por primera vez). Para mejorar la absorción disolver en zumo ácido cómo manzana/naranja antes de consumir

Mimosa hostilis 3-8g: Hacer una infusión con el material pulverizado. Se puede filtrar y añadir más agua al material vegetal y hervir por lo menos una o dos veces más, para sacar más alcaloides. Filtrar y descartar los sólidos, juntar los líquidos, reducirlos en fuego bajo hasta 50-150ml por dosis. Tiene un sabor muy fuerte.

Psychoria viridis 40-150g: Depende mucho de cada ‘lote’, por eso se recomienda tomar cantidades pequeñas al probar un lote por primera vez. Preparación igual a la Mimosa hostilis, ver arriba.

Diplopterys cabrerana 2-10g: Depende mucho de cada ‘lote’, de modo que se recomienda tomar cantidades pequeñas al probar un lote por primera vez. Preparación igual a la Mimosa hostilis, ver arriba. En conjunto con IMAOs de fuentes vegetales (beta-carbolinas)

Harmina (beta-carbolina) 200 mg: Disolver en zumo ácido o hacer una bombeta con papel de liar.

Harmalina (beta-carbolina) 100 mg: Disolver en zumo ácido o hacer bombeta con papel de liar.

Banisteriopsis caapi 30-70g. Preparación igual a la Mimosa hostilis, ver arriba.

Peganum harmala – 3-4g: Preparación igual a la Mimosa hostilis, ver arriba. Infusiones de Peganum harmala nunca deben ser consumidas por mujeres embarazada por la actividad abortiva de los alcaloides vasicina, vasicinona y deoxyvasicina. Las beta-carbolinas (harmina y harmalina) pueden ser extraídas de la Peganum harmala y separadas de la vasicina a través de un proceso simple. 

Contraindicaciones

Está contraindicado su uso en niños, mujeres embarazadas y mujeres en periodo de lactancia.

Si se padece algún tipo de trastorno psicológico o se está pasando por una mala racha, ya que aumenta la posibilidad de un mal viaje.

Si se ha de conducir o manejar maquinaria peligrosa, o realizar actividades peligrosas.

Precauciones

Tolerancia y consumo habitual: Aunque no exista tolerancia física con la DMT, hay un fenómeno común y es que después de un uso regular y especialmente cuando no hay un trabajo de integración después del uso, las experiencias pierden el brillo, o aumentan las experiencias negativas. Es muy importante intentar integrar las experiencias de manera constructiva, sin olvidar nuestras vidas diarias y mantener un equilibrio entre la exploración de la conciencia y nuestra salud física, emocional, intelectual y social, además de las responsabilidades diarias.

Frecuencia de consumo: Se recomienda espaciar en el tiempo las ocasiones en que se consume. Tradicionalmente, la ayahuasca/DMT oral se utiliza de forma regular, sin causar daños a los usuarios. Sin embargo, es importante recordar que el uso tradicional siempre se hace en contextos favorables, cuando hay una comunidad que apoya a todos sus miembros, y cuando hay un trabajo de integración de la experiencia.

La DMT no causa adicción ni dependencia física. Con todo, es frecuente que haya un periodo inicial, la llamada “luna de miel”, cuando el usuario quiere usarla muchas veces. Esto, por lo general, viene acompañado por una obsesión psicológica, en que la persona continuamente piensa sobre la DMT. Es importante no perder de vista nuestras vidas diarias. El usuario debe intentar mantenerse sano y equilibrado.

Consideraciones respecto al setting o ambiente: debe de ser agradable, amigable y seguro. Para la DMT fumada, se recomienda silencio y oscuridad o luz suave e indirecta, y cerrar los ojos para poder profundizar en la experiencia

Consideraciones en cuanto al set o estado de ánimo: es muy importante que la persona no esté pasando por un mal momento personal y que inicie la experiencia con una actitud positiva.

No se considera delito el propio consumo, pero en España está sancionada la posesión en la vía pública.

Recomendaciones

Dosificación: Es importante tomar una dosis pequeña la primera vez. Hay una variación muy importante en el metabolismo de la DMT y de los IMAO, y por eso se debe tener prudencia antes de conocer las respuestas del propio organismo.

Contexto: Su consumo debe realizarse en contextos adecuados en los que la persona se encuentre cómoda y pueda experimentar libremente sus efectos.

Estatus legal: su estatus legal es el mismo que para otras drogas ilegales (MDMA, anfetamina, heroína). Su consumo o tenencia en la vía pública está sancionado administrativamente y su venta considerada como un delito contra la salud pública, así como su extracción. Consulta nuestro folleto “¿Qué he hecho yo para merecer esto? para estar informado de cuestiones legales relacionadas con las drogas.

Evita tomar los días en que te sientas nervioso, alterado, con cansancio mental o con problemas psicológicos (angustia, depresión). El inconsciente esta removido y te puede jugar una mala pasada en forma de “mal viaje”. En el caso de tener un mal viaje, resulta de ayuda pensar que los efectos se pasan en cuestión de horas, si tomado por vía oral (o minutos, cuando fumado).

Evita tomar si tienes “obligaciones” y responsabilidades que cumplir en los días siguientes.

Antes de consumir el usuario, debería sentirse cómodo: con gente de confianza, en un espacio agradable y seguro. Los espacios naturales (montañas, bosques, etc.) pueden resultar apropiados siempre y cuando la persona se sienta cómoda y segura. En general, se recomienda que la DMT sea fumada en silencio, que no haya interrupciones (móviles, personas hablando, etcétera) y que la persona pueda cerrar los ojos y profundizar en la experiencia.

Para ayudar a prevenir contra las náuseas, se pueden tomar 5-10 gotas de aceite esencial de limón, que contiene Beta-Pineno, y/o comer jengibre, que contiene ganalolactona (un té no funciona pues no es soluble en agua), ya que ambas substancias son antieméticas.

Efectos secundarios

Principales efectos secundarios: Náuseas, nerviosismo, ansiedad, frío o calor, efectos visuales que provocan confusión y, en general, los habituales que pueden provocar los alucinógenos.

Durante la subida puede aparecer cierta ansiedad y/o confusión. Es importante mantenerse tranquilo ante estas sensaciones (suelen ser pasajeras).

En personas con cierta predisposición a trastornos psicológicos (p.ej. con antecedentes familiares) o si se han vivido experiencias traumáticas, aunque sea hace tiempo, el consumo de DMT puede hacer que se revivan de forma muy desagradable. Esto puede desencadenar episodios de psicosis y disociaciones.

Interacciones

En general se recomienda no mezclar la DMT con la mayoría de las otras substancias. Especialmente si se consume oralmente con un IMAO, es muy importante tener en cuenta las interacciones pues pueden ser fatales.

Especialmente con la DMT oral junto a un IMAO, son contraindicados antidepresivos ISRS u otros IMAO; estimulantes como cocaína, anfetamina, speed, MDMA; opioides como fentanilo, tramadol, dextrometorfano, metadona, petidina, por el riesgo de síndrome serotoninérgico que puede ser fatal.

Las mezclas con alcohol suelen enturbiar la experiencia y convertirla en más incontrolable.

La combinación con otros psicodélicos supone mezclar sustancias de efectos muy intensos, por lo que, en caso de combinar, conviene extremar las recomendaciones usuales para el consumo de alucinógenos.

Con Bufo Alvarius (sapo cuyas secreciones glandulares contienen más de una docena de compuestos triptamínicos con un alto poder psicoactivo), aunque desde una perspectiva fisiológica el uso por separado de cada uno de estos preparados es bastante seguro, la combinación de estas dos sustancias resulta peligrosa y puede ser mortal.

Intoxicación

Dosis muy elevadas: No se conocen casos de muerte de personas causadas directamente por el consumo de DMT. Fumando DMT, se tiene poco riesgo de sobredosis pues después de una cierta dosis el usuario pierde el contacto con la realidad y no se consigue fumar más. Normalmente el usuario no se acuerda de lo que pasó cuando toma estas dosis altas (y por lo tanto tampoco es deseable). Con la DMT oral, por otro lado, a partir de una cierta dosis, que depende de cada persona, los efectos pueden ser demasiado fuertes, y el usuario puede experimentar mucho miedo, ansiedad, dificultad psicológica, etc. Es importante mantenerse seguro físicamente hasta que los efectos disminuyan. En caso de sobredosificación: Tener en cuenta las mismas consideraciones que para un “mal viaje” de LSD u hongos.

Qué hacer ante un “mal viaje”:

  • Tranquilizar a la persona recordándole que, pasado un tiempo, el efecto remitirá.
  • Retirarla hacia un lugar tranquilo y aireado.
  • Hablarle de forma tranquila y sin titubeos, confortándola en la medida de lo posible.
  • Tanto si la ansiedad se prolongase como si aparecieran ideas extrañas y delirantes, alucinaciones intensas, agresividad, etc., será necesario acudir a los servicios sanitarios.

La intoxicación por DMT no tiene consecuencias a nivel fisiológico, sino psicológico. Si uno mezcla con otras sustancias, consume una dosis demasiado alta, está pasando por una mala racha o tiene una predisposición genética, puede producirse un “mal viaje”, caracterizado por un episodio de pánico, con alucinaciones terroríficas, agitación, desconfianza en las personas del entorno, temblores e hipertensión arterial. Es limitado en el tiempo, aunque puede durar más de 24 horas. En casos de prolongación excesiva de estos efectos negativos, es recomendable consultar con un médico. Pueden darse episodios depresivos, cuadros psicóticos, o conductas paranoides durante el consumo o pasados unos días después del mismo.

Manténgase fuera del alcance de los niños. Consulte a su médico o a personal especializado.

Si deseas consultar más ves aquí: https://energycontrol.org/infodrogas/otras/dmt.html

Nota: El objetivo de esta ficha es meramente informativo y en ningún caso se pretende estimular el consumo de esta droga, ni sustituir el asesoramiento médico. La organización no se hace responsable del uso inapropiado que pueda hacerse de esta ficha.

GHB/GBL

El GHB (ácido gamma-hidroxibutírico), mal llamado éxtasis líquido, es un anestésico depresor que se presenta en forma de líquido incoloro, en ocasiones teñido, sin olor y con un sabor más bien salado.  

Introducción

También se conoce como “G”, “biberón” o “chorri”. Su forma de uso más habitual es bebido directamente o disuelto en una copa o refresco. Es conocido como chorri, potes, biberones, G…

Antes de probarlo, es recomendable que te informes sobre sus propiedades y la manera de disminuir los riesgos de su ingesta.

El precursor químico del GHB es el ácido gamma-butirolactona (o en sus siglas GBL), una sustancia distinta, con un fuerte sabor a producto químico, que se transforma en el estómago en GHB.

En la actualidad, la mayoría de “G” que se encuentra en el mercado es GBL, tiene efectos similares al GHB, pero mayor intensidad farmacológica y velocidad de aparición de sus efectos. En ocasiones, se puede encontrar una mezcla de los dos compuestos (GHB/GBL). Se pueden diferenciar por el gusto: el GHB es salado y la GBL tiene sabor a producto químico.

Composición

  • GHB: Ácido gamma-hidroxibutírico en concentración variable, generalmente disuelto en agua.
  • GBL: Ácido gamma-butirolactona en concentración variable, en general disuelto en agua.

Las concentraciones de GBL suelen ser más elevadas y, al transformarse en el estómago en GHB, se incrementa un 66% la cantidad, es decir, 1g de GBL pasa a 1,6g de GHB.

Propiedades

El GHB/GBL se ha utilizado y se utiliza en medicina por sus propiedades anestésicas y facilitadoras del sueño.

En Italia se usa en el tratamiento del alcoholismo y, en el ámbito del culturismo, se ha empleado en busca de ‘supuestos’ efectos anabolizantes. En los años 90 comenzó su uso recreativo, hasta que se fiscalizó.

Sus efectos son muy similares a los del alcohol, aunque se alcanzan a dosis mucho menores. Produce euforia, relajación, desinhibición, excitación y sensación de bienestar, facilitando las relaciones sociales.

También puede influir positivamente en la sexualidad, gracias al mencionado desbloqueo de las inhibiciones y a que puede incrementar la sensibilidad al tacto y la capacidad eréctil, así como retrasar y potenciar los orgasmos.

Los efectos aparecen muy rápidamente (10-20 minutos) y duran alrededor de una hora y media o dos horas, con efectos posteriores más suaves que pueden prolongarse otro par de horas. Desaparecen por completo a las 3-4 horas.

Presentación

El GHB es un polvo blanco; sin embargo, con frecuencia se presenta disuelto en agua, dentro de frasquitos pequeños (biberones, botes o potes) o en botellas de cualquier tipo (p. ej: de agua mineral).

Cuando el GHB se presenta en líquido, su concentración es variable y desconocida, por lo que conviene extremar el cuidado con la dosis.

En el caso de GBL, dentro del organismo se transforma en GHB, pero su absorción es más rápida y la cantidad que produce los efectos deseados es mayor, lo que le proporciona una mayor potencia y que los efectos se presenten antes y duren más tiempo.

Posología

  • En dosis inferiores a 1 gramo (= 1 mL de GHB/0,6 mL de GBL), el GHB produce una suave relajación acompañada de un descenso en la ansiedad y una moderada desinhibición.
  • Cantidades entre 1 y 2 gramos (= 1 a 2 mL de GHB/0,6 a 1,25 mL de GBL) producen una relajación intensa con sensaciones de calma, pasividad y somnolencia. Hay quien experimenta cambios positivos en el estado de ánimo, así como quien ve incrementadas sus capacidades para apreciar la música o bailar. No obstante, aparecen también efectos secundarios como la pérdida de coordinación o las dificultades en el habla.
  • Dosis de 2 a 4 gramos (= 2 a 4 mL de GHB/1,25 – 2,5 mL de GBL) producen relajación profunda que, en la mayoría de los casos, da lugar a que el usuario se quede dormido durante un período de 2 a 4 horas. Aun así, hay quienes experimentan euforia y desinhibición.
  • Cantidades superiores a los 4 gramos (= 4 mL de GHB/ >2,5 mL de GBL) suelen producir sueño profundo, de modo que resultará casi imposible despertar a la persona durante 3 o 4 horas.

Las cantidades señaladas hacen referencia al GHB/GBL en polvo. Cuando se presenta en forma líquida las dosis suelen medirse por tapones o por botes y, debido a que la concentración es variable y desconocida, resulta bastante más complicado calcular las cantidades con exactitud.

El GHB parece tener cierto efecto sobre la esfera sexual (incrementa la sensibilidad táctil, facilita e incrementa el orgasmo…) Su detección en fluidos biológicos (sangre, orina, cabello…) es muy complicada y no es posible a través de los test habituales.

Redosificación: se recomienda esperar 2 o 3 horas a pesar de que los efectos hayan desaparecido, ya que las dosis pueden ser acumulativas y causar una sobredosificación. Anotar las horas en el móvil, facilita el control del tiempo.

Contraindicaciones

El uso de GHB/GBL está médicamente contraindicado en personas que padezcan trastornos respiratorios o cardiacos, en casos de hiperprolactinemia (aumento en los niveles normales de la hormona prolactina), en pacientes epilépticos o que sufran convulsiones, así como en personas aquejadas por el síndrome de Cushing.

Precauciones

Dado que existe un margen muy reducido entre las cantidades de GHB/GBL que producen desinhibición y aquellas que producen sedación, conviene ser extremadamente cautelosos con la dosis que se consume.

Teniendo en cuenta, además, lo aparatoso que puede resultar quedarse sedado en un bar o una discoteca, es recomendable que el consumidor primero se familiarice con los efectos del GHB/GBL en un entorno controlado (una casa, por ejemplo), consumiendo dosis bajas y aumentándolas ligeramente en ocasiones posteriores hasta encontrar la cantidad que le aporta los efectos deseados.

Asimismo, ante cada nueva partida es aconsejable probar una pequeña dosis (un tercio del bote o un tapón) para conocer su potencia. De cara a evitar la pérdida de control a la hora de dosificarse, conviene planificar el consumo antes de salir, calculando con antelación el número de tomas que se realizarán a lo largo de la noche.

En términos de seguridad, se aconseja no mezclar GHB/GBL con alcohol. No obstante, en caso de mezclar, es fundamental reducir las dosis de GHB/GBL y espaciar las tomas, beber con moderación y optar por bebidas de baja graduación.

Si se ha bebido alcohol y se va a consumir GHB/GBL, hay que dejar pasar unas horas y beber agua en abundancia. Esto ayuda a eliminar el alcohol antes de tomar GHB/GBL.

Como en el caso del GHB/GBL por sí solo, convendría que el consumidor se familiarizase con los efectos de esta combinación en un entorno seguro y empezando por utilizar cantidades bajas.

El uso habitual produce tolerancia y dependencia, por lo que se recomienda evitar los consumos frecuentes durante largos períodos de tiempo.

A fin de facilitar la adecuada respuesta ante una reacción adversa, es más seguro tomarlo en compañía, habiendo informado previamente de que se va a consumir GHB/GBL.

Ante desmayos y pérdidas de conciencia, para evitar que la persona pueda ahogarse con su propio vómito, se la debe tumbar de lado mientras se espera a que llegue la ambulancia.

Es recomendable consumir el GHB/GBL en dosis individuales de modo que cada cual sepa exactamente lo que toma.

Cuando se mezcla con otra bebida para que varias personas lo consuman de un mismo vaso, el GHB/GBL se deposita en el fondo, por lo que el último en beber es quien consume la mayor parte, resultando fácil que se produzca una sobredosis.

Debe evitarse conducir hasta que no hayan remitido claramente los efectos.

