Una infección dermatológica fúngica poco común ha sido detectada por primera vez en España. Se trata del hongo Trichophyton mentagrophytes genotipo VII (TMVII), un tipo de tiña identificada previamente en Alemania como posible agente de transmisión sexual. El hallazgo se produjo en una clínica de infecciones de transmisión sexual (ITS) de Barcelona. Los resultados de dicha serie de casos han sido publicados en Mycoses.
Entre 2020 y 2025 dicha clínica analizó muestras de piel y cabello con resultado positivo para hongos dermatofíticos. De los 15 casos de T. mentagrophytes hallados, 14 fueron confirmados por secuenciación genética como TMVII. Todos los casos se dieron en hombres gais, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres (GBHSH). La práctica totalidad tenían infección por el VIH o se encontraban en profilaxis preexposición (PrEP, en sus siglas en inglés). Los lugares de infección más frecuentes fueron áreas sexuales tales como la región pubogenital o la perianal y la barba. Los tratamientos requirieron en muchos casos varias semanas de duración y alcanzaron una mayor eficacia aquellos regímenes más prolongados.
Una nueva vía de transmisión: la piel como vector sexual
Aunque las tiñas son infecciones fúngicas cutáneas bien conocidas, su asociación con la transmisión sexual ha sido hasta ahora marginal y poco reconocida. Sin embargo, este estudio aporta datos que apoyan un nuevo paradigma: la posible transmisión sexual de TMVII en redes sexuales de GBHSH.
El análisis mostró que 13 de los 14 casos cumplían criterios epidemiológicos y clínicos que hacían altamente probable la transmisión sexual. La mayoría presentaban lesiones en zonas típicamente expuestas durante el contacto íntimo, tales como los genitales, las nalgas o la cara. Además, muchos tenían otras ITS concomitantes como gonorrea, sífilis o clamidia; hecho que refuerza la probabilidad de que la adquisición se diera por contacto sexual.
Otro dato relevante es que la mayoría de los afectados no había viajado recientemente fuera de Europa y solo unos pocos tenían contacto con animales domésticos. Ello que sugiere que la transmisión no se debió al contacto con animales –la principal vía de transmisión hasta la fecha de este tipo de tiña– sino a una cadena de transmisión entre humanos, probablemente a través del contacto directo de piel con piel durante las relaciones sexuales.
Dificultades en el tratamiento y necesidad de mayor vigilancia
El tratamiento de esta infección fúngica resultó ser más difícil de lo habitual. En total se administraron 21 tratamientos antifúngicos a los 14 afectados. Las tasas de curación fueron significativamente mayores con tratamientos de 3 a 8 semanas (que alcanzaron el 80%) que en aquellos tratamientos de menor duración. Cabe destacar que los tratamientos de dos semanas de duración o de menos de dos semanas no lograron curar a ningún afectado. Esto contradice las recomendaciones estándar para otras tiñas comunes, indicando que TMVII puede requerir abordajes más agresivos y prolongados.
Otro aspecto preocupante es que algunas personas recibieron diagnósticos iniciales erróneos —como infecciones bacterianas o dermatitis— lo que retrasó el tratamiento adecuado. Si bien no se encontró resistencia antifúngica, el retraso diagnóstico, la duración prolongada de la infección y las recaídas sugieren que TMVII podría tener una mayor virulencia o requerir estrategias terapéuticas individualizadas en vez de recomendaciones estándar.
Desde una perspectiva de salud pública, esta infección fúngica plantea riesgos de expansión en poblaciones vulnerables si no se implementan estrategias adecuadas de detección precoz, tratamiento eficaz y trazabilidad de contactos. Además, el estudio destaca que otros dermatofitos como T. rubrum o T. tonsurans también fueron identificados en casos similares, por lo que TMVII podría no ser el único hongo capaz de transmitirse sexualmente.
Conclusiones y recomendaciones clínicas
La identificación de TMVII en España debería llevar a reevaluar las estrategias diagnósticas ante lesiones cutáneas en personas vulnerables a ITS. Los profesionales sanitarios deberían, a la luz de estos resultados, considerar la posibilidad de tiña de transmisión sexual ante la presencia de placas eritematosas y escamosas en zonas íntimas, especialmente en GBHSH con otras ITS o en PrEP. En caso de detectar infección por TMVII, es importante que –dadas las dificultades para un tratamiento exitoso observadas en el presente estudio– se realice un tratamiento individualizado debidamente monitorizado.
También parece recomendable seguir investigando proactivamente la magnitud epidemiológica de esta infección fúngica emergente para, en caso de considerarse relevante, instaurar protocolos de vigilancia específica y campañas de sensibilización en centros de ITS, tanto para profesionales sanitarios como para las comunidades afectadas.
Fuente: Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Descalzo V, Martín MT, Álvarez-López P, et al. Trichophyton mentagrophytes Genotype VII and Sexually Transmitted Tinea: An Observational Study in Spain. Mycoses. 2025;68(4):e70049. doi:10.1111/myc.70049
Suscríbete a los boletines
Utiliza este formulario para suscribirte en los diferentes boletines. Si tienes cualquier problema ponte en contacto con nosotros.
Al continuar, confirmas que has leído el aviso legal y aceptas la política de privacidad.