Salí de este trance, y le planté cara a la vida. Desde entonces, lo aprecié todo mucho más que antes, siempre bajo un cariz positivo.
Viéndolo todo bajo otro prisma y con unos valores que antes no apreciaba, el entorno familiar más íntimo me demostró que está para lo bueno y lo malo, lo que te hace coger fuerzas para hacer frente a lo que se presente.
Seguí fielmente las instrucciones sobre mi tratamiento médico. Realicé una dieta de tipo mediterráneo, ejercicios, etc., y continué trabajando, con más entusiasmo si cabe, siempre con la idea de que este bichito no me iba a complicar la vida.
Me interesé por el mundo de los microrganismos que son beneficiosos para su aplicación en la agricultura, la ganadería y los seres humanos. Vi que, con una buena alimentación y un tratamiento alternativo suplementario, había una posible solución de refuerzo para evitar los efectos secundarios provocados por el tratamiento con pastillas.
Y así, me puse manos a la obra. Empecé a tomar como terapia de refuerzo el té de kombucha –elaborado con té blanco– y el kéfir de agua (con agua revitalizada y en cantidades máximas).
Me encuentro en perfecto estado, siempre tomando las mismas pastillas y, además, con mi sistema inmunitario reforzándose y subiendo los CD4.
He compartido este conocimiento con otras personas seropositivas. El chat de gTt nos ha servido de enlace e intercambio de ideas. Yo les he transmitido mis conocimientos y productos totalmente gratis para mejorar sus dolencias, lo que me satisface. He seguido el dicho de: reparte salud y tendrás felicidad.
Un abrazo a tod@s l@s que os encontráis en esta situación, y que la sonrisa os acompañe siempre, pues es síntoma de felicidad.
(Nota: el que quiera información sobre esto, que escriba).