GHB y VIH

En el caso de tener el VIH y tomar un tratamiento antirretroviral que incluya un potenciador (ritonavir o cobicistat), podrían producirse interacciones medicamentosas, por lo que la sobredosis asociada a GHB o GBL podría darse a dosis más bajas de lo normal.

Efectos secundarios

El GHB tiene un margen de seguridad menor al de otras sustancias. Pequeños incrementos en la dosis pueden dar lugar a efectos desproporcionadamente elevados y la diferencia entre la dosis recreativa y la dosis tóxica es estrecha.

La intoxicación por GHB (sobredosis) se caracteriza por la disminución de nivel de conciencia (sueño), que puede llegar al coma profundo. El uso simultáneo de otros depresores (alcohol incluso en pequeñas dosis, pastillas para dormir) facilita la aparición de este tipo de problemas.

Las intoxicaciones son más frecuentes si el usuario no conoce la concentración exacta y la cantidad de producto que está utilizando.

Las muertes por sobredosis de GHB sin otras sustancias son raras. Pero en dosis elevadas, el GHB puede producir pérdida de conciencia y ganas de vomitar. La combinación de estos síntomas puede llevar a la aspiración (inhalación) del vómito, que puede causar asfixia y daño en los pulmones.

El uso continuado durante varios días o semanas de GHB puede desencadenar un cuadro de dependencia física. En estas personas, dejar de tomar GHB de forma brusca puede desencadenar un síndrome de abstinencia (caracterizado por temblor, alucinaciones, taquicardia, insomnio…) que en casos graves puede acompañarse de convulsiones y delirios. Existen tratamientos farmacológicos eficaces para estos casos.

El GHB puede provocar daños en esófago y estómago. La síntesis del GHB consiste en combinar su precursor (GBL) con hidróxido sódico (sosa cáustica). La reacción química puede ser peligrosa (quemaduras o explosión) si no se conoce bien la técnica. En el proceso hay que controlar el pH del producto final, ya que éste podría ser demasiado ácido o básico y provocar quemaduras, erosiones o perforaciones del aparato digestivo al ser bebido.

Pueden producirse mareos, náuseas, vómitos, visión borrosa o doble, descoordinación y somnolencia. En ocasiones se pueden originar dolores de cabeza, contracturas musculares y, más raramente y asociadas al uso de dosis altas, diarrea, amnesias y convulsiones. Al día siguiente hay quien sufre un leve aturdimiento, mareos o dolores de cabeza, aunque muchas otras personas se sienten especialmente despejadas y de buen ánimo.

Interacciones con drogas y fármacos

Cualquier sustancia con efectos depresores puede multiplicar los efectos tóxicos del GHB. Esto incluye tanto medicamentos (benzodiacepinas, opiáceos, barbitúricos) como otras drogas legales (alcohol) o ilegales. El topiramato es un antiepiléptico utilizado en el tratamiento de la dependencia a cocaína que también interactúa con el GHB, facilitando la intoxicación.

La combinación de GHB/GBL con cualquier otro depresor del sistema nervioso central (alcohol, tranquilizantes, opiáceos, ketamina …) potencia los efectos de ambas sustancias dando lugar a que el margen de seguridad se reduzca notablemente y aumenten las posibilidades de sufrir sedación y pérdida de conocimiento.

La mezcla con estimulantes (speed, cocaína, éxtasis …) puede enmascarar los efectos del GHB/GBL, facilitando que se consuma más de la cuenta y que, en consecuencia, terminen produciéndose reacciones adversas.

Desde un punto de vista médico, los efectos resultantes de mezclar GHB/GBL y otras drogas son, en muchos casos, desconocidos, pues no hay estudios al respecto.

No se sabe mucho acerca de las interacciones de estas drogas con los fármacos antirretrovirales puesto que no hay muchos estudios al respecto.

Sin embargo, se cree que los niveles de esta droga se pueden ver aumentados a niveles que pueden poner en riesgo la vida si se toman junto a inhibidores de la proteasa (como atazanavir, darunavir, fosamprenavir, lopinavir, saquinavir, indinavir, nelfinavir o saquinavir). Esto se ha supuesto solamente a partir de un único caso de un hombre de 29 años que estaba tomando tratamiento con ritonavir y saquinavir y que al tomar media cucharilla de GHB acabó inconsciente.

Hay que tener en cuenta que había tomado dos pastillas de éxtasis y otra media cucharilla de GHB durante las 24 horas previas. Nunca antes había tenido reacciones adversas al GHB o al éxtasis, por lo que los médicos creen que el ritonavir y el saquinavir ralentizaron el metabolismo de las drogas, aumentando los niveles en sangre y provocando la reacción casi fatal.

Según el buscador de interacciones entre antirretrovirales y otros fármacos o drogas infodrogas-vih, también podría haber potenciales interacciones con los inhibidores de la proteasa y los potenciadores de los inhibidores de la proteasa (ritonavir y cobicistat).

Intoxicación

La intoxicación por GHB/GBL produce pérdida de consciencia y ralentización de la respiración, que puede derivar en una depresión respiratoria. Generalmente la persona intoxicada se recupera de forma espontánea al cabo de 2-4 horas, no obstante, la situación puede agravarse por el consumo combinado con otras sustancias, en especial las depresoras. En ocasiones la sobredosificación también produce vómitos, los cuales resultan peligrosísimos en alguien que ha perdido el conocimiento, debido a que suponen un importante riesgo de ahogamiento.

El uso habitual de GHB/GBL produce tolerancia y dependencia por lo que se recomienda espaciar los consumos. Al re-dosificar en exceso puede aparecer agarrotamiento, contracturas musculares y paranoias.

Consejos para un uso más seguro

Lo más importante es calcular bien la dosis y no mezclar GHB con alcohol y otros depresores (pastillas para dormir, ketamina…). La mezcla incluso en pequeñas dosis facilita la aparición de sobredosis.

En vista de lo aparatoso que puede resultar quedarse sedado en un bar o una discoteca, es recomendable que el consumidor primero se familiarice con los efectos del GHB en un entorno controlado (una casa, por ejemplo), consumiendo dosis bajas y aumentándolas levemente en ocasiones posteriores hasta encontrar la cantidad que le aporta los efectos deseados.

En la medida de lo posible, es importante no tomarlo sólo sino con otras personas que sepan la sustancia que hemos consumido y puedan dar esta información en caso de problemas.

Manejar el propio GHB calculando y midiendo las dosis con una jeringa facilita la dosificación correcta. Sé cuidadoso con las dosis y no aceptes GHB sólo porque te lo ofrezcan. Usa sólo tu propia bebida y no bebas las de otras personas.

Ante una intoxicación por GHB la primera medida a tomar es siempre tumbar a la persona con la cabeza hacia un lado para evitar la aspiración del vómito. Si la persona está inconsciente y no responde a estímulos (hablarle o pellizcarle) es conveniente buscar ayuda médica.

Conservación

Conservar en la nevera, señalando mediante etiquetas o colorantes que se trata de GHB/GBL, de modo que se eviten intoxicaciones involuntarias.

Manténgase fuera del alcance de los niños. Consulte a su médico o a personal especializado.

Si quieres más información puedes ir a: https://energycontrol.org/infodrogas/otras/ghb.html

Fuente: Chem-safe.org / Aidsmap (Entidad certificada por The Information Standard, perteneciente al Servicio Nacional de Salud Británico [NHS]) y HIV-iBase (Entidad certificada por HONcode).

Nota: El objetivo de esta ficha es meramente informativo y en ningún caso se pretende estimular el consumo de esta droga, ni sustituir el asesoramiento médico. La organización no se hace responsable del uso inapropiado que pueda hacerse de esta ficha.

Ketamina

La ketamina es un fármaco anestésico que produce un tipo de anestesia llamada “disociativa” y que se caracteriza por la analgesia (desaparición del dolor) sin alteración del nivel de conciencia (es decir, el paciente permanece despierto). Tiene aplicaciones en veterinaria, así como en pediatría y obstetricia humanas.

Introducción

La ketamina es un depresor y se utiliza en medicina y veterinaria como anestésico disociativo, aunque puede que la conozcas como keta, special K, K, etc. Su uso médico es limitado debido a los efectos adversos de tipo psicodélico que aparecen en la fase de recuperación. Aun así, se trata de un anestésico que todavía se utiliza en pediatría, geriatría y obstetricia, así como un analgésico usado en unidades de tratamiento del dolor. Si la consumes, o lo piensas consumir, esta información puede ser de tu interés.

Composición

Clorhidrato de ketamina en cantidades variables, que pueden ir desde menos del 7% hasta el 99%, dependiendo de la procedencia (ámbito hospitalario y veterinario o mercado ilegal).

Adulterantes

En los escasos análisis realizados, se han detectado sustancias como el paracetamol y la lactosa, aunque se podrían estar utilizando otras diferentes.

Para salir de dudas, antes de consumirlas te recomendamos que analices tus sustancias a través del servicio de análisis de energy control (https://energycontrol.org/analisis-de-sustancias/servicio-analisis.html).

Presentación

La ketamina puede presentarse en forma líquida o como un polvo fino, blanco y cristalino.

Propiedades

La ketamina se utiliza en medicina y veterinaria como anestésico disociativo. No obstante, a dosis subanestésicas produce toda una gama de efectos. Los efectos deseados cuando se consume incluyen relax/tranquilidad, euforia, disminución de la sensación de dolor y/o cansancio, evasión/desconexión, leve embriaguez, estimulación y ligeras distorsiones perceptivas. Con dosis más elevadas, puede provocar impactantes estados oníricos y auténticamente alucinatorios, pudiendo incluso desencadenar experiencias cercanas a la muerte y sensación de desdoblamiento corporal.

Los efectos aparecen con rapidez, tardando entre 7,5 y 20 minutos en hacer efecto por vía nasal, y su duración estaría entre 1 y 2 horas. Por vía oral es menos intensa y tarda más en subir, pero dura más o menos lo mismo que por vía nasal.

Posología

Cuando la ketamina se consume con una finalidad recreativa, en entornos festivos, buscando la embriaguez, la estimulación y las ligeras distorsiones perceptivas, la dosificación más adecuada para la vía oral suele ser

  • desde los 50-100mg (dosis baja)
  • hasta los 75-300mg (dosis media-alta)

La dosificación nasal (esnifada) va

  • desde los 15-30mg (dosis baja)
  • hasta los 25-5mg (dosis media)
  • o los 100mg (dosis alta)

Como droga recreativa suele presentarse en forma de polvo para esnifar. Su uso intramuscular, intravenoso, oral o rectal también es posible. Por vía intranasal los efectos duran 45-60 minutos. La vía oral o intramuscular tiene una mayor duración de acción, hasta 3 horas.

En dosis pequeñas produce euforia, embriaguez leve y alteraciones en la percepción corporal (sensaciones de flotación, modificaciones en la consistencia y los límites físicos del propio cuerpo…). Según se incrementa la dosis aparecen estados alucinatorios, de ensoñación o pérdida de contacto con la realidad. En dosis elevadas son posibles experiencias de desdoblamiento corporal (visión del propio cuerpo desde fuera) o las “experiencias cercanas a la muerte” (contacto con la eternidad en una dimensión sin tiempo ni espacio).

En el caso de los usos psiconáuticos que buscan efectos psicodélicos plenos, la vía oral requiere de dosis en torno a los 300mg (200-450mg) y produce unos efectos más suaves y duraderos que los obtenidos por otras vías. Con la vía esnifada, los efectos psicodélicos plenos suelen alcanzarse con cantidades en torno a los 200mg (100-250mg).

Contraindicaciones

La ketamina está contraindicada en personas aquejadas de:

  • problemas cardiacos,
  • hipertensión,
  • o que cuenten con antecedentes de accidentes cerebrovasculares.
  • También está contraindicada en aquellas personas que estén en tratamiento con medicamentos tiroideos, que hayan sufrido operaciones oftalmológicas o que padezcan problemas psiquiátricos (ansiedad, trastorno bipolar, depresión o trastornos psicóticos como esquizofrenia) o tengan antecedentes de haberlos tenido. No obstante, la administración supervisada de ketamina apunta como un tratamiento prometedor para el trastorno depresivo mayor.
  • Asimismo, está contraindicado su uso en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
  • La ketamina también puede aumentar el riesgo de accidente si se tiene que conducir un vehículo.

Precauciones

La ketamina es un anestésico, por lo que dosis demasiado altas o demasiado seguidas producirán un considerable entorpecimiento corporal (pérdida del equilibrio, de los reflejos, etc.) que puede suponer un importante riesgo de caídas y accidentes. Para evitarlo será necesario cuidar la dosificación y espaciar suficientemente las tomas.

En el caso del consumo esnifado, las rayas tendrán que ser más pequeñitas que las utilizadas con la cocaína y, al igual que con esta sustancia, será recomendable utilizar un turulo personal e intransferible para evitar adquirir enfermedades como la hepatitis C.

En algunas personas la ketamina incrementa el deseo sexual y disminuye las inhibiciones. Por su efecto anestésico puede facilitar prácticas sexuales que impliquen dolor, como la penetración anal, el fisting o el uso de dildos de gran tamaño.

El uso de dosis altas en busca de efectos psicodélicos requerirá de un entorno seguro y tranquilo en el que la persona permanezca tumbada y sin moverse. Los efectos son cualitativamente distintos a los de la LSD o las setas y tienen que ver con la percepción del propio cuerpo. En ocasiones, es posible llegar a un estado catatónico en el que se puede ver el cuerpo desde fuera o desarrollar experiencias cercanas a la muerte (ECM).

Con el consumo de dosis bajas en entornos festivos, se recomienda prudencia en los movimientos siempre que exista el riesgo de caídas aparatosas (subir y bajar escaleras, cruzar calles, etc.), así como evitar conducir vehículos a motor hasta que los efectos no hayan remitido.

El uso continuado favorece el desarrollo de tolerancia y dependencia, así como la posible aparición de trastornos físicos (dolores abdominales, problemas oculares, temblores…) y psicológicos (ansiedad, insomnio, psicosis…).

Un uso crónico puede dañar los riñones. Los consumos más seguros son aquellos que no se repiten más de una vez al mes. Los más arriesgados son, evidentemente, los que tienen una periodicidad diaria.

Ketamina y VIH

La ketamina es una sustancia que puede ser usada en el contexto del chemsex -es decir, el uso intencionado de drogas en contextos sexuales para facilitar y mejorar la experiencia sexual-, especialmente en el colectivo de hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (GBHSH). Su consumo podría contribuir a una mayor desinhibición y a adoptar conductas de riesgo, como, por ejemplo, practicar sexo anal sin preservativo con personas de un estado serológico al VIH desconocido, lo que podría contribuir a su transmisión en las sesiones o chills.

El uso de ketamina en personas con el VIH en tratamiento con inhibidores de la proteasa (sobre todo ritonavir) o cobicistat puede incrementar los efectos de la droga, facilitando la aparición de efectos tóxicos como depresión respiratoria, pérdida de conciencia y alucinaciones.

En personas con VIH en tratamiento con efavirenz, nevirapina o etravirina, es posible que la ketamina se elimine más rápido. Esto puede llevar a algunas personas a usar más cantidades, combinar más drogas o cambiar la vía de administración, incrementando las probabilidades de experimentar problemas.

Efectos secundarios

En el momento de consumir, junto a los efectos buscados y deseados, pueden producirse náuseas, vómitos, sensaciones de mareo, vértigos, sudores, dolores de cabeza, confusión y desorientación. Disminuye la capacidad de atención, de concentración y la memoria, pudiendo producirse amnesias. El día después, el usuario puede sentirse algo cansado, aturdido y con la cabeza pesada.

En grandes consumidores, las dificultades de atención y concentración, así como los problemas de memoria, especialmente la lingüística (por ejemplo, recordar palabras o nombres), pueden persistir durante varios días.

El consumo crónico puede producir efectos a largo plazo. Se ha asociado con problemas de memoria, dificultades de concentración y de aprendizaje. En consumidores habituales de dosis muy altas también puede aparecer afectación de la vejiga (cistopatía por ketamina) que puede causar desde molestias leves al orinar hasta sangrado grave en la orina e incontinencia urinaria.

La ketamina produce tolerancia y dependencia con rapidez. En consumos frecuentes es necesario incrementar la dosis de forma progresiva para conseguir los mismos efectos. También tiene un elevado potencial de dependencia psicológica. Algunas personas llegan a perder el control sobre la frecuencia y cantidad de sus consumos de ketamina, causando problemas físicos, psíquicos, sociales y laborales.

Interacciones

  • La combinación de ketamina con sustancias como el alcohol, el GHB o los opiáceos da lugar a una potenciación de los efectos depresores (pérdida de la coordinación, sedación, desmayos, etc.). En términos de seguridad, se trata de una mezcla desaconsejada. En caso de realizarla, es conveniente reducir las dosis y espaciar las tomas.
  • La mezcla con estimulantes contrarresta los efectos de la ketamina, por lo que resulta contraproducente para los usos psiconáuticos. Para usos recreativos conviene tener en cuenta que el riesgo de caídas y accidentes sigue estando presente. El hecho de que los efectos de ambas sustancias se contrarresten puede facilitar que se acaben consumiendo mayores cantidades de cada una de ellas, favoreciendo el desarrollo de tolerancia y adicción en consumidores habituales.
  • La combinación con psicodélicos para algunas personas puede añadir matices interesantes a la experiencia, no obstante, supone mezclar sustancias de efectos muy intensos, por lo que, en caso de combinar, conviene extremar las recomendaciones usuales para el consumo de alucinógenos: básicamente, efectuarlo en un contexto seguro y en un buen estado emocional, cuidar las dosis y no realizarlo de forma habitual.
  • El uso continuado favorece el desarrollo de tolerancia y dependencia, así como la posible aparición de trastornos físicos y psicológicos.

Intoxicación

  • En personas sin tolerancia, cantidades superiores a los 250mg (vía esnifada), consumidos de una sola vez o en poco tiempo, suelen dar lugar a pérdidas de conocimiento.
  • El consumo de cantidades menores mezcladas con cantidades medias o altas de alcohol u otros depresores también puede producir desvanecimientos más o menos graves (en el peor de los casos puede dar lugar a paradas respiratorias).
  • En cualquiera de estas situaciones, será más razonable y seguro pecar de prudencia que de imprudencia, por lo que se aconseja llamar a urgencias.
  • Ante alguien con ataques de ansiedad, paranoias, etc., se recomienda no dejarle solo, mantener la calma, evitar los estímulos fuertes y potencialmente agobiantes (música, gente, etc.), ayudarle a respirar lenta y profundamente y, si la situación no mejora, buscar ayuda.

Consejos para un uso más seguro:

Debido al riesgo de adulteración, es conveniente analizar las muestras antes de su consumo. Las adulteraciones en muestras de ketamina procedentes del mercado negro son frecuentes. La dexcloroketamina o la metoxetamina son derivados no fiscalizados (técnicamente no ilegales) que se han encontrado como adulterantes en España. Sus efectos y riesgos son desconocidos, pero potencialmente más elevados ya que no existe experiencia sobre ellos en humanos.

Si vas a probar una muestra cuya composición es desconocida, conviene empezar con una cantidad muy pequeña para conocer sus efectos. El tamaño de las rayas debe de ser mucho más pequeño que el de las de cocaína, speed o mefedrona.

Si usas ketamina por vía intranasal es importante pulverizar bien la sustancia, alternar ambas fosas nasales y limpiar las fosas nasales con suero salino después de finalizar el consumo. También es importante utilizar un turulo individual y desechable. Algunos estudios sugieren que compartir este material puede ser un factor de riesgo para la transmisión del Virus de la Hepatitis C.

La vía de administración más peligrosa es la inyectada. Está asociada a un mayor riesgo de dependencia. Una mala técnica de inyección puede producir abscesos locales, colapsos en las venas o tromboflebitis. Las jeringuillas deben de utilizarse una única vez y nunca deben de compartirse. El riesgo de infección por el VIH, Virus de la Hepatitis C y otros microorganismos que se transmiten a través de la sangre es elevado.

Dosis demasiado altas o demasiado seguidas producirán un considerable entorpecimiento corporal (pérdida del equilibrio, de los reflejos, etc.) que pueden suponer un riesgo de caídas y accidentes. Para evitarlo será necesario cuidar la dosificación y espaciar suficientemente las tomas.

El efecto anestésico puede hacer que pasen inadvertidas la aparición de heridas o desgarros en prácticas sexuales que implican dilatación anal como el fisting o uso de dildos de gran tamaño.

El efecto anestésico también puede enmascarar quemaduras producidas por cigarrillos, cannabis o pipas calientes con metanfetamina. En el caso de que la ropa o las sábanas se quemen, la falta de coordinación o las dificultades de movimiento pueden llegar a causar un incendio.

El uso de dosis altas en busca de los efectos psicodélicos requerirá de un entorno seguro y tranquilo en el que la persona permanezca tumbada y sin moverse. La capacidad de comunicación puede perderse, por lo que esta forma de consumo está especialmente desaconsejada para prácticas sexuales.

Debido al riesgo de intoxicación los espacios privados son más adecuados que lugares públicos, sobre todo en dosis medias o altas. Conviene que informes a algún amigo o persona cercana de lo que has tomado por si se presentan problemas.

Conservación

Caducidad entre uno y cinco años.

Consérvese lejos de los rayos del sol y, preferiblemente, a una temperatura entre 4 y 25 grados.

Manténgase fuera del alcance de los niños.

Consulte a su médico o a personal especializado.

¿Quieres saber más?

Fuente: Chem-safe.org / Aidsmap (Entidad certificada por The Information Standard, perteneciente al Servicio Nacional de Salud Británico [NHS]) y HIV-iBase (Entidad certificada por HONcode).

https://energycontrol.org/infodrogas/otras/ketamina.html

Mefedrona

La mefedrona es una droga sintética que forma parte de las catinonas, sustancias químicas emparentadas con las anfetaminas. Forman parte de las nuevas sustancias psicoactivas o drogas emergentes.

Introducción

La mefedrona, también conocida como 4-metilmetcatinona (4-MMC), 4-metilefedrona, mefe, comida para cactus, ​miau, y en inglés, meow meow,​ CatMef o MMCAT, es una droga sintética que forma parte de la familia de las catinonas, sustancias químicas emparentadas con las anfetaminas. Sus efectos son de tipo estimulante (cocaína, cafeína…) y empatógeno-entactógeno (es decir, que puede aumentar la conciencia de uno mismo y la empatía) como la MDMA​. Se incluye entre las denominadas nuevas sustancias psicoactivas (NSP) o drogas emergentes.

Entre 2007 y 2009 la mefedrona se popularizó en Europa por tener unos efectos similares a la MDMA y porque se podía conseguir fácilmente en internet como Legal high. El Psychonaut Research Project, organización de la Unión Europea que busca información en Internet sobre nuevas drogas, identificó la mefedrona por primera vez en 2008, cuando se analizó una tableta de aspecto parecido al éxtasis en Francia. 

La Unión Europea clasificó la mefedrona como droga ilegal en 2010. Hasta su ilegalización, conseguir mefedrona era bastante fácil a través de internet. Tras su prohibición en Europa, su consumo decayó mientras que su precio se disparó. Aun así, su valor continúa siendo bastante asequible si lo comparamos con el de otras drogas más clásicas como la cocaína.

Es una droga poco estudiada en humanos y se sabe muy poco acerca de su toxicidad y problemas derivados de su consumo a largo plazo. Se vende como droga de diseño, pero aún no se tiene información farmacológica o toxicológica suficiente.

Posología y propiedades

La mefedrona aparece en forma de cristales transparentes o amarillentos. Las formas más habituales de uso son la intranasal y la oral. Con todo, algunas personas la utilizan también por vía inyectada o intrarrectal (en enemas). La vía intravenosa es, con diferencia, la que comporta mayores riesgos, ya que la sustancia entra directamente en la sangre sin ningún filtro.

Dosis

Por vía oral:

  • Baja: 50-100mg
  • Media: 100-180mg
  • Alta: 180-300mg

Por vía esnifada:

  • Baja: 15-25mg
  • Media: 20-80mg
  • Alta: 75-125mg

Duración de los efectos

Vía Oral: Total: 4 – 8 horas / Subida: 15 – 30 minutos / Meseta: 2 – 4 horas / Bajada: 30 min – 1,5 horas Vuelta al estado habitual/postefectos: 2 – 4 horas

Vía Nasal: Total: 3 – 6 horas / Subida: 15 – 30 minutos / Meseta: 30 min – 1 hora / Bajada: 30 min – 1.5 horas/ Vuelta al estado habitual/postefectos: 2 – 4 horas

Efectos deseados

Las dosis recreativas habituales (en torno a 150mg por vía oral y 50mg por vía intranasal) producen percepción de incremento de energía, sensación de estimulación, estado de alerta, euforia, locuacidad… Algunas personas refieren un efecto afrodisiaco o intensificador de las relaciones sexuales.

Las personas que consumen mefedrona de modo habitual comparan con frecuencia sus efectos con los de la MDMA y la metanfetamina. Entre los efectos que describen encontramos:

  • Estado en el que predomina un ánimo eufórico, se incrementa el nivel de alerta y de energía, así como la capacidad de concentración.
  • Sensación de incremento de la creatividad y la productividad.
  • Aumento de la empatía y la socialización, con mayor locuacidad y con un cierto incremento del interés sexual.
  • Estado de exaltación de las funciones mentales con aumento de la percepción de la música, efectos analgésicos y disminución del apetito.
  • Aumento de la actividad del nivel motor, aunque en menor medida que el MDMA o la metanfetamina.

Efectos secundarios

Los efectos adversos descritos son similares a los de las anfetaminas. A nivel físico puede aparecerincremento de las pulsaciones, palpitaciones, dilatación de las pupilas, boca seca, bruxismo, tensión mandibular, supresión del apetito, sudoración intensa con olor característico, irritación y dolor nasal después de esnifar…

La mefedrona se ha asociado a episodios de vasoconstricción (estrechamiento brusco de las arterias), con cambios de coloración y enfriamiento de pies y manos, que pueden indicar problemas graves.

Después de los efectos y dependiendo de la dosis y susceptibilidad individual pueden aparecer cansancio, somnolencia, ansiedad e insomnio. Con dosis altas la resaca puede ser muy dura, con una sensación de depresión muy intensa.

Uno de los problemas de la mefedrona es que no se conoce prácticamente nada sobre sus riesgos a largo plazo. Otras drogas como el cannabis, la cocaína o la MDMA han sido estudiadas durante décadas y sus riesgos están bien determinados. En el caso de la mefedrona, no existen estudios en humanos que permitan estimar sus posibles riesgos a largo plazo.

Sobredosis:

Los efectos tóxicos (sobredosis) de la mefedrona son similares a los de las anfetaminas. Desde el 2008 se han comunicado varias muertes relacionadas con el consumo de esta sustancia. No está bien establecida la dosis tóxica en humanos. Algunos usuarios han necesitado atención médica con dosis muy diferentes (p. ej. 1,8 gramos consumidos en 20 horas, 600 miligramos consumidos en 6 horas).

La aparición de palidez, hormigueo, entumecimiento, amoratamiento o enrojecimiento de manos o pies pueden indicar un problema vascular de vasoconstricción o una reacción autoinmune denominada vasculitis y deberían considerarse síntomas de alarma.

Si se detectan los siguientes síntomas: hipertermia severa, arritmias cardíacas, dolor de pecho, convulsiones, mareos, calambres, entumecimiento y amoratamiento de las extremidades, enrojecimiento de las articulaciones, se ha dejado de sudar o se tienen dificultades para orinar, se recomienda acudir al servicio médico de referencia del lugar en que se encuentre la persona (discoteca, festival, etc.) o llamar urgentemente al 112.

Dependencia:

La mefedrona produce tolerancia y dependencia con rapidez y es necesario incrementar la dosis para conseguir los mismos efectos. La corta duración de sus efectos (sobre todo por vía nasal o intravenosa), lleva a algunas personas a tomar dosis sucesivas de forma compulsiva.

Tanto la mefedrona como el resto de catinonas sintéticas tienen un fuerte potencial adictivo. En estudios con animales se ha comprobado que la tendencia a la autoadministración de mefedrona es similar a la que provoca la metanfetamina. De esta forma, el intenso crash que se produce tras el consumo de esta droga podría explicar también la dependencia psicológica a ella.

Adulteración:

Otro problema de la mefedrona es la adulteración. Hasta el año 2010 la mefedrona era legal en la mayoría de los países y era relativamente sencillo obtenerla a través de Internet. Tras su prohibición han ido apareciendo una serie de derivados no fiscalizados o de legalidad indeterminada como la 4-Metil-N-Etilcatinona (4-MEC), bufedrona, flefedrona (4-FMC). Estas moléculas son muy parecidas a la mefedrona pero sus efectos y riesgos en humanos son aún más desconocidos. Es relativamente frecuente que, en el momento actual, cristales vendidos como mefedrona contengan cantidades variables o mezclas de estas sustancias.

Efectos a largo plazo:

Uno de los problemas de la mefedrona es queno se conoce prácticamente nada sobre sus riesgos a largo plazo. Otras drogas como el cannabis, la cocaína o la MDMA han sido estudiadas durante décadas y sus riesgos están bien determinados. En el caso de la mefedrona, no existen estudios en humanos que permitan estimar sus posibles riesgos a largo plazo.

Interacciones con drogas y fármacos:

El uso simultáneo de cualquier otra sustancia con propiedades estimulantes como el speed, metanfetamina y cocaína puede incrementar la frecuencia e intensidad de los efectos secundarios. La combinación con medicamentos estimulantes como el metilfenidato también debe evitarse. El consumo de mefedrona está totalmente contraindicado en combinación con sustancias que contengan IMAOs.

Mefedrona y VIH

Aunque las posibles interacciones de la mefedrona con los fármacos antirretrovirales están poco estudiadas, se cree que los potenciadores de los inhibidores de la proteasa ritonavir y cobicistat podrían aumentar los niveles en sangre de la droga, por lo que, aumentaría el riesgo de padecer efectos adversos o tóxicos. Además, según el buscador de interacciones entre antirretrovirales y otros fármacos o drogas infodrogas-vih, también habría interacciones potenciales con los inhibidores de la proteasa.

Consejos para un uso más seguro

  • La vía de administración que comporta más riesgo es la inyectada. Se asocia a un mayor riesgo de dependencia. Una mala técnica de inyección puede producir abscesos locales, colapsos en las venas o tromboflebitis.
  • Cuidado con la cantidad que vayas a tomar: La euforia y los efectos deseados son de duración breve, durando alrededor de 2 horas y pudiendo persistir la estimulación residual hasta 7 horas, por lo que es recomendable dejar pasar tiempo entre toma y toma para no sobreestimularse.
  • Mantén una buena hidratación: Con agua y bebidas no alcohólicas y haz descansos si estás bailando.
  • Realiza pruebas con dosis bajas: Si es la primera vez que la consumes o no está analizada, empieza con dosis muy pequeñas (3-5 miligramos) y deja pasar al menos una hora, para poder valorar los efectos.
  • Comienza con una dosis de prueba baja: Las primeras veces deberían rondar los 25-50 mg por vía oral.
  • Consume en entornos de confianza.
  • Evita la mezcla con otras sustancias: Si mezclas con alcohol, disminuye la cantidad de cada una. La mefedrona causa sed y que, al beber alcohol, no te sientas borracho, por lo que puedes excederte fácilmente en el número de copas. Procura combinarla con bebidas no alcohólicas, al menos durante una parte de la noche.
  • Si consumes, usa la vía oral: La vía esnifada entraña mayores riesgos que la forma oral, por lo que se recomienda usar la vía oral. Si usas la vía esnifada, evita compartir el rulo y límpiate las fosas nasales después de esnifar (con agua tibia y mejor salina) para eliminar restos.También es importante utilizar un turulo individual y desechable. Algunos estudios sugieren que compartir este material puede ser un factor de riesgo para la transmisión del virus de la hepatitis C.
  • Analiza previamente la sustancia: Debido al riesgo de adulteración, es conveniente analizar las muestras antes de su consumo. Si vas a probar una muestra cuya composición es desconocida, conviene empezar con una cantidad muy pequeña para conocer sus efectos. Para más información, puedes acudir al servicio de análisis de energycontrol.
  • Marcar un límite de cantidad a consumir por sesión. Es recomendable no superar el medio gramo por sesión. Debido a su intensa subida y corta duración puede aparecer una intensa tendencia a redosificar y esto hace que tenga un alto potencial de abuso. Si crees que te cuesta controlar o parar tu consumo, pide consejo a un profesional sanitario.
  • El acaloramiento puede producir la muerte. Toma descansos del baile, refréscate y bebe algo sin alcohol de vez en cuando. Tampoco te excedas en el consumo de estas últimas, ya que podría llegar a ser peligroso.

Referencias: 

https://www.chem-safe.org/que/nuevas-sustancias-psicoactivas/mefedrona/

https://energycontrol.org/sustancias/mefedrona-4-mmc/

https://www.ccadicciones.es/mefedrona-droga-del-nuevo-milenio/?msclkid=4831851765f213e8cadbe7b06a3eb6b4&utm_source=bing&utm_medium=cpc&utm_campaign=OKCAT%20DIN%201%2001%202021%20GRAL&utm_term=ccadicciones&utm_content=G01%20CAT%20DIN%20Gral%2001%202021

https://es.wikipedia.org/wiki/Mefedrona

Nota: El objetivo de esta ficha es meramente informativo y en ningún caso se pretende estimular el consumo de esta droga, ni sustituir el asesoramiento médico. La organización no se hace responsable del uso inapropiado que pueda hacerse de esta ficha.

Metanfetamina

Su nombre científico es desoxiefedrina y pertenece a la familia de las fenetilaminas. Se la conoce como tina, meta, ‘meth’, ‘ice’, ‘crank’. Fuera de España también lo llaman ‘crystal’, ‘crystal meth’… Si lo consumes, o lo piensas consumir, esta información puede resultar de tu interés.

Composición

La metanfetamina es una sustancia del grupo de las anfetaminas y de la familia de las fenitelaminas, con una estructura química parecida a la efedrina y al neurotransmisor adrenalina.

Aunque la metanfetamina que circula por España no suele venir adulterada con ninguna sustancia psicoactiva, el rango de pureza puede variar de manera considerable.

Fuera de nuestro país también lo llaman ‘crystal’, pero no tiene nada que ver con lo que se llama ‘cristal’ aquí en España, que se refiere a MDMA.

Propiedades

La metanfetamina es un potente estimulante del sistema nervioso central. Sus efectos son más potentes que la anfetamina, porque atraviesa muy fácilmente la barrera hematoencefálica. Actúa como un liberador masivo de neurotransmisores como la dopamina, norepinefrina y serotonina. Actúa también como inhibidor de la recaptación de dichos neurotransmisores.

Aunque tiene indicación terapéutica para el tratamiento de la narcolepsia y del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), también se usa en espacios de fiesta (en menor medida que la anfetamina, dependiendo de la zona geográfica).

