Estrategias terapéuticas para erradicar el VIH
Un fármaco para tratar el linfoma se muestra prometedor activando células CD4 con VIH latente
Un fármaco para tratar el linfoma se muestra prometedor activando células CD4 con VIH latente
Aproximadamente la cuarta parte de los fallecimientos de personas con VIH en todo el mundo fueron causados por la tuberculosis en 2007, según declaró la Organización Mundial de la Salud (OMS), que calcula que ese año murieron cerca de 450.000 personas con VIH debido a la tuberculosis y que había 1,4 millones de casos de personas coinfectadas por ambas enfermedades.
Este análogo de nucleósido parece tener una alta barrera genética, con ausencia de resistencias cruzadas a otros fármacos de la misma clase
La terapia preventiva con isoniazida (TPI) combinada con la terapia antirretroviral [TARV] redujo en un 90% el riesgo de desarrollar tuberculosis activa en personas con VIH en comparación con las que no recibieron tratamiento, según ha evidenciado un estudio de Sudáfrica. El empleo de ambas intervenciones terapéuticas tuvo un impacto significativamente mayor sobre la incidencia de tuberculosis que cualquiera de ellas por separado, según los hallazgos publicados en la edición de 13 de marzo de la revista AIDS.
El Comité Ciudadano Anti-Sida de Asturias protagoniza un encierro de dos días en señal de protesta
Los niños y jóvenes infectados por VIH al nacer que presenten un historial de uso de tratamientos antirretrovirales muestran unos niveles más bajos de grasa en las extremidades que sus iguales seronegativos, según informa un equipo de investigadores de EE UU en la edición de 27 de marzo de la revista AIDS. El estudio también evidenció una mayor prevalencia de anomalías lipídicas entre dicha población.
Podrían tener implicaciones en la elaboración de vacunas
La coinfección por VIH y VHC, sin embargo, puede disminuir la precisión del método
Las mujeres embarazadas con VIH y un sistema inmunitario debilitado corren un mayor riesgo de tener un hijo con retraso del crecimiento intrauterino, según informa un equipo de investigadores tailandeses en la edición de 1 de abril de Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes.
Un estudio estadounidense muestra que su uso no acelera la progresión de la enfermedad