El último informe oficial Vigilancia Epidemiológica del VIH y Sida en España 2024 —publicado en noviembre de 2025 por el Instituto de Salud Carlos III— confirma que las tasas de nuevos diagnósticos continúan descendiendo. En 2024 se notificaron 3.340 nuevos diagnósticos, lo que equivale a una tasa estimada de 7,44 por 100.000 habitantes tras corregir el retraso en la notificación.
Aun así, el informe subraya que el impacto de la epidemia no se distribuye de forma igual en la población. Las diferencias por origen, vía de transmisión y acceso temprano al diagnóstico revelan desigualdades que condicionan la salud y los derechos de muchas personas.
Más de la mitad de los nuevos diagnósticos corresponden a personas de otros países
El documento señala que en 2024 el 53,7% de los nuevos diagnósticos se registraron en personas cuyo país de origen no era España. Esta proporción ha aumentado de forma constante en la última década.
Las organizaciones comunitarias advierten que esta realidad refleja barreras estructurales que afectan especialmente a las personas migrantes: trámites administrativos complejos, falta de intérpretes, dificultades de acceso al sistema y entornos donde persiste el estigma.
El informe insiste en la necesidad de adaptar los programas de prevención y atención a colectivos diversos, reconociendo la pluralidad cultural y social de la población atendida.
El diagnóstico tardío sigue siendo un desafío: afecta al 51,1% de los casos
La mitad de las personas diagnosticadas en 2024 presentaron diagnóstico tardío, es decir, un recuento de CD4 inferior a 350 células/mm3 en el momento del diagnóstico. Este dato preocupa a profesionales y entidades comunitarias, ya que:
- aumenta el riesgo de complicaciones de salud,
- se asocia a peores resultados clínicos,
- dificulta la prevención combinada,
- y pone de manifiesto fallos en el acceso temprano a la prueba.
Los datos muestran además que el diagnóstico tardío ha aumentado en hombres, gais y otros hombres que practican sexo con hombres (GBHSH) y en mujeres heterosexuales, sin cambios en hombres heterosexuales ni en personas que se inyectan drogas.
La transmisión sexual sigue siendo la vía principal
El informe confirma que la transmisión sexual continúa siendo la vía predominante. En 2024:
- 54,3% de los nuevos diagnósticos se dieron en hombres GBHSH,
- 28,7% en transmisión heterosexual,
- y solo 1,5% en personas que se inyectan drogas.
Las tasas en hombres GBHSH muestran un descenso continuado desde 2016, aunque con diferencias según lugar de origen. En heterosexuales, la tendencia descendente también es clara en los últimos años.
El número de nuevos casos de sida continúa bajando, pero con desigualdades
En 2024 se notificaron 412 nuevos casos de sida. La neumonía por Pneumocystis jirovecii sigue siendo la enfermedad definitoria más frecuente (35,9%), seguida por la tuberculosis (16,9%) .
Más de la mitad de los nuevos casos de sida se produjeron en personas nacidas fuera de España, un patrón que coincide con las desigualdades identificadas en los nuevos diagnósticos.
Una lectura comunitaria: salud pública con enfoque de derechos
Los datos son positivos en términos de tendencia, pero el informe revela dimensiones sociales que no pueden ignorarse. Desde una perspectiva comunitaria, el análisis epidemiológico debe acompañarse de políticas que aborden:
- Equidad en el acceso, sin barreras administrativas ni idiomáticas.
- Derechos sanitarios garantizados para todas las personas, independientemente de su situación administrativa.
- Prevención culturalmente adaptada y basada en la participación de las comunidades afectadas.
- Información clara y comprensible, especialmente sobre la prueba del VIH, el acceso a PrEP, I=I y los recursos disponibles.
- Acciones contra el estigma en entornos sanitarios y sociales.
Conclusión: los datos mejoran, pero la equidad es la clave
El informe 2024 muestra que España avanza en la reducción del VIH. Sin embargo, la mitad de los diagnósticos siguen siendo tardíos y más de la mitad corresponden a personas migrantes, lo que refleja que la desigualdad sigue siendo un determinante central en la epidemia.
Para que los avances científicos lleguen realmente a todas las personas, la salud pública debe poner en el centro los derechos, la equidad y la participación comunitaria.
La ciencia aporta las herramientas; la justicia social y la eliminación de barreras garantizan su impacto real.
Fuente: Elaboración propia (gTt).
Referencia: Unidad de vigilancia de VIH, ITS y hepatitis. Vigilancia Epidemiológica del VIH y sida en España 2024: Sistema de Información sobre Nuevos Diagnósticos de VIH y Registro Nacional de Casos de Sida. Centro Nacional de Epidemiología. Instituto de Salud Carlos III/ División de control de VIH, ITS, Hepatitis virales y tuberculosis. Ministerio de Sanidad. Madrid; noviembre 2025.
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