Su uso recreativo suele ser por vía esnifada u oral, pero existe un uso fumado o inyectado que en España es muy minoritario. Por vía nasal y fumada los efectos aparecen casi de inmediato, mientras que si se consume oralmente los efectos tardan una media hora en aparecer. Sea cual sea la vía de administración, cantidades bajas producen efectos considerables.

Los efectos principales de la metanfetamina son la sensación de energía y euforia, con incremento en el nivel de alerta y rendimiento intelectual, disminución de la necesidad de dormir y comer, dilatación pupilar, incremento del deseo sexual y desinhibición. En las primeras tomas el efecto puede parecerse más al MDMA que a otro estimulante, debido a que aparecen efectos de apertura intelectual acompañados de euforia.

Presentación

La presentación más habitual es en polvo blanco o color hueso, cristalino, inodoro y de sabor muy amargo. También se puede encontrar en pastillas, cápsulas o cristales grandes.

Posología

La dosis depende de varios factores: depende de la persona, la sustancia, el nivel de tolerancia de la persona hacia la sustancia y el entorno donde se consume (lugar donde se consume y con quién se consume). La metanfetamina tiene efectos más potentes que el speed, por lo cual la dosis debe ser más reducida. Además, hay que tener en cuenta que la redosificación debe espaciarse mucho más, debido a que los efectos duran entre 2 y 4 horas.

Si se consume por vía oral, suele tardar de 20 a 60 minutos en subir dependiendo del contenido del estómago y los efectos duran de 3 a 5 horas en total. Si se consume por vía esnifada, tarda entre 5 y 10 minutos en subir, y dura entre 2 y 4 horas. Si se fuma, comienza a hacer efecto de forma inmediata y dura entre 1 y 3 horas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la bajada o los efectos posteriores pueden alargarse hasta 24 horas, independientemente de la vía de administración.

Tanto por vía oral como esnifada y fumada las dosificaciones son parecidas, pero la subida es mucho más intensa por la vía fumada, menos por la vía esnifada y más lenta por la oral. En este sentido se debe de tener en cuenta que la duración del estado eufórico es menor cuanto más rápida es la absorción.

La duración de los efectos puede oscilar entre 6 y más de 24 horas dependiendo de la dosis y de la forma de administración.

Según www.erowid.org las dosificaciones serían las siguientes:

  • Dosis baja: 5-10 mg por vía oral, esnifada y fumada
  • Dosis mediana: 10-30 mg (vía oral), 10-30 mg (esnifada), 10-20 mg (fumada)
  • Dosis alta: >30 mg (vía oral y esnifada), >20 mg (fumada)
  • Dosis muy alta: 40-60 mg
  • Dosis muy elevada o con tolerancia: >60 mg

Contraindicaciones

Deben extremarse las precauciones si se está tomando algún tipo de medicación (sobre todo las que contienen inhibidores de la monoaminoxidasa [IMAO], que normalmente son antidepresivos). Al igual que con la anfetamina, las probabilidades de una reacción adversa pueden ser más probables en personas con hipertiroidismo, glaucoma, diabetes o enfermedades cardiovasculares como la angina de pecho, hipertensión o arritmias. Su consumo durante el embarazo puede dar lugar a retraso en el crecimiento intrauterino, parto prematuro y puede provocar alteraciones cardíacas del feto, u otras complicaciones.

Los principales efectos de la metanfetamina son la sensación de energía y euforia, con incremento en el nivel de alerta y rendimiento intelectual, disminución de la necesidad de dormir y comer.

Precauciones

Salvo que se realice un análisis exhaustivo en laboratorio, no existe método que pueda utilizarse para determinar el grado de pureza de la metanfetamina. Para saber más sobre la pureza de la metanfetamina consulta el servicio de análisis de energycontrol.org.

En caso de consumo esnifado, el rulo debe ser personal e intransferible para evitar posibles contagios.

Para evitar hemorragias, conviene pulverizarlo bien, sobre todo si la sustancia se presenta en forma de cristal. Si se ha hecho una pasta, puede ser útil abrir la bolsa para secarlo.

La metanfetamina es una sustancia clasificada como PII, por tanto, conviene estar informado de las normativas legales vigentes para evitar problemas con la ley.

Dado sus potentes efectos, conviene que las rayas sean más pequeñas que las del speed y las de la coca, espaciando las tomas y teniendo en cuenta que a partir de dos rayas se puede tener dificultad en conciliar el sueño.

En ambientes donde hace mucho calor o hay alta actividad corporal, puede aumentar la temperatura. Es importante hidratarse o realizar descansos.

La metanfetamina provoca una tolerancia significativa y dependencia psicológica. El deseo por el consumo de la sustancia (‘craving’) es muy fuerte y si el consumo es muy intenso puede dar lugar a depresión severa. Además, pueden aparecer síntomas de abstinencia fuertes si se deja el consumo de manera abrupta (cansancio, insomnio, pérdida de interés, ansiedad y tristeza y un intenso deseo de consumir).

Si estas precauciones son aplicables al consumo esnifado, en el caso de consumir la metanfetamina por vía fumada o inyectada, estos riesgos se hacen mucho más peligrosos. Y además aparecen nuevos riesgos propios de las vías, como patologías respiratorias en el caso de la vía fumada, o transmisión de enfermedades infecciosas como el VIH, hepatitis o tuberculosis en el caso de la vía inyectada, si se comparten jeringas.

Un consumo desmesurado o el consumo crónico pueden provocar una psicosis anfetamínica, con episodios psicóticos graves, normalmente magnificados por la falta de horas de descanso. Estos trastornos se caracterizan por la aparición de alucinaciones (auditivas o visuales) y paranoias. Los síntomas suelen desaparecer cuando se deja de consumir, en caso contrario, se debe llamar al teléfono de urgencias médicas o acudir a un centro médico.

La metanfetamina provoca una tolerancia significativa y dependencia psicológica. El deseo por el consumo de la sustancia (craving) es muy fuerte y si el consumo es muy intenso puede dar lugar a depresión grave.

Metanfetamina y VIH

Cuando se usa la metanfetamina por vía inyectada, si no se toman las medidas higiénicas adecuadas en el uso compartido de jeringuillas y parafernalia de inyección de drogas, se puede incrementar el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas tales como el VIH, VHC y otras ITS.

El uso de ritonavir (Norvir®) y cobicistat (Tybost®) –los dos fármacos utilizados como potenciadores farmacocinéticos de los inhibidores de la proteasa– puede suponer un riesgo significativo de interacciones con diversas drogas de uso recreativo, entre ellas, la metanfetamina. La interacción de la metanfetamina con ritonavir y cobicistat sería de intensidad moderada.

Se han producido muertes en pacientes con el VIH en tratamiento con ritonavir, aunque el número de casos es reducido.

Efectos secundarios

Al igual que con el speed, junto con los efectos buscados y deseados, también aparecen otros efectos producto de la estimulación cerebral: aumento de la frecuencia cardiaca, del ritmo respiratorio y de la presión arterial, hipertermia, insomnio, ‘mandibuleo’ y convulsiones. Otros efectos secundarios son dolor de cabeza, boca seca, dificultades para orinar o para alcanzar la erección. Uno de los efectos de la metanfetamina, como sucede con las anfetaminas, es la pérdida de apetito.

En dosis medias o elevadas puede provocar dificultades para la erección y la eyaculación en muchos hombres.

El consumo de grandes cantidades puede generar irritabilidad, sentimientos de inseguridad, conductas impulsivas y compulsivas. Estos síntomas son señales de alarma e informan de que se debe cesar el consumo y descansar. En caso contrario, continuar con el consumo aumenta la probabilidad de sufrir una psicosis anfetamínica. Estos episodios se caracterizan por la aparición de paranoias y alucinaciones, magnificados por el desgaste físico y mental producido por la privación del sueño, la falta de hidratación y alimentación. Los síntomas psicóticos pueden durar varias horas, incluso más de un día. Suelen desaparecer al dormir y dejar de consumir, en caso contrario, deberá solicitarse ayuda médica.

En personas con enfermedades mentales, antecedentes familiares con trastornos mentales y personalidades predispuestas (sobre todo de tipo psicótico) estos síntomas pueden aparecer en cantidades inferiores, incluso sin la privación del sueño.

Interacciones

La combinación con otros estimulantes (cocaína, MDMA …) puede aumentar el efecto de ambos, incrementando la probabilidad de experimentar episodios de sobreestimulación.

La combinación con depresores (alcohol, ketamina, GHB …) puede hacer que se contrarresten los efectos, por lo que se necesitará mayor cantidad para conseguir los efectos buscados en ambas. Con la ketamina, además, se incrementa la presión arterial.

La combinación con psicodélicos (LSD, por ejemplo) puede incrementar el efecto de ambos, aumentando la probabilidad de sufrir una reacción adversa.

La metanfetamina combinada con furazolidona (medicamento para el tratamiento de la diarrea infecciosa) o con IMAO (inhibidores de la monoaminaoxidasa) pueden provocar reacciones hipertensivas graves. Por otro lado, la anfetamina puede reducir el efecto de la guanetidina (medicamento para el tratamiento de la hipertensión).

Hay que tener especial atención cuando se combina con fármacos. Cuando se combina con antidepresivos inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) se incrementa el riesgo de un síndrome serotoninérgico; en combinación con fármacos estimulantes de prescripción, como el metilfenidato, también debe evitarse.

Existe riesgo de problemas graves (síndrome serotoninérgico) en pacientes en tratamiento con antidepresivos. Se han registrado casos de problemas graves en personas consumidoras/usuarias de metanfetamina que estaban en tratamiento con venlafaxina antidepresivos tricíclicos.

En personas en tratamiento con bupropión (antidepresivo con perfil estimulante utilizado en ocasiones para la deshabituación del tabaquismo) se desaconseja su combinación con estimulantes como la cocaína o las anfetaminas.

El bicarbonato y las píldoras anticonceptivas podrían aumentar el efecto de la anfetamina y, por tanto, aumentar la probabilidad de reacción adversa (complicación cardíaca).

Intoxicación

Existen tres niveles de intoxicación:

  • Leve (agitación, irritabilidad, insomnio, temblores, sobreestimulación, sudoración, dilatación pupilar y ruboración).
  • Moderada (hiperactividad, confusión, hipertensión, respiración rápida, taquicardia y hipertermia).
  • Grave (delirios, manías, autolesiones, hipertensión, taquicardia, arritmia, fiebre, convulsiones, coma y colapso circulatorio).

La metanfetamina produce tolerancia con rapidez y es necesario incrementar la dosis para conseguir los mismos efectos. El riesgo de dependencia es más elevado al de otras drogas de uso recreativo. Es relativamente frecuente el que personas que son capaces de controlar el uso recreativo de otras sustancias tengan problemas para poner límites a su consumo de metanfetamina. Los problemas familiares, económicos y sociales en quienes hacen un uso habitual de metanfetamina son frecuentes. Las vías de administración inyectada y fumada incrementan estos riesgos.

Si la persona se siente mal, conviene separarla de la fiesta, no agobiarla y tratar de tranquilizarla. Puede ser útil hablarle calmadamente y tratar de aliviarle la ansiedad. Si la situación resulta difícil de manejar se debería acudir a un médico. En cualquier caso, no consumir más esa noche disminuirá el riesgo de tener problemas más serios.

Faltan datos claros sobre la sobredosificación por un uso excesivo de metanfetamina, pero hay estudios que indican, que a partir de 30 mg puede haber intoxicación, dependiendo de la tolerancia de la persona que consume y la vía que se esté usando.

Consejos para un uso más seguro

Conviene ser muy cuidadoso con la dosis y frecuencia de uso, ya que la metanfetamina es una droga muy potente y de larga duración.

La metanfetamina es una droga muy adictiva. Es importante ponerse límites en cuanto a tiempo, dinero, contextos de uso y observarse de forma continua.

Si utilizas la vía intranasal es importante pulverizar bien la sustancia, alternar ambas fosas nasales y limpiarlas con suero salino después de finalizar el consumo. También es importante utilizar un turulo individual y desechable. Algunos estudios sugieren que compartir este material puede ser un factor de riesgo para la transmisión del Virus de la Hepatitis C. El tamaño de las rayas debe de ser mucho más pequeño que el de las de cocaína, speed o mefedrona.

La metanfetamina fumada se administra con una pipa de cristal. El uso de sopletes o mecheros de gran calibre puede dar lugar a accidentes graves. El humo muy caliente o el contacto de la piel con una pipa recién utilizada pueden producir quemaduras graves. Compartir la pipa con otras personas puede dificultar el control sobre la dosis que se está utilizando.

La vía de administración más peligrosa es la inyectada, ya que está asociada a un mayor riesgo de dependencia. Además, una mala técnica de inyección puede producir abscesos locales, colapsos en las venas o tromboflebitis. Las jeringuillas deben de utilizarse una única vez y nunca deben de compartirse. El riesgo de infección por el VIH, Virus de la Hepatitis C (VHC) y otros microorganismos que se transmiten a través de la sangre es elevado.

En inglés la metanfetamina se conoce como crystal meth. Es importante hacer la diferencia con la forma cristalizada de MDMA (cristal). El uso intranasal o intravenoso de la MDMA puede ser muy tóxico, incluso mortal.

Salvo que se realice un análisis en laboratorio, no existe método que pueda utilizarse para determinar el grado de pureza de la metanfetamina.

Manténgase fuera del alcance de los niños. Consulte a su médico o a personal especializado.

¿Quieres saber más?

Fuentes:

https://energycontrol.org/infodrogas/otras/metanfetamina.html / Chem-safe.org / Aidsmap (Entidad certificada por The Information Standard, perteneciente al Servicio Nacional de Salud Británico [NHS]) y HIV-iBase (Entidad certificada por HONcode).

Nota: El objetivo de esta ficha es meramente informativo y en ningún caso se pretende estimular el consumo de esta droga, ni sustituir el asesoramiento médico. La organización no se hace responsable del uso inapropiado que pueda hacerse de esta ficha.

Mescalina

La mescalina, o 3,4,5-trimetoxifenetilamina, es una sustancia psicoactiva que se presenta de forma natural principalmente en dos tipos de cactus, el San Pedro (Trichocereus pachanoi) y el peyote (Lophophora williamsii). Produce efectos de tipo psicodélicos o visionarios.

Introducción

Hace miles de años, los indígenas utilizaban estos cactus para fines espirituales tanto en México como en la zona andina de Sudamérica. Sin embargo, además de los indígenas, hoy en día, grupos reducidos de personas consumen mescalina, sea en forma de preparaciones crudas con alguno de los cactus, o purificada mediante extracción o síntesis.

Es importante notar que a menudo diferentes sustancias como 2CB o LSD se venden como mescalina, quizá por su rareza y exotismo. Si alguna sustancia se vende en micropuntos, secantes o píldoras pequeñas, NO es mescalina, ya que la cantidad de mescalina necesaria no cabe en dichas preparaciones. Se necesita entre un quinto y medio gramo para obtener efectos con la mescalina.

Propiedades

La mescalina pertenece a la familia de las fenetilaminas y, por lo tanto, se relaciona estructuralmente con compuestos tipo MDMA y 2CB, entre otros. Su estructura es similar a la dopamina, aunque al igual que otros psicodélicos actúe principalmente en los receptores de la serotonina subtipo 2a. La mescalina se encuentra en forma de sal, por lo general clorhidrato de mescalina o sulfato de mescalina. La mescalina en su forma de base libre no es sólida y, por lo tanto, es difícil de manejar y, posiblemente, menos estable.

Efectos

Los efectos de la mescalina ingerida tardan entre 1,5 y 2,5 horas en subir, duran entre 10-16 horas, y se pueden describir como psicodélicos o visionarios. La mescalina suele ser menos visual que otros psicodélicos como LSD o ayahuasca, aunque en dosis altas también proporcione visiones. En dosis medias, el efecto visual con los ojos abiertos es más comúnmente descrito como un ‘brillo’ extra en el campo visual, con percepción de patrones geométricos, pero sin percibirse tantos fractales en movimiento y objetos respirando como con otros psicodélicos. Con los ojos cerrados, con dosis medias o altas, se pueden ver colores y patrones, o también visiones más realistas como montañas, desiertos, o diferentes formas de vida, entre otros.

Con todo, los efectos principales de la mescalina suelen ser en la conciencia, produciendo alteraciones en la forma de pensar, generando una sensación de ‘mirar/pensar desde arriba’, como si uno se volviera más sabio. A través de la introspección, es frecuente que uno piense sobre uno mismo o de la vida y pueda tener nuevas realizaciones sobre la existencia.

La percepción musical y artística también se ve afectada, y es frecuente apreciar la música (o rechazar el ruido) y potenciar la expresión artística en sus diferentes ramas.

Entre los posibles efectos negativos están las náuseas y el llamado ‘mal viaje’, aunque estos sean menos frecuentes con la mescalina que con otros psicodélicos.

Posología

Mescalina pura: oralmente se necesitan entre 200 – 600mg de mescalina pura, dependiendo de los efectos deseados y de la sensibilidad personal. La mescalina, como muchos otros alcaloides, tiene un sabor desagradable, y por lo tanto es recomendable ingerirla en cápsulas o en bombetas (envuelto en papel de fumar).

San Pedro (Trichocereus pachanoiT. peruvianusT. bridguesii, etc.):

La variabilidad en el contenido de los alcaloides en las plantas presenta una dificultad a la hora de dosificar. Algunos cactus San Pedro pueden ser prácticamente inactivos, mientras que otros pueden ser muy potentes. Los valores publicados (Trout 2006) muestran que el San Pedro seco tiene entre 2% y 0,1% de mescalina, o sea, para una dosis media de 350mg de mescalina son necesarios entre 17,5 y 350g de San Pedro seco (quizá la media sea alrededor de los 50-70g), o diez veces este valor de San Pedro fresco. Por esta variabilidad tan grande, es importante hablar con alguien que ya haya tomado del mismo cactus/lote, o si es la primera vez que alguien lo prueba, tomar una dosis pequeña considerando como si el cactus fuera potente (unos 30 gramos), y esperar por lo menos 3 horas para sentir si hay efectos con esta dosis. Si no hay efectos considerables, aumentar la dosis en la próxima toma.

