Un estudio español presentado en la 55 Conferencia Interciencias sobre Agentes Antimicrobianos y Quimioterapia (ICAAC, en sus siglas en inglés), celebrada recientemente en San Diego (EE UU), ha concluido que –a pesar de la disminución del número de ingresos– las tasas de mortalidad hospitalaria de las personas con VIH se han mantenido estables al comparar dos períodos: el comprendido entre 1993 y 2002, y el que abarcó desde 2003 hasta 2013. Aunque la tasa de mortalidad se ha mantenido estable, las causas han variado notablemente, ya que mientras en el primer período las enfermedades no definitorias de sida solo causaron un tercio de las muertes, en el segundo dichas enfermedades supusieron más del 60% de los fallecimientos.
El estudio, de tipo retrospectivