Un grupo de investigadores del Centro de Investigación del Hospital Universitario de Montreal (CRCHUM) iniciará este año un ensayo clínico innovador para evaluar si fostemsavir (Rukobia®), un medicamento ya aprobado frente al VIH, puede también beneficiar la salud cardiovascular de las personas con el virus.
Fostemsavir pertenece a la clase de los inhibidores del acoplamiento, un tipo de antirretroviral que impide que el VIH se adhiera a las células CD4 del sistema inmunitario. El fármaco actúa sobre la proteína gp120, situada en la superficie del virus y esencial para que este se una al receptor CD4. Al bloquear esa unión, se interrumpe la infección.
En el organismo, fostemsavir se transforma en temsavir, la molécula activa que se fija a la gp120 cuando esta adopta su forma de trímero para comenzar el proceso de infección. De esta manera, se evita que el virus penetre en la célula.
Diversos estudios han apuntado que, además de su función antiviral, fostemsavir podría reducir la inflamación crónica asociada al VIH, un factor que contribuye al desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Esta posible acción secundaria ha despertado gran interés en la comunidad científica.
Una proteína con doble papel en la infección y la inflamación
La proteína gp120 desempeña un papel clave en la infección por el VIH, ya que permite que el virus se adhiera y penetre en las células CD4. Sin embargo, investigaciones recientes del CRCHUM sugieren que su función va más allá.
En aproximadamente una de cada tres personas con el VIH, la gp120 continúa circulando en la sangre incluso cuando la carga viral es indetectable. En esa situación, actúa como una toxina viral: se une a las células CD4 sanas y las marca como si estuvieran infectadas. El propio sistema inmunitario puede entonces atacarlas por error, lo que agrava el daño.
Este proceso se ve amplificado por la acción de ciertos anticuerpos no neutralizantes, llamados anti-cluster A, que atacan a las células señaladas por la gp120. El resultado es una pérdida progresiva de linfocitos CD4, incluso en personas con el virus controlado, y explica en parte por qué algunas nunca logran una recuperación inmunitaria completa pese a la terapia antirretroviral.
Por el contrario, existe otro grupo de anticuerpos más escaso, dirigido al sitio de unión del receptor CD4 (CD4 binding site o CD4BS), capaz de bloquear la interacción de gp120 con las células sanas y protegerlas. Solo alrededor del 15% de las personas con el VIH presentan esta combinación favorable.
Los hallazgos, obtenidos a partir de muestras del Canadian HIV and Aging Cohort Study, confirman que el equilibrio entre ambos tipos de anticuerpos podría determinar la capacidad de cada persona para mantener una buena respuesta inmunitaria.
Fostemsavir, un antirretroviral con potencial más amplio
El interés por fostemsavir aumentó al comprobar que el fármaco puede deformar la estructura de la gp120 e impedir su adhesión a las células CD4. Al neutralizar su toxicidad, reduce los niveles de anticuerpos dañinos y la inflamación asociada.
Este efecto se observó en muestras de biobancos internacionales y en personas que ya estaban en tratamiento con fostemsavir, quienes mostraron niveles más bajos de anticuerpos anti-cluster A. Según los investigadores, el medicamento podría aportar beneficios inmunitarios y cardiovasculares incluso en quienes mantienen una carga viral indetectable con su tratamiento habitual.
El estudio RESTART: una mirada preventiva
El nuevo ensayo, denominado RESTART, evaluará si la neutralización de gp120 mediante fostemsavir mejora la salud cardiovascular. La activación constante del sistema inmunitario en las personas con el VIH provoca inflamación crónica, un proceso vinculado al aumento de enfermedades cardiovasculares, osteoporosis o deterioro cognitivo precoz. Estas comorbilidades suelen aparecer unos 15 años antes que en la población general.
Durante los dos años de seguimiento, los 150 participantes —todos con niveles detectables de gp120 en sangre— mantendrán su tratamiento antirretroviral habitual. Se les realizarán dos escáneres cardíacos, al inicio y al final del estudio, para medir la progresión de la placa coronaria, un marcador de enfermedad cardiovascular.
El estudio RESTART se enmarca en un enfoque de medicina personalizada, orientado a adaptar los tratamientos a las características biológicas de cada persona. Si los resultados confirman los beneficios esperados, el estudio podría abrir la puerta a una nueva estrategia terapéutica, centrada no solo en suprimir el virus, sino también en reducir los efectos residuales del VIH y mejorar la salud global.
Fuente:Universidad de Montreal / Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia: Benlarbi M, Richard J, Durand M, Finzi A. Fostemsavir decreases the levels of anti-gp120 CD4-induced antibodies in heavily treatment-experien
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