Modos de preparación

Té:

Hervir el agua con el cactus fresco cortado en trozos pequeños (no triturar), colar los sólidos y repetir el proceso con más agua otras dos veces. Después, juntar los líquidos ya sin los sólidos, hervir en fuego bajo para reducir la cantidad de líquido hasta que cada dosis tenga entre 50-200 mL. No colar o filtrar después de reducir.

Se puede hacer el té con polvo de San Pedro también, pero algunas veces al mezclar el polvo con agua, se crea una gelatina que dificulta a la hora de filtrar/colar el líquido. Para evitar esto, mejor utilizar una olla de presión para hervir, pues la presión hace que los sólidos se separen de los líquidos.

Cápsulas:

Se puede directamente consumir el polvo de San Pedro seco. Sin embargo, el sabor es muy desagradable, por lo tanto, se recomienda encapsularlo o hacer bombetas. Las náuseas pueden ser más fuertes al consumir el polvo que al hacer té o resina.

Resina:

El mismo proceso de hacer el té, pero después de colar los sólidos, poner el líquido en una bandeja de cristal en el horno con la puerta abierta y fuego bajo, con un ventilador delante para ayudar a evaporar el agua, hasta que quede tan solo una resina. Esta resina puede ser raspada y puesta dentro de cápsulas o, simplemente, ella misma moldeada en forma de cápsulas, envuelta en harina y tragada de forma directa.

Peyote: 

Dosis: como con el San Pedro, hay una gran variabilidad fitoquímica en la especie del peyote. La cantidad de mescalina en el peyote seco es entre 0,5-5%, más comúnmente alrededor del 2% (Trout, 2005). Esto significa que, para una dosis de 350mg de mescalina, es necesario consumir entre 7 y 70g de peyote seco, o de modo más habitual alrededor de 17,5g, o 10 veces esta cantidad de peyote fresco.

Modos de preparación: Los mismos del San Pedro.

Contraindicaciones

Está contraindicado su uso en niños, mujeres embarazadas y mujeres en periodo de lactancia.

Si se padece algún tipo de trastorno psicológico o se está pasando por una mala racha, ya que aumenta la posibilidad de un mal viaje.

Si se ha de conducir o manejar maquinaria peligrosa, o realizar actividades peligrosas.

Precauciones

Tolerancia y consumo habitual: los datos anecdóticos en relación a la mescalina y tolerancia son contradictorios. Algunas personas dicen haber sentido una clara disminución de los efectos de la mescalina al tomarla por días consecutivos, mientras otras dicen no haber sentido ninguna diferencia. Por precaución y para ayudar a la integración de la experiencia, se recomienda esperar por lo menos varios días entre tomas. Como con otras substancias, es muy importante intentar integrar las experiencias de manera constructiva, sin olvidar nuestras vidas diarias y de la importancia de mantener un equilibrio entre la exploración de la conciencia, y nuestra salud física, emocional, intelectual y social, además de las responsabilidades diarias.

Frecuencia de consumo: se recomienda espaciar en el tiempo las ocasiones en que se consume. Tradicionalmente entre los indígenas, la mescalina es utilizada de forma regular, sin causar daños a los usuarios. Sin embargo, es importante recordar que el uso tradicional siempre se hace en contextos favorables, cuando hay una comunidad que apoya a todos sus miembros, y cuando hay un trabajo de integración de la experiencia.

La mescalina no causa adicción ni dependencia física.

La mescalina es una substancia físicamente segura, no se conocen casos de muertes directamente relacionados con su consumo, y por lo tanto los riesgos relacionados a sobredosis no son de toxicidad física, sino de posibles accidentes físicos o de dificultades psicológicas.

Consideraciones respecto al setting o ambiente: debe de ser agradable, amigable y seguro.

Consideraciones respecto al set o estado de ánimo: es muy importante que la persona no esté pasando por un mal momento personal y que inicie la experiencia con una actitud positiva.

No se considera delito el propio consumo, pero en España está sancionada la posesión en la vía pública.

Recomendaciones

Dosificación: es importante tomar una dosis pequeña la primera vez. Cada persona puede presentar diferencias en el metabolismo de la mescalina, y por eso se debe tener prudencia antes de conocer la respuesta del propio organismo a esta sustancia.

Contexto: su consumo debe realizarse en contextos adecuados en los que la persona se encuentre cómoda y pueda experimentar libremente sus efectos.

Estatus legal: su estatus legal es el mismo que para otras drogas ilegales (MDMA, anfetamina, heroína). Su consumo o tenencia en la vía pública está sancionado administrativamente y su venta considerada como un delito contra la salud pública, así como su extracción.

Evita tomar los días en que te sientas nervioso, alterado, con cansancio mental o con problemas psicológicos (angustia, depresión). El inconsciente esta removido y te puede jugar una mala pasada en forma de “mal viaje”. Si se produce un mal viaje (experiencia psíquica desagradable) es conveniente buscar un lugar tranquilo y seguro, buscar la compañía de una persona cercana emocionalmente y pensar que los efectos desagradables pasaran al acabar el efecto de la sustancia, es decir dejarse llevar por la experiencia. En caso de que el estado psicológico sea muy grave, dure muchas más horas que el efecto de la sustancia o no se pueda soportar es preferible buscar la ayuda de un servicio médico.

Evitar tomar si uno tiene “obligaciones” y responsabilidades que cumplir en los días siguientes.

Antes de consumir el usuario debería sentirse cómodo: con gente de confianza, en un espacio agradable y seguro. Los espacios naturales (montañas, bosques, etc.) pueden resultar apropiados siempre y cuando la persona se sienta cómoda y segura.

Para ayudar a prevenir contra las náuseas, se pueden tomar 5-10 gotas de aceite esencial de limón, que contiene Beta-Pineno, y/o comer jengibre, que contiene ganalolactona (un té no funciona pues no es soluble en agua), ya que ambas substancias son antieméticas.

 Efectos secundarios

  • Principales efectos secundarios: Náuseas, nerviosismo, ansiedad, frío o calor, efectos visuales que provocan confusión y, en general, los habituales que pueden provocar los alucinógenos.
  • Durante la subida puede aparecer cierta ansiedad y/o confusión. Es importante mantenerse tranquilo ante estas sensaciones (suelen ser pasajeras).
  • En personas con cierta predisposición a trastornos psicológicos (p.ej. con antecedentes familiares) o si se han vivido experiencias traumáticas, aunque sea hace tiempo, el consumo de mescalina puede hacer que se revivan de forma muy desagradable. Esto puede desencadenar episodios de psicosis y disociaciones. Por lo tanto, la mescalina es contraindicada para estas personas.

Interacciones

En general, se recomienda no mezclar la mescalina con otras substancias, especialmente si uno no tiene mucha experiencia.

  • Las mezclas con alcohol suelen enturbiar la experiencia y puede generar más náuseas y vómitos.
  • Fumar marihuana durante la experiencia de mescalina es considerado positivo para personas con experiencia, pero si no tienes mucha experiencia con la mescalina y/o la marihuana, no es recomendable mezclarlas.
  • La combinación con otros psicodélicos supone mezclar sustancias de efectos muy intensos, por lo que, en caso de combinar, conviene extremar las recomendaciones usuales para el consumo de alucinógenos.

Intoxicación

Dosis muy elevadas: No se conocen casos de muerte de personas causadas directamente por el consumo de mescalina. Con dosis muy altas de mescalina, el usuario puede experimentar mucho miedo, ansiedad, dificultad psicológica, etc… Es importante mantenerse seguro físicamente hasta que los efectos disminuyan. En caso de sobre dosificación: Tener en cuenta las mismas consideraciones que para un “mal viaje” de LSD u hongos.

¿Qué hacer ante un mal viaje?

  • Tranquilizar a la persona recordándole que, pasado un tiempo, el efecto remitirá, que no hay riesgo físico.
  • Retirarla hacia un lugar tranquilo y aireado.
  • Hablarle de forma tranquila y sin titubeos, confortándola en la medida de lo posible.

Tanto si la ansiedad se prolongase como si aparecieran ideas extrañas y delirantes, alucinaciones intensas, agresividad, etc., será necesario acudir a los servicios sanitarios.   

La intoxicación por mescalina no tiene consecuencias a nivel fisiológico, sino psicológico. Si uno mezcla con otras sustancias, consume una dosis demasiado alta, está pasando por una mala racha o tiene una predisposición genética, puede producirse un “mal viaje” caracterizado por un episodio de pánico, con alucinaciones terroríficas, agitación, desconfianza en las personas del entorno, temblores e hipertensión arterial. Es limitado en el tiempo, aunque puede durar más de 24 horas. En casos de prolongación excesiva de estos efectos negativos, es recomendable consultar con un médico. Pueden darse episodios depresivos, cuadros psicóticos, o conductas paranoides durante el consumo o pasados unos días después del mismo.

Manténgase fuera del alcance de los niños. Consulte a su médico o a personal especializado.

Bibliografía

Bussmann RW, Sharon D (2006). ‘Traditional medicinal plant use in Northern Peru: tracking two thousand years of healing culture’. J Ethnobiol Ethnomed2(1): 47

El-Seedi HR, De Smet PA, Beck O, Possnert G, Bruhn JG (October 2005). ‘Prehistoric peyote use: alkaloid analysis and radiocarbon dating of archaeological specimens of Lophophora from Texas’. J Ethnopharmacol101 (1–3): 238–42

Navajo peyote use: Its apparent safety. Bergman, R. American Journal of Psychiatry, Vol 128(6), Dec 1971

Para más información

http://es.wikipedia.org/wiki/Echinopsis_pachanoi

http://es.wikipedia.org/wiki/Lophophora_williamsii

http://es.wikipedia.org/wiki/Mescalina

http://www.erowid.org/chemicals/mescaline/

http://largelyaccurateinformationmedia.com/SP.html

http://www.dmt-nexus.me/forum/default.aspx?g=topics&f=32

Sobre el peyote en concreto y también sobre otros hongos alucinógenos puedes encontrar más información en: 

https://www.psycheplants.org/index.php/home/peyote/?lang=es

Nota: El objetivo de esta ficha es meramente informativo y en ningún caso se pretende estimular el consumo de esta droga, ni sustituir el asesoramiento médico. La organización no se hace responsable del uso inapropiado que pueda hacerse de esta ficha.

Otras nuevas sustancias psicoactivas

4-AcO-DMT

Propiedades

La 4-AcO-DMT o psilacetina (también llamada O-acetilpsilocina y 4-acetoxi-DMT) es una sustancia con efectos psicodélicos perteneciente a la familia de las triptaminas. Es muy similar, tanto químicamente como en sus efectos, a la psilocibina (4-PO-DMT) que, una vez ingerida, se transforma en psilocina (4-HO-DMT), ambos principios activos de las setas psicodélicas. Generalmente aparece en forma de polvo o polvo cristalino blanco.

Efectos deseados

Los efectos son, en general, similares a los de las setas psicodélicas, aunque algunas personas cuentan que les han producido efectos distintos, siendo más cálidos y eufóricos (estas apreciaciones no dejan de ser opiniones personales y subjetivas que, probablemente, tengan más que ver con la idiosincrasia y expectativas de cada persona que con los efectos farmacológicos de la sustancia).

Entre los efectos se incluyen la potenciación de los sentidos (por ejemplo, ser ven los colores más vivos), alteraciones de la percepción (por ejemplo, se ven imágenes con los ojos cerrados, alucinaciones visuales geométricas y sinestesias (por ejemplo, oler colores), modificación de las pautas habituales del funcionamiento del pensamiento (por ejemplo, asociaciones de ideas inusuales y gran afluencia de ideas en el pensamiento), distorsión del tiempo, sensación de pesadez corporal, alteración de las emociones (determinadas percepciones pueden ser cargadas con emociones que, en un estado habitual, no tendrían o no serían tan intensas o serían de signo contrario -susceptibilidad emocional-), sensaciones de fusión con la totalidad, disolución del ego, despersonalización, experiencias de muerte y renacimiento; aumento de las percepciones visuales, risas y buen humor, sensaciones agradables, calor, hormigueo, subidón, estimulación mental y física, paz interior, éxtasis, empatía, euforia, introspección, sensaciones de paz profunda, aumento del tacto e incremento del deseo sexual.

Posología

La mayoría de alcaloides como la anfetamina, ketamina o MDMA en su estado normal son bases libres: líquidos corrosivos y difíciles de ingerir. Es por eso que se les añade un ácido para formar una sal con el alcaloide. De esta manera el compuesto se vuelve sólido y más fácil de manejar e ingerir. La 4-AcO-DMT puede presentarse como 4-AcO-DMT clorhidrato o 4-AcO-fumarato.

  • Dosis baja: 5-12 mg
  • Media: 12-20 mg
  • Alta: >20 mg

Duración total de los efectos: 3-6 horas. La subida se produce en: 10-45 minutos. Meseta: 2-3 horas. Bajada: 1-2 horas. Efectos residuales: pueden durar hasta 14 horas

Riesgos

Con esta sustancia, como con la gran mayoría de ellas, hay más posibilidades de que aparezcan efectos secundarios cuando se aumenta la dosis.

Algunos de estos efectos son muy físicos, aunque no se puede descartar su relación con un fenómeno de tipo psicosomático. A este respecto, es bastante frecuente la aparición de alteraciones digestivas como molestias estomacales, náuseas, vómitos y diarreas. Es posible que se den alteraciones motoras y con frecuencia aparece sudoración, escalofríos y enrojecimiento de la piel.

Al igual que numerosas sustancias psicodélicas de tipo triptamínico, que no suelen tener toxicidades muy altas, los efectos desagradables que con más frecuencia pueden ocurrir son los de tipo psicológico.

Efectos secundarios frecuentes

Miedo y ansiedad, alteraciones visuales extremadamente intensas, pensamientos e ideas abrumadoras, dificultad para hablar, alucinaciones perturbadoras, paranoia y sentimientos de inseguridad, confusión mental severa, lagunas de memoria, sobre todo a grandes dosis, excesiva y molesta estimulación mental y física, insomnio.

Por otra parte, es frecuente que aumente el ritmo cardiaco, aunque no se sabe si es un efecto metabólico provocado por la propia sustancia o una consecuencia del estado de ánimo tan alterado. Lo mismo ocurre con la aparición de fatiga y dolor muscular.

Efectos tóxicos/graves/infrecuentes: Debido al escaso tiempo que lleva en circulación se desconocen sus posibles efectos a largo plazo.

Interacción con otras drogas y fármacos

En general, se recomienda no mezclar la 4-AcO-DMT con la mayoría de las otras sustancias.

  • Con otras sustancias psicodélicas como el cannabis: supone mezclar sustancias de efectos muy intensos y similares, por lo que, en caso de combinarlas, conviene extremar las precauciones y estrategias de reducción de riesgos usuales para el consumo de psicodélicos.
  • Con antidepresivos de la familia de los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS). Los ISRS tienden a atenuar o bloquear completamente los efectos de las drogas psicodélicas. No se recomienda esta combinación, ni dejar de tomar los fármacos que tengas prescritos (aunque se cese la medicación, tienen que pasar entre semanas y meses para que los efectos de las psicodélicas no se vean afectados).
  • Con MDMA. Debe prestarse atención a la dosis de 4-AcO-DMT si se mezcla con MDMA y calcular el tiempo del viaje psicodélico.
  • Con alcohol. La mezcla de alcohol y sustancias psicodélicas suele enturbiar la experiencia y hacerse más incontrolable.

Recomendaciones de reducción de riesgos

  • Prepara la experiencia: Es fundamental que las condiciones de set y setting sean las adecuadas para el buen desarrollo de la experiencia psicodélica y, en caso de que aparezca, gestionar con positividad el viaje difícil. Set (estado de ánimo): es muy importante que la persona no esté pasando por un mal momento personal y se viva la experiencia con una actitud positiva. Setting (el ambiente): debe ser agradable, amigable y seguro.
  • Consume en compañía. Habiendo informado previamente a tus acompañantes de que vas a tomar 4-AcO-DMT. Es recomendable que haya una o varias personas que no hayan consumido, ya que esto facilitará la adecuada respuesta ante una reacción adversa.
  • Comienza con dosis bajas. Evita consumir con el estómago vacío. Para evitar el vómito, es conveniente hacerlo cuando la digestión haya acabado.
  • Evita consumir con frecuencia. Y, si lo haces, observa muy bien cualquier alteración que pudiera surgir y coméntala con profesionales de la salud.
  • Conserva la prudencia hasta el final de la experiencia. Mientras duren los efectos, no conduzcas ni hagas actividades que por sí mismas puedan entrañar peligros o que requieran de una plena capacidad de atención y reflejos.

Cómo abordar un viaje difícil pincha aquí

6-APB

Propiedades

El 6-(2-aminopropil) benzofurano (también conocido como 6-APB y «Benzofury») es una sustancia entactógena relacionada estructuralmente con otras del mismo tipo como MDA, MDMA, 5-APB y 5-MAPB.

Efectos

Produce efectos menos empatógenos que la MDMA y, en ocasiones, aparecen efectos psicodélicos y no causa tanto bajón físico o emocional los días después del consumo.

Entre los efectos que produce se incluyen estimulación (si bien diferencia de la MDMA presenta mayor tendencia al “apalacamiento”), euforia y sensación de bienestar, sensación de cercanía y empatía hacia el resto de personas, desinhibición, modificación de las percepciones sensoriales, aumento de la apreciación de la música, efectos psicodélicos, especialmente con dosis elevadas.

Posología

La mayoría de alcaloides como la anfetamina, ketamina o MDMA en su estado normal son bases libres: líquidos corrosivos y difíciles de ingerir. Es por eso que se les añade un ácido para formar una sal con el alcaloide. De esta manera el compuesto se vuelve sólido y más fácil de manejar e ingerir.

El 6-APB se vende en formato 6-APB succinato (combinado con ácido succínico) o clorhidrato (combinado con ácido clorhídrico). Debido a que el ácido succínico pesa más que el ácido clorhídrico, 167mg de 6-APB succinato producirán efectos igual de intensos que aproximadamente 100 mg de 6-APB clorhidrato. Otra sal menos común es el fumarato, que es prácticamente igual al succinato en cuanto a potencia.

Dosis:

Según el tipo de sal

Clorhidrato

  • Dosis baja: 30 – 60mg
  • Dosis media: 60 – 90mg
  • Dosis alta: >90mg

Succinato/Fumarato

  • Dosis baja: 50 – 75mg
  • Dosis media: 75 – 125mg
  • Dosis alta: >125mg

Si se redosifica, no es recomendable superar los 200mg en una misma sesión.

Duración de los efectos

Los efectos comienzan a aparecer entre 45 y 90 minutos tras la ingesta. La subida puede abarcar entre 1 y 2 horas hasta entrar en la fase de meseta que dura entre 3 y 4 horas. Finalmente, los efectos desaparecen transcurridas 2 y 3 horas, aunque hay efectos residuales que podrían tardar entre 6 y 48 horas en desaparecer.

En total, los efectos pueden durar entre 7 y 10 horas, más del doble que la MDMA. Su larga duración puede reducir la sensación de “craving”, lo que podría incitar a no redosificar tan a menudo y reducir así los efectos no deseados asociados al consumo de dosis elevadas.

Efectos secundarios frecuentes

Ansiedad durante la subida, suele desaparecer tras unos minutos, boca seca, aumento de la temperatura corporal y de la transpiración, Deshidratación, Latidos anormales, Aumento de la presión arterial y la frecuencia cardiaca, Dilatación pupilar (midriasis), Tensión mandibular, especialmente a dosis elevadas, Supresión del apetito, Dificultad para orinar, Dificultad para mantener erecciones

Efectos tóxicos/graves/infrecuentes

Debido a que el uso recreativo se ha popularizado en los últimos años y no se ha investigado en profundidad se desconocen sus posibles efectos a largo plazo.

Interacción con otras drogas y fármacos

  • Con alcohol: Los estimulantes enmascaran los efectos sedantes del alcohol, pudiendo provocar intoxicación etílica adicional. Cuando los efectos estimulantes desaparecen pueden darse desmayos y depresión respiratoria. Si se combinan se recomienda reducir el consumo de alcohol.
  • Con MDMA: Los efectos neurotóxicos de MDMA pueden aumentar cuando se combina con otros estimulantes. También existe el riesgo de un esfuerzo cardiaco excesivo.
  • Con 25x-NBOMe y 25x-NBOH: Los miembros de la familia 25x son muy estimulantes y agotan físicamente. Deben evitarse las combinaciones con estimulantes debido al riesgo de estimulación excesiva. Esto puede provocar ataques de pánico, pensamientos en bucle, convulsiones, aumento de la presión arterial, vasoconstricción e insuficiencia cardíaca en casos extremos.
  • Con DXM: Las combinaciones con DXM deben manejarse con extremo cuidado debido a sus efectos sobre la recaptación de serotonina y norepinefrina. Esto puede provocar ataques de pánico, crisis hipertensiva o síndrome serotoninérgico.
  • Con estimulantes (cocaína o anfetamina/speed): Puede aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial a niveles peligrosos.
  • Con tramadol: El tramadol puede provocar convulsiones. Las combinaciones con estimulantes pueden aumentar aún más este riesgo.
  • Con IMAO: Esta combinación puede aumentar la cantidad de neurotransmisores como la dopamina a niveles peligrosos o incluso fatales.
  • Con psicodélicas (setas, LSD, DMT o mescalina): Las sustancias estimulantes pueden incrementar los niveles de ansiedad, la mezcla con psicodélicos puede desembocar en un mal viaje.
  • Con GHB/GBL: Los estimulantes compensan el efecto de GHB/GBL pudiendo incitar al consumo de dosis más altas. Si el efecto estimulante de 6-APB desaparece antes podría desembocar en un paro respiratorio.

Consejos para reducir riesgos

  • Consume en compañía. Habiendo informado previamente a tus acompañantes de que vas a tomar 6-APB. Es recomendable que haya una o varias personas que no hayan consumido, ya que esto facilitará la adecuada respuesta ante una reacción adversa.
  • Comienza con dosis bajas.
  • Evita consumir con frecuencia. Y, si lo haces, observa muy bien cualquier alteración que pudiera surgir y coméntala con profesionales de la salud. Ten paciencia: El 6-APB puede tardar hasta 90 minutos en hacer efecto (especialmente si tienes el estómago lleno). Espera el tiempo suficiente para saber si te ha subido antes de tomar más cantidad.
  • Mantén una buena hidratación: Bebe agua en cantidad moderada (no más de medio litro por hora). Recuerda que beber demasiada agua también es arriesgado.
  • Modera el consumo de alcohol ya que no hidrata, sino lo contrario.
  • Haz pausas en el baile. Ve a una zona fresca y descansa un poco antes de seguir con el baile. Analiza previamente la sustancia.

Referencias:

https://energycontrol.org/sustancias/4-aco-dmt/

https://energycontrol.org/sustancias/6apb/

https://pnsd.sanidad.gob.es/profesionales/publicaciones/catalogo/bibliotecaDigital/publicaciones/pdf/Nuevas_sustancias_espanol.pdf

https://nida.nih.gov/es/areas-de-investigacion/las-catinonas-sinteticas-sales-de-bano

https://www.cannabismagazine.net/asi-nos-quieren-vender-las-nuevas-drogas/

Nota: El objetivo de esta ficha es meramente informativo y en ningún caso se pretende estimular el consumo de esta droga, ni sustituir el asesoramiento médico. La organización no se hace responsable del uso inapropiado que pueda hacerse de esta ficha.

Potenciadores de la erección

Uno de los principales problemas sexuales que padecen los hombres es la disfunción eréctil, un problema que puede tener causas tanto físicas como psicológicas. Existen diversos fármacos que sirven para ayudar a tener y mantener una erección.

Introducción

La disfunción eréctil afecta a entre el 12,1% y el 18,9% de los varones adultos con edades comprendidas entre 25 y 70 años en todo el mundo. La mayoría de los expertos consideran que se trata de un problema que afectará a todo hombre en algún momento de su vida, especialmente a medida que envejece, aunque sus causas pueden deberse tanto a cuestiones físicas como psicológicas.

Un problema de erección se produce cuando un hombre no puede lograr o mantener una erección que sea lo suficientemente firme para una relación sexual. Es posible que no se pueda lograr una erección en absoluto o puede llegar a alcanzarse sin mantenerse de forma continuada. Los problemas de erección, por lo general, no afectan el impulso sexual.

Los problemas de erección son frecuentes. Casi todos los hombres adultos tienen problemas para lograr o mantener una erección en un momento u otro. A menudo, el problema desaparece con poco o sin ningún tratamiento. Sin embargo, para algunos hombres, puede ser un problema continuo.

Si se tienen problemas para lograr o mantener una erección más del 25% de las veces, se recomienda acudir al médico.

Existen multitud de soluciones médicas adaptables a cada caso, pero antes de optar por una u otra, es importante, además de contar con el asesoramiento de un médico, entender cómo actúan, qué efectos secundarios pueden tener y qué tipo de fármacos y tratamientos disponibles existen para hacer frente a un problema que no solo dificulta la vida sexual de los hombres, sino que puede afectar a su salud mental y a su autoestima. 

En general, se utilizan unos fármacos de la familia de los inhibidores de la fosfodiesterasa de tipo 5 (PDE-5) -que incrementan el flujo sanguíneo al pene y ayudan a tener y mantener la erección masculina-, entre los cuales se encuentra sildenafilo (EFG, Viagra®) y otros fármacos similares como tadalafilo (EFG, Cialis®), vardenafilo (EFG, Levitra®) o avanafilo (Spedra®). Existe otro fármaco para inyección directa en el pene, alprostadilo (Caverject®), que actualmente se utiliza poco, pero que puede resultar útil en problemas de erección refractarios a otros tratamientos.

Todos ellos actúan incrementando el flujo de sangre en los vasos sanguíneos del pene y facilitando la erección. Es importante tener en cuenta la diferente duración de los efectos (véase ‘Posología y modo de uso’).

Desde el punto de vista legal, este tipo de fármacos únicamente pueden obtenerse en la farmacia y con receta médica, aunque durante los últimos años el acceso a través de internet se ha extendido de modo notable, lo que entraña dudas relativas a la seguridad y composición de los medicamentos adquiridos mediante esta vía. Por ello, si se opta por seguir esta vía de adquisición, se recomienda intentar verificar que los medicamentos provienen de fuentes fiables.

Algunas drogas de uso recreativo, sobre todo cuando se utilizan en dosis elevadas, pueden provocar dificultades o imposibilidad de erección del pene en hombres. Este efecto adverso es típico del alcohol, así como de otros estimulantes como la cocaína, el speed, la metanfetamina o la MDMA. Por este motivo el uso de estos fármacos en contextos sexuales que implican consumo de drogas es relativamente frecuente.

Efectos secundarios

Igual que cualquier otro medicamento, los fármacos potenciadores de la erección pueden presentar efectos secundarios.

Son frecuentes: dolor de cabeza, congestión nasal, bajadas de tensión, taquicardia, dolor de espalda, alteraciones visuales leves.

Raramente (y sobre todo en población anciana con otras enfermedades concurrentes) se han descrito ceguera permanente, infartos de miocardio o ictus.

Sobredosis

El uso de dosis elevadas en personas sanas no produce una mejor erección y sí una mayor incidencia y gravedad de efectos adversos. El riesgo de problemas graves es mayor en personas ancianas, con sobrepeso, con problemas de hipertensión y/o con antecedentes de enfermedad cardiovascular o cerebrovascular grave.

Priapismo

Una erección que se mantenga durante más de 4-5 horas de forma continuada y sea dolorosa puede dañar el pene de forma irreversible. Dosis elevadas, el uso continuado de cockrings o la combinación con algunas drogas como la MDMA facilitan la aparición de este problema.

En esta circunstancia, es imprescindible acudir a un servicio médico de forma urgente.

Los fármacos con una mayor duración de efectos deseados tienen también una mayor duración de efectos adversos. El dolor de cabeza, la congestión nasal y las interacciones con otros fármacos y drogas como el poppers se prolongan más en el tiempo con tadalafilo que con el resto.

Presentación

Los potenciadores de la erección suelen encontrarse en forma de comprimido y se toman por vía oral. También existen preparados en forma de líquido o gelatina que, de forma general, no han pasado los mismos controles de tipo sanitario que se exigen a los medicamentos.

Posología y modo de uso

En personas sanas sin problemas de impotencia por causa médica, una dosis pequeña suele ser más que suficiente. (25 mg de sildenafilo, 5-10 mg de vardenafilo, 10 mg de tadalafilo o 50 de avanafilo). Si se han consumido previamente dosis elevadas de estimulantes u otras drogas que dificulten la erección, incrementar la dosis de estos fármacos no variará la eficacia de forma significativa pero sí expone a un mayor riesgo de efectos adversos y tóxicos.

Estos fármacos no producen erecciones, sino que la facilitan ante un estímulo sexual y contextual adecuado. Sin estos elementos no producen ningún efecto.

Sildenafilo (EFG, Viagra®) y vardenafilo (EFG, Levitra®): deben tomarse entre media hora y una hora antes de practicar sexo y su efecto puede durar entre cuatro y cinco horas.

Avanafilo (Spedra®): Tres dosis de este medicamento equivalen a una del conocido Viagra®. Esta nueva píldora ha conseguido reducir el tiempo de espera a apenas 15 o 30 minutos y sus efectos son aún más duraderos (entre 6 y 12 horas).

Tadalafilo (EFG, Cialis®): A diferencia de las anteriores, puede tomarse mucho tiempo antes de que sean necesarios sus efectos. Tomado a diario, alivia el problema de la disfunción eréctil en el momento en que el paciente lo requiera, sin tener que esperar equis número de horas. Cialis® también se receta para el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata (HBP), un problema que se traduce en el agrandamiento de la próstata y que puede afectar a la micción. Así que algunos hombres pueden medicarse con estas pastillas por esta condición.

Sildenafilo y vardenafilo mantienen sus efectos 4-5 horas, avanafilo unas 8 horas y tadalafilo hasta 48 horas. Es muy importante conocer el tiempo de acción de cada fármaco.

Los fármacos con una mayor duración de efectos deseados tienen también una mayor duración de efectos adversos. El dolor de cabeza, la congestión nasal y las interacciones con otros fármacos y drogas como el popper se prolongan más en el tiempo con tadalafilo que con el resto.

En el caso de necesitar asistencia médica urgente después de haber utilizado estos fármacos es particularmente importante comunicar al médico exactamente qué fármaco y qué cantidad has tomado, ya que puede condicionar el tipo de tratamiento a administrar.

A nivel legal, este tipo de fármacos solo pueden obtenerse en farmacias y con receta médica. Su venta directa por particulares puede ser castigado por el Art. 361 del Código Penal con penas de cárcel.

Interacciones                               

Interacciones con drogas y fármacos

A la hora de tomar estos fármacos hay que tener en cuenta que pueden producir interacciones con otros medicamentos o drogas recreativas, llegando a producir problemas graves. Existen, incluso, casos de muertes por combinación de estos fármacos con otros usados en cardiología de la familia de los nitratos. Los poppers tienen una composición muy similar (nitritos), por lo que su uso simultáneo es peligroso. La posibilidad de cuadros de hipotensión grave, dolor de cabeza intenso o metahemoglobinemia (cambio de color de los labios por falta de oxigenación de la sangre) está comprobada.

La combinación con drogas estimulantes (cocaína, MDMA, speed, metanfetamina…) supone someter al corazón a un esfuerzo extra. Dependiendo de las dosis y el estado de salud, esta combinación puede suponer efectos adversos de importancia.

Estos fármacos deberían tomarse con precaución si se toman los fármacos antifúngicos ketoconazol (Nizoral®) o itroconazol (Sporanox®) o si se toma el antibiótico eritromicina.

Muchos fármacos utilizados en el tratamiento de la infección por el VIH y el VHC, sobre todo de la familia de los inhibidores de la proteasa, incrementan los niveles en sangre de los fármacos potenciadores de la erección.

De forma general, se suele recomendar utilizar una dosis menor, aunque siempre es necesario el consejo médico individualizado en este sentido. Las personas que toman la dosis completa del potenciador de los inhibidores de la proteasa ritonavir (Norvir®) no debería tomar nunca Levitra®, y solamente debería tomar dosis muy pequeñas de Viagra®. Tampoco es recomendable usar estos medicamentos si se toma cobicistat (Tybost®), otro potenciador de los inhibidores de la proteasa.

Un segundo tipo de interacción entre potenciadores de la erección y antirretrovirales es la observada en el caso de los inhibidores de la transcriptasa inversa no análogos de nucleósido (ITINN), que reducirían la concentración de dichas sustancias. Así, tanto efavirenz (Sustiva®, también en Atripla®) como nevirapina (Viramune®) o etravirina (Intelence®) reducirían los niveles sanguíneos (y, por tanto, los efectos) los medicamentos utilizados para tratar la disfunción eréctil. Dicho efecto no se observaría en el caso de rilpivirina (Edurant®, también en Eviplera®).

Aunque este segundo tipo de interacción es menos peligrosa, en algunos casos podría llevar a los usuarios a aumentar las dosis o a pasar a la vía intravenosa para tratar de aumentar los efectos, lo que se traduciría en un incremento de los riesgos para la salud.

Puedes consultar algunas de estas interacciones en nuestra base de datos.

Intoxicación                 

Los fármacos procedentes de farmacia o de laboratorios genéricos homologados tienen garantías sobre la calidad del producto. Pastillas sin envase o blíster, líquidos o gelatinas tienen un mayor riesgo de adulteración o fraude.

El uso de dosis elevadas en personas sanas no produce una mejor erección y sí una mayor incidencia y gravedad de efectos adversos.

El riesgo de problemas graves es mayor en personas ancianas, con sobrepeso, problemas de hipertensión y antecedentes de enfermedad cardiovascular o cerebrovascular grave.

Conservación

Dado que se trata de medicamentos, es importante cumplir las condiciones de conservación establecidas en la caja o el prospecto. Dado que algunos de ellos pueden adquirirse a través del mercado negro, es difícil poder asegurar que las condiciones de conservación han sido respetadas en todo momento.

¿Quieres saber más?

Referencias                 

http://www.chem-safe.org/que/farmacos-anti-impotencia/

https://medlineplus.gov/

www.aemps.gob.es/

Aidsmap (Entidad certificada por The Information Standard, perteneciente al Servicio Nacional de Salud Británico [NHS]) y HIV-iBase (Entidad certificada por HONcode).

http://gtt-vih.org/actualizate/la_noticia_del_dia/01-09-15

Nota: El objetivo de esta ficha es meramente informativo y en ningún caso se pretende estimular el consumo de esta droga, ni sustituir el asesoramiento médico. La organización no se hace responsable del uso inapropiado que pueda hacerse de esta ficha.

Psicofármacos

Ansiolíticos/sedantes

Los ansiolíticos o sedantes son medicamentos que actúan sobre el sistema nervioso central (SNC) reduciendo los estados de angustia o ansiedad, el nerviosismo, el insomnio, etc. Producen calma, somnolencia (sedación) o sueño. Los ansiolíticos disminuyen la actividad, moderan la excitación y calman a la persona que los toma.

En el marco de la infección por el VIH, tanto por los efectos secundarios de algunos medicamentos como por las consecuencias psicológicas y sociales que conlleva la infección, la angustia, la ansiedad y el insomnio son condiciones frecuentes. Por ello, el uso de ansiolíticos/sedantes es frecuente entre personas con el VIH.

En el contexto del uso de drogas recreativas, se suelen utilizar los ansiolíticos/sedantes para volver a relajarse y/o poder dormir tras utilizarlas o para -en algunos casos- compensar la agitación que produce la abstinencia.

El grupo principal de sedantes/ansiolíticos está constituido por las benzodiacepinas (BZD), entre las que destacan diazepam (Especializad Farmacéutica Genérica [EFG], Valium®), clorazepato dipotásico (EFG, Tranxilium®, Dorken®), alprazolam (EFG, Trankimazín®), lorazepam (EFG, Orfidal®, Idalprem®), bromazepam (EFG, Lexatin®), clonazepam (Rivotril®), ketazolam (EFG, Sedotime®), lormetazepam (EFG, Noctamid®, Loramet®), midazolam (EFG, Dormicum®), triazolam (EFG, Halcion®). Se caracterizan por contar con diversas duraciones de efecto y potencias, lo que les permite -mediante la adecuada selección- adaptarse tanto a situaciones en las que es necesaria una acción corta (como inducir el sueño) como en aquellas en las que es necesario un efecto más largo (por ejemplo, evitar síndromes de abstinencia).

Otras familias de fármacos que también tienen efectos ansiolíticos/sedantes incluyen:

  • Antidepresivos (especialmente inhibidores de la recaptación de la serotonina; ISRS) utilizados como ansiolíticos.
  • Análogos de benzodiacepinas: zolpidem, zoplicona, zaleplon.
  • Antipsicóticos de segunda generación como quetiapina, olanzapina, etc. pueden ser utilizados para el tratamiento de la ansiedad o los problemas de insomnio en dosis reducidas bajo estricto control médico.
  • Antihistamínicos.

Los antihistamínicos son los únicos fármacos con efecto sedante/ansiolítico que se venden sin receta médica, aunque el uso fuera de prescripción de la gran mayoría de ellos es frecuente. Se usan en el tratamiento sintomatológico de las alergias bloqueando el efecto de la histamina. Se emplean en el tratamiento sintomático de enfermedades alérgicas como rinitis y urticarias agudas o crónicas, y en la anafilaxis y otras reacciones alérgicas agudas. También se utilizan en el control del picor de origen diverso, en el mareo del movimiento (cinetosis), y en la prevención y tratamiento de náuseas y vértigos, entre otros.

Existen antihistamínicos de dos clases:

  • Clásicos o de primera generación: Son fármacos que penetran bien en el SNC y son poco selectivos en sus acciones. Causan sedación, somnolencia, aumento del apetito y efectos anticolinérgicos (sequedad de boca, visión borrosa, estreñimiento, retención de orina, etc.). Incluyen: hidroxicina (EFG, Atarax®; usado como antihistamínico y tranquilizante), clorfeniramina (EFG, Chlo-Amine®) y su análogo la dexclorfeniramina (EFG, Polaramine®), difenhidramina (EFG, Bisolvon®, Soñodor®, Beladryl®), doxilamina (EFG, Dormidina®; con efecto antihistamínico y somnífero), prometazina (EFG, Actithiol®, Fenergan®), azatadina (EFG, Atiramin®, Idulanex®) y su derivado ciproheptadina (EFG; Periactin®), ketotifeno (EFG, Zatiden®).
  • Antihistamínicos no sedantes o de segunda generación: Son, en su mayor parte, derivados o análogos de los clásicos, pero con una acción más selectiva y menor distribución en el SNC. Incluyen: bilastina (EFG, Blaxitec®), cetirizina (EFG, Alercina ®, Alerlisin®), desloratadina (EFG, Aerius®), ebastina (EFG, Bactil Forte®, Ebastel®), fexofenadina (EFG, Alexia®), levocetirizina (EFG; Alegilab®, Zyxem®), loratadina (EFG, Civeran®, Clarityne®), mequitazina (EFG, Mircol®), mizolastina (EFG, Mizolen®) y rupatadina (EFG, Rupafin®).

Debido a la dependencia física y psicológica que generan, los ansiolíticos/sedantes no deberían ser administrados sin control médico de forma crónica para el tratamiento del insomnio. Otro de los aspectos a tener en cuenta en su uso a largo plazo es que modifican los patrones de sueño, hecho que se agudizaría con el síndrome de abstinencia al interrumpir su utilización.

Algunos de estos fármacos pueden afectar a la concentración, la memoria y la coordinación; otros efectos frecuentes son resaca, problemas en el habla, descoordinación, marcha inestable, somnolencia, sequedad de boca, reducción de la motilidad digestiva y alteraciones emocionales.

Está bien establecido el beneficio terapéutico de los ansiolíticos y los sedantes, pero su valor para aliviar el estrés, la ansiedad y el insomnio también es, con probabilidad, la razón por la que se usan fuera de prescripción con tanta frecuencia.

En relación con la utilidad de los ansiolíticos/sedantes, es importante subrayar que no eliminan la idea o sensación de temor o inquietud. Lo que hacen es reducir las sensaciones desagradables (síntomas de ansiedad) que acompañan a dicha idea o sensación de temor o inquietud. A menudo, dichos fármacos son usados con el fin de reducir la sensación de miedo o de desagrado. Por supuesto, en estos casos, la persona refiere que la medicación no le ha sido útil. Ante esta falta de eficacia, muchas veces se cae en el doble error de aumentar la dosis: no se observa una mayor eficacia y, por el contrario, puede haber un aumento de los efectos secundarios.

Efectos secundarios

Los efectos secundarios de los ansiolíticos/sedantes pueden ser muy variables en función del principio activo. No obstante, como mínimo pueden destacarse dos posibles efectos secundarios:

Reducción de los reflejos o de la capacidad de respuesta. Basándonos en este efecto secundario, sobre todo al iniciar el tratamiento con BZD se recomienda tener mucha cautela al realizar actividades de riesgo, como conducir un vehículo o trabajar con maquinaria peligrosa. Asimismo, en personas mayores, dicha reducción de los reflejos podría predisponer a las caídas, con el consiguiente riesgo de las temidas fracturas óseas. Este aumento de caídas asociado a la prescripción de BZD motiva que se aconseje limitar al máximo dicha prescripción en personas de la tercera edad.

Reducción de la memoria reciente. Algunos estudios han sugerido que la capacidad para memorizar información nueva (memoria reciente) puede verse ligeramente reducida por la toma de estos medicamentos. Las cosas que ya habían sido memorizadas antes de la toma de estos fármacos no se verían -en principio- afectadas.

Presentación                                                                        

Los ansiolíticos/sedantes se toman mayoritariamente por vía oral y se dispensan en forma de comprimidos. También existen en forma inyectable para uso en entorno clínico/hospitalario.

Posología

Dependiendo del uso, los ansiolíticos/sedantes se prescriben en diversas pautas. En general, no se recomienda un uso prolongado por los problemas de dependencia que pueden entrañar. El empleo fuera de prescripción es frecuente y a demanda (las personas lo toman según sus necesidades).

Precauciones                                                                                              

Los ansiolíticos/sedantes deberían tomarse siempre bajo prescripción médica y siguiendo las pautas prescritas por el médico. En el caso de ser tomadas fuera de prescripción, recomendamos hacerlo a la mínima dosis posible e intentando tener en cuenta posibles interacciones con otras sustancias o fármacos que se estén tomando.

Interacciones con fármacos o drogas

La combinación de ansiolíticos/sedantes con drogas de efectos depresores (alcohol, GHB, opiáceos, etc.) puede producir la muerte por depresión respiratoria. Es una mezcla extremadamente peligrosa.

Los antihistamínicos pueden producir taquicardia o arritmias en combinación con estimulantes como la cocaína, anfetaminas o mefedrona.

Por lo que respecta a los antirretrovirales, los principales problemas de interacciones con ansiolíticos/sedantes (alprazolam, clonazepam, midazolam o trizolam) tendrían lugar con los inhibidores de la proteasa (atazanavir, darunavir, indinavir, etc.), los potenciadores (cobicistat y ritonavir) y aquellos medicamentos que incluyan potenciadores (como, por ejemplo, Stribild®, Rezolsta® o Kaletra®). Puedes consultar las posibles interacciones de forma individualizada en nuestra base de datos de interacciones. Lorazepam parece ser la benzodiacepina más segura para pacientes en tratamiento con antirretrovirales, aunque siempre conviene consultar con el médico.

El uso de tranquilizantes con inhibidores de la proteasa podría también tener algún tipo de interacción según datos del buscador de interacciones entre antirretrovirales y otros fármacos o drogas infodrogas-vih. También podría haber interacciones con la etravirina, un inhibidor de la transcriptasa inversa no análogo de nucleósidos (ITINN).

Intoxicación

La toma excesiva o un error de dosificación pueden tener consecuencias graves para el organismo, por lo que, en caso de detectar alguno de estos eventos, es muy recomendable acudir al servicio de urgencias médicas o ponerse en contacto con él a través del 112.

Consejos para un uso más seguro

Aunque en dosis bajas pueden desinhibir o relajar a algunas personas, los efectos de los ansiolíticos/relajantes sobre la esfera sexual son en general negativos ya que producen sedación como efecto principal.

Dependiendo de las circunstancias y el contexto, un uso puntual puede tener un balance positivo de beneficios y riesgos. Pero conviene no habituarse a que los tranquilizantes sean el “postre” para finalizar una sesión de consumo de drogas. La posibilidad de reacciones imprevisibles, el potencial de dependencia y los propios riesgos de estos fármacos hacen que no se trate de una opción razonable.

De cara a regular el sueño, conviene planificar los consumos teniendo en cuenta que habrá que dejar un tiempo suficiente para descansar antes de incorporarse a la vida cotidiana. Ponerse un límite horario al uso de estimulantes, intentar respetar los ritmos naturales del sueño (no acostándose a media tarde, sino esperando a la noche, por ejemplo), alimentarse de forma adecuada, etc. son pautas que pueden ayudar.

De forma ocasional estos fármacos se pueden utilizar con fines delictivos. Existen casos en los que se administran a una víctima de forma involuntaria (disueltos en la bebida) para cometer abusos sexuales o (con más frecuencia) robarle la cartera. Aunque estos episodios se han exagerado y vendidos de forma sensacionalista en los medios de comunicación, conviene tener una actitud prudente basada en el sentido común.

Conservación

Dado que se trata de medicamentos, es importante cumplir las condiciones de conservación establecidas en la caja o el prospecto. Como algunos de ellos pueden adquirirse a través del mercado negro, es difícil poder asegurar que las condiciones de conservación han sido respectadas en todo momento.

Antidepresivos

Introducción

Los antidepresivos son fármacos que se prescriben para el tratamiento del trastorno por depresión, que se caracteriza por la existencia de un sentimiento de tristeza lo suficientemente intenso como para interferir en el desarrollo de las actividades habituales y/o por una reducción del interés o del placer en actividades que solían ser del agrado de la persona afectada.

A pesar de que los antidepresivos no curan la depresión, pueden reducir sus síntomas. Pueden tardar varias semanas en hacer efecto. Existen diversos tipos de antidepresivos. A veces, es necesario probar más de uno hasta encontrar el que surta un mejor efecto.

Los antidepresivos suelen ser bien tolerados por las personas con el VIH, incluso aquellas con infección sintomática. Aun así, pueden existir interacciones que afecten a la actividad o a los efectos secundarios de los fármacos al tomarse junto al tratamiento antirretroviral.

Si se hace un uso recreativo, puntual o bien más continuado de los antidepresivos se debería tener en cuenta que la acción de estos psicofármacos no es inmediata, salvo en el caso de algunos tricíclicos que tienen un efecto inmediato, sino que necesitan tomarse al menos durante 10 días y hasta cuatro semanas seguidas para que empiecen a producir el efecto antidepresivo (según la persona, incluso se pueden necesitar hasta 6 semanas de uso continuado para empezar a tener un efecto antidepresivo completo).

Podríamos clasificar los antidepresivos en tres grandes grupos: los antidepresivos tricíclicos, los inhibidores de los receptores de la serotonina y bloqueantes de su recaptación y los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO), prescritos estos últimos con menos frecuencia.

1- Antidepresivos tricíclicos

Se encuentran entre los primeros antidepresivos que se produjeron. Son efectivos, pero, por lo general, se han reemplazado por antidepresivos que causan menos efectos secundarios. Sin embargo, constituyen una buena opción para algunas personas. En ciertos casos, alivian la depresión cuando otros tratamientos han fracasado.

Los antidepresivos tricíclicos tienen un potencial adictivo relativamente bajo, pero algunas veces se utilizan con fines recreativos por sus efectos psíquicos inmediatos. No provocan por lo general síndrome de dependencia o de abstinencia, salvo en algunos casos y dependiendo de las personas.

Incluyen los siguientes fármacos: amitriptilina (Deprelio®, Tryptizol®), amoxapina (Asendin®, Moxadil®), clomipramina (Anafranil®), desipramina (Norpramin®), doxepina (Sinequan®), imipramina (Tofranil®), nortriptilina (Norfenazin®), protriptilina (Vivactil®), trimipramina (Surmontil®).

En ocasiones, los antidepresivos tricíclicos se utilizan para tratar afecciones no relacionadas con la depresión, como los trastornos de ansiedad o el dolor relacionado con los nervios (neuropático).

2- Inhibidores de los receptores de la serotonina y bloqueantes de su recaptación

Han reemplazado a los tricíclicos dado que producen menor incidencia de efectos secundarios (toxicidad cardiaca), poseen relativa seguridad en casos de sobredosis y un amplio abanico de posibilidades terapéuticas. Hay 5 tipos:

  • Inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS): citalopram (Citalvir®), escitalopram (Esertia®), fluoxetina (Prozac®), paroxetina (Seroxat®) y sertralina (Besitran®), entre otros.
  • Inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina y noradrenalina (o norepinefrina) (IRSN): desvenlafaxina (Pristiq®), duloxetina (Cymbalta®) -también aprobada para tratar la ansiedad y ciertos tipos de dolores crónicos-, venlafaxina y trazodona (Deprax®), entre otros. 
  • Inhibidores selectivos de la recaptación de la noradrenalina (ISRN): Reboxetina (Norebox®). Se utiliza más bien de forma complementaria.
  • Inhibidores noradrenérgicos y serotoninérgicos específicos (NaSSA): Mirtazapina.
  • Inhibidores de la recaptación de noradrenalina y dopamina (IRND): Bupropión (Elontril®, Zyntabac®). Este fármaco se utiliza para la deshabituación tabáquica.

3- Inhibidores de la monoaminoxidasa (IMAO):

Fueron el primer tipo de antidepresivo existente en el mercado. Son efectivos, pero en general han sido reemplazados por antidepresivos que son más seguros y causan menos efectos secundarios.

Por lo general, el uso de IMAO requiere de restricciones dietéticas, ya que pueden causar presión arterial peligrosamente alta cuando se toman con ciertos alimentos o medicamentos (por ejemplo, otros antidepresivos o medicamentos para el resfriado o la gripe). A pesar de los efectos secundarios, estos medicamentos siguen siendo una buena opción para algunas personas. En ciertos casos, alivian la depresión cuando otros tratamientos han fallado. Suelen usarse como último recurso, en caso de que otros tipos no hayan funcionado.

Incluyen: Selegilina (Plurimen®) es el principal IMAO comercializado.

Tratamientos alternativos

Para tratar síntomas como el insomnio, la depresión del estado de ánimo, la fatiga, la ansiedad o los déficits neurocognitivos, los pacientes con el VIH tienden a tomar sustancias llamadas ‘naturales’ o medicinas alternativas. El hipérico (hierba de san Juan), la valeriana, la sadenosilmetionina (SAM-e), la melatonina y el Gingko biloba son algunas de estas sustancias.

Cabe destacar que el hipérico interacciona con muchos antirretrovirales, por lo que es poco recomendable considerarlo como tratamiento alternativo en el marco de una terapia antirretroviral. En caso de optar por estas u otras terapias alternativas, es importante consultar con un profesional sanitario o en bases de datos debidamente cualificadas para descartar cualquier tipo de posible interacción.

Uso de antidepresivos tricíclicos para otros trastornos

Si bien la indicación principal de los antidepresivos tricíclicos son los trastornos depresivos, también se usan para algunos otros trastornos de tipo psiquiátrico. Asimismo, se emplean en ocasiones para tratar el dolor crónico en adultos (fibromialgia y dolor neuropático), el insomnio y la bulimia nerviosa.

Efectos secundarios

Los efectos secundarios más frecuentes de los antidepresivos son: sequedad de boca, náuseas, dolor de cabeza, nerviosismo, problemas sexuales (inapetencia o disfunción eréctil), aumento de peso, falta de energía, estreñimiento, entre otros.

Los tricíclicos en concreto pueden producir visión borrosa, sedación, problemas de memoria, aumento de peso, dificultades de micción y empeoramiento en caso de glaucoma. Puede desarrollarse un efecto secundario grave llamado síndrome neuroléptico maligno que incluye alteraciones respiratorias, cardiacas y musculares. En último extremo pueden inducir el coma o la muerte. Esto se da sobre todo en personas mayores de 50 años.

Los IMAO, además de los efectos secundarios habituales, pueden provocar debilidad, mareos y temblores. No pueden mezclarse con determinados medicamentos o alimentos, como otros antidepresivos y medicamentos de venta libre contra el resfriado o la gripe. Si se mezclan puede producirse el síndrome serotoninérgico que ocasiona alucinaciones, cambios en la presión arterial, agitación y fiebre. No es recomendable si no se sabe con qué cosas no se pueden mezclar y no se puede acceder al consejo de un profesional sanitario. Si tus dudas son acerca de interacciones con antirretrovirales, puedes utilizar nuestro buscador.

Los fármacos antidepresivos no causan la misma adicción que los tranquilizantes, el alcohol o la nicotina. No actúan rápido (en general), no hay que ir aumentando la dosis para obtener el mismo efecto y no suelen causar síndrome de abstinencia. Sin embargo, algunas personas cuando dejan de tomar ISRS y IRSN sufren síntomas de abstinencia. Estos incluyen molestias estomacales, síntomas parecidos a la gripe, ansiedad, mareos, sueños vividos de noche y sensaciones como de descargas eléctricas. En la mayoría de casos son leves, pero en un pequeño grupo de personas pueden ser muy graves. En general, es mejor disminuir la dosis de un antidepresivo poco a poco en lugar de parar de repente.

La interrupción del tratamiento debido a efectos secundarios no deseados, tales como disminución de la libido o el aumento de peso, es una de las principales causas de fallo del tratamiento.

Los efectos secundarios de los antidepresivos deben ser evaluados con regularidad a fin de fomentar la adherencia del paciente e identificar de forma precoz los efectos secundarios indeseables para que pueden ser abordados con o sin cambio de tratamiento antidepresivo.

Presentación

Los antidepresivos se toman mayoritariamente por vía oral y se dispensan en forma de comprimidos o en gotas orales en solución. También se presentan de forma inyectable en entorno clínico/hospitalario.

Posología

Dependiendo del uso, se prescriben en diversas pautas. Los antidepresivos, por lo general, se toman todos los días. Algunos antidepresivos se toman una vez al día. Otros deben tomarse más a menudo. Es posible que se deban probar diferentes tipos o cantidades (dosis) para encontrar el antidepresivo que funcione mejor para ti.

Si se hace un uso recreativo, puntual o bien más continuado, se debería tener en cuenta que la acción de los antidepresivos no es inmediata (salvo en el caso de algunos tricíclicos que tienen un efecto psíquico inmediato), sino que necesitan tomarse al menos durante 10 días y hasta cuatro semanas seguidas para que empiecen a producir el efecto antidepresivo (según la persona, incluso se pueden necesitar hasta 6 semanas de uso continuado para empezar a tener un efecto antidepresivo completo).

Los antidepresivos no tratan necesariamente la causa de la depresión o la eliminan por completo. Sin ningún tratamiento, la mayoría de depresiones mejoran en unos ocho meses.

Precauciones

Deberían tomarse bajo prescripción médica y siguiendo las pautas prescritas por el médico. En el caso de tomar un antidepresivo fuera de prescripción, se recomienda hacerlo a la mínima dosis posible e intentando tener en cuenta posibles interacciones con otros fármacos o drogas que se estén tomando.

Normalmente, en el uso para el que se prescriben, los beneficios de los antidepresivos superan los posibles efectos secundarios. Qué antidepresivo es mejor para ti depende de una serie de cuestiones, como los síntomas y cualquier otro trastorno de salud que puedas presentar.

Recuerda que la mayoría de antidepresivos, salvo algunas excepciones, necesitan ser tomados por unas semanas para empezar a tener efecto antidepresivo.

Interacciones

Como norma general, ante la prescripción de cualquier psicofármaco a un paciente que reciba tratamiento antirretroviral, se recomienda iniciarlo con dosis bajas e ir aumentando lentamente hasta conseguir el efecto clínico deseado.

Para la mayoría de asociaciones entre antirretrovirales y psicofármacos no existen estudios específicos y ello obliga a intentar establecer el sentido de la interacción desde el punto de vista teórico, partiendo de las características de los fármacos. Puedes consultar posibles interacciones en nuestro buscador.

Deberá evitarse el uso del hipérico (Hierba de San Juan), que tiene un efecto inductor enzimático potente y podría comprometer la eficacia de los antirretrovirales.

En general los inhibidores de la recaptación de la serotonina, por su amplio margen terapéutico, son más seguros que los antidepresivos tricíclicos desde el punto de vista de las interacciones. Sin embargo, se han descrito reducciones de las concentraciones plasmáticas de paroxetina y sertralina en presencia de darunavir/ritonavir y de las de sertralina en presencia de efavirenz.

Un efecto adverso importante de los antidepresivos son las disfunciones sexuales. Desde el punto de vista de las interacciones, debemos tener en cuenta que puede ser necesario emplear fármacos para la disfunción eréctil. Sin embargo, ello precisa de un ajuste de la dosis y el intervalo de administración. En los pacientes tratados con inhibidores de la proteasa (IP) o elvitegravir/cobicistat, los ajustes de las dosis pueden ser particularmente importantes. Recomendamos recurrir a tu médico del VIH en el caso de tener que realizar un análisis pormenorizado de interacciones o escribirnos a info@infodrogas-vih.org.

Puedes consultar las posibles interacciones con antirretrovirales de forma individualizada en nuestra base de datos de interacciones: http://infodrogas-vih.org/interacciones-drogas-antirretrovirales-vih-sida.html

Intoxicación

La toma excesiva o un error de dosificación puede tener consecuencias graves para el organismo, por lo que en caso de detectar alguno de estos eventos es muy recomendable acudir al servicio de urgencias médicas o ponerse en contacto con él a través del 112.

Conservación

Dado que se trata de medicamentos, es importante cumplir las condiciones de conservación establecidas en la caja o el prospecto. Dado que algunos de ellos pueden adquirirse a través del mercado negro, es difícil poder asegurar que las condiciones de conservación han sido respetadas en todo momento.

Referencias

PNS/MSSSI, GESIDA, SEP, SEIP. Documento de consenso sobre las alteraciones psiquiátricas y psicológicas en adultos y niños con infección por el VIH. Actualizado en febrero 2015.

http://gesida-seimc.org/wp-content/uploads/2017/02/gesida-guiasclinicas-2015-AlteracionesPsiquiatricasPsicologicasAdultosNinosVIH.pdf

http://www.hiv-druginteractions.org/http://www.interaccionesvih.com/

WHO. Glosario de términos de alcohol y drogas.  https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/44000/9241544686_spa.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Editado por Organización Mundial de la Salud en 1994 bajo el título “Lexicon of Alcohol and Drug Terms”. Adaptado por el Ministerio de Sanidad y Consumo 2008.

http://www.chem-safe.org/

Manual Merck.

https://www.merckmanuals.com/es-pr/professional/temas-especiales/drogas-recreativas-y-t%C3%B3xicas/ansiol%C3%ADticos-y-sedantes?query=ansiol%C3%ADticos%20y%20sedantes

MedlinePlus.

https://vsearch.nlm.nih.gov/vivisimo/cgi-bin/query-meta?v%3aproject=medlineplus-spanish&v%3asources=medlineplus-spanish-bundle&query=Trastorno%20de%20ansiedad&

Aidsmap (Entidad certificada por The Information Standard, perteneciente al Servicio Nacional de Salud Británico [NHS]) y HIV-iBase (Entidad certificada por HONcode).

https://www.fbbva.es/alergia/el-tratamiento-de-las-enfermedades-alergicas/los-antihistaminicos/

Noticia: Ritonavir y cobicistat aumentarían los efectos de determinadas drogas recreativas (01-09-2015)

Noticia: Boceprevir y telaprevir interaccionarían con algunos fármacos utilizados para tratar desórdenes psiquiátricos (19-07-2013)

Nota: El objetivo de esta ficha es meramente informativo y en ningún caso se pretende estimular el consumo de esta droga, ni sustituir el asesoramiento médico. La organización no se hace responsable del uso inapropiado que pueda hacerse de esta ficha.

Setas

Su nombre científico es Hongo Psilocíbico, aunque puede que lo conozcas como setas, monguis, trufas… Si lo consumes, o lo piensas consumir, esta información puede ser de tu interés.

Composición

Los hongos (setas y trufas) poseen sustancias psicodélicas de tipo  triptamínico, principalmente, psilocinapsilocibina y baeocistina. Existen 186 especies conocidas de hongos de este tipo en el mundo, pero solo unas pocas son ampliamente consumidas.

Las más comunes y conocidas son:

  • Stropharia cubensis (psilocybe cubensis). También llamados mexicanos, comprende diversas variedades. Es la especie que más se cultiva de forma casera, la que más se consume y comercializa.
  • Psislocybe tampanensis. Se denominan trufas o piedras filosofales, entre otros. No son propiamente setas sino esclerocios, formaciones globulares densas parecidas a las famosas trufas de uso culinario. La Psilocybe mexicana también se obtiene como trufa, pero no es tan popular y conocida como la anterior.
  • Psilocybe semilanceata. Vulgarmente conocidos como bonguis o monguis. Setas de tamaño reducido, que suelen recolectarse en las montañas de países del hemisferio norte.
  • Copelandia cyanescens (panaeolus cyanescens). Especie de tamaño reducido y de muy alta potencia psicoactiva.

La cantidad de sustancias psicoactivas presentes determina su potencia y varía en relación a la especie, la variedad, el lugar de crecimiento del hongo y las condiciones de cultivo.

Presentación

Pueden presentarse en forma de seta, fresca o seca, en forma de esclerocio (trufas) o en polvo seco (en ocasiones encapsulado).

La cantidad de sustancias psicoactivas presentes determina su potencia y varía en relación a la especie, la variedad, el lugar de crecimiento del hongo y las condiciones de cultivo.

Propiedades

La psilocibina, la psilocina y los hongos psilocíbicos provocan efectos psicodélicos, también llamados alucinógenos y enteógenos.

  • Producen en el usuario un trance o viaje más o menos potente dependiendo de la dosis ingerida, que puede ser vivido como deseable o desagradable.
  • Se pueden producir risas y euforia a dosis bajas o en las fases iniciales del viaje.
  • Después se pasa a un estado de calma y tranquilidad, acompañada de una marcada sensación de lucidez y claridad mental, donde se dan modificaciones de la percepción: el tiempo se ralentiza, acelera o desaparece, los colores brillan de forma distinta, los objetos se deforman, se perciben luces o sonidos extraños, visiones con los ojos cerrados y aumento de la intensidad de las emociones.
  • Se pueden llegar a alcanzar estados místicos o de comprensión absoluta de la realidad donde uno se siente fusionado con el mundo que le rodea.
  • Dependiendo de la dosis, si se tiene el estómago lleno o no y de la idiosincrasia del individuo, los efectos pueden tardar en aparecer desde los 15 minutos hasta más de una hora.
  • La duración total de la experiencia varía desde 4 a 6 horas, con un periodo aproximado de dos horas de recuperación, hasta volver a la normalidad.

Posología

Consumo por vía oral. Es preciso conocer la potencia de cada especie y variedad de hongo que se va a consumir. 

La dosis depende de la pureza de la sustancia, la tolerancia a la misma, el estado físico y emocional, la vía de administración, las mezclas con otras sustancias y el contexto en que el que se vaya a consumir. Hay que usar siempre la menor dosis posible para conseguir el efecto deseado.

Dependiendo de la dosis, si se tiene el estómago lleno o no y de la idiosincrasia de la persona, los efectos pueden tardar en aparecer desde los 15 minutos hasta más de una hora. La duración total de la experiencia varía de 4 a 6 horas con un periodo aproximado de 2 horas de recuperación hasta volver al estado inicial.

Los efectos psicodélicos de la psilocibina se manifiestan con 4-10 mg de la sustancia pura. Por encima de 20 mg se consideran «dosis elevadas”.

Contraindicaciones

En algunos casos, el consumo de setas debe evitarse:

  • En niños, mujeres embarazadas, mujeres en periodo de lactancia y personas con reacciones alérgicas a la sustancia.
  • En casos de afección renal, insuficiencia hepática o epilepsia.
  • Si se padece algún tipo de trastorno psicológico o se está pasando por una mala racha. Si se ha de conducir o manejar maquinaria peligrosa, o realizar actividades peligrosas.
  • Si al día siguiente tienes obligaciones o responsabilidades ineludibles.

Precauciones

A la hora de consumir setas debes tener presente los siguientes aspectos relacionados con su consumo:

  • Es fundamental que las condiciones de set (ambiente) y setting (estado de ánimo) sean las adecuadas para el buen desarrollo de la experiencia fúngica y evitar sobre todo los malos viajes y los accidentes.
  • Set: debe de ser agradable, amigable y seguro.
  • Setting: es muy importante que la persona no esté pasando por un mal momento personal y se viva la experiencia con una actitud positiva.
  • La buena concurrencia de estos dos elementos permitirá que el usuario se pueda dejar llevar por el viaje teniendo una experiencia lo más placentera y completa posible.
  • Para evitar el vómito, es conveniente no consumir con el estómago lleno y hacerlo cuando la digestión haya acabado.

Setas y VIH

Dos estudios estadounidenses han examinado el uso de psilocibina junto a sesiones de terapia grupal para aliviar ciertas condiciones de salud mental en personas -especialmente de hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (GBHSH)- con el VIH que lograron sobrevivir a los primeros años de la epidemia, conocidos como “supervivientes” o “supervivientes a largo plazo”. La droga podría ser útil para aquellas personas que necesitan o desean procesar su experiencia o emociones vividas de modo más pleno. No obstante, es importante más investigación sobre esta cuestión y ser cautelosos. La complejidad clínica de cada persona hace aconsejable una psicoterapia individualizada y no generalizada para toda esta población (véanse este enlace y este).

Efectos secundarios

Algunos efectos secundarios son:

  • Dilatación de las pupilas.
  • Bajada de la presión arterial.
  • Desorientación espacio-temporal.
  • Ligera modorra, bostezos.
  • Náuseas.
  • Debilidad y escalofríos.
  • Vértigos, dolores de cabeza.
  • Boca seca, sudores y leves aumentos de la temperatura corporal.
  • En las horas y días sucesivos al viaje algunas veces aparecen flashbacks (volver a experimentar los efectos días después de consumir).

Interacciones

  • Las mezclas con alcohol suelen resentir el estómago y enturbiar la experiencia.
  • Con estimulantes (cocaínaspeed, etc.) disminuyen los efectos psicodélicos y también afecta al estómago.
  • Con cannabis, suelen producir mayor efecto psicodélico dando lugar a experiencias demasiado intensas que pueden llegar a ser desagradables.
  • La mezcla con MDMA puede dar un toque más empatógeno al viaje de setas o más brillante a la experiencia del MDMA, pero se deben de tener en cuenta las precauciones sobre el consumo de las dos sustancias.
  • La combinación con otros psicodélicos supone mezclar sustancias de efectos muy intensos, por lo que, en caso de combinar, conviene extremar las recomendaciones usuales para el consumo de alucinógenos.

Set (el ambiente): debe de ser agradable, amigable y seguro. Setting (estado de ánimo): es muy importante que la persona no esté pasando por un mal momento personal y se viva la experiencia con una actitud positiva.

Intoxicación

No se han descrito casos de muerte por sobredosis, puesto que el propio organismo rechaza la sustancia a través del vómito y no permite su ingestión de una sola toma. No obstante, en el comienzo de la experiencia es frecuente tener sensación de intoxicación con náuseas, mareos y escalofríos que desaparecen a los pocos minutos.

Cuando los efectos son vividos como algo negativo y angustiante aparece el llamado “mal viaje”.

Ante un mal viaje se puede actuar de la siguiente manera:

  • Tratar de tranquilizarnos o tranquilizar a la persona que lo sufre.
  • Acompañar a la persona, pero sin agobiarla.
  • Buscar un sitio tranquilo sin exceso de estímulos sensoriales.
  • Pausar la respiración y concentrarse en su ritmo.
  • Concienciar o concienciarse de que se está bajo los efectos de las setas y de que estos remitirán en unas pocas horas.
  • Dejarse llevar por la experiencia y no luchar contra los efectos.

Conservación

Los hongos frescos, setas y trufas, se tienen que guardar en la nevera. Las setas hasta un máximo de 2 semanas y las trufas hasta un mes aproximadamente.

Los hongos secos, enteros o en polvo, es conveniente guardarlos en un envase hermético, a ser posible con un desecante (gel de sílice) y alejados de la luz. Si la hermeticidad es total es recomendable guardarlos en el congelador.

Manténgase fuera del alcance de los niños. Consulte a su médico o a personal especializado.

 Si quieres más información, pincha aquí: https://energycontrol.org/infodrogas/otras/setas.html

Igualmente, si deseas profundizar más sobre los hongos Psilocibes, puedes hacerlo en:

https://www.psycheplants.org/index.php/home/psilocybes/?lang=es

Y más en general sobre hongos y setas en este enlace encontrarás información más amplia:

https://www.psycheplants.org/index.php/home/?lang=es

Nota: El objetivo de esta ficha es meramente informativo y en ningún caso se pretende estimular el consumo de esta droga, ni sustituir el asesoramiento médico. La organización no se hace responsable del uso inapropiado que pueda hacerse de esta ficha.

Redes sociales

¿No quieres perderte nada?
Síguenos en todas las redes

Gilead
Janssen
MSD
ViiV
Gilead
Janssen
MSD
ViiV Healthcare
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Gilead
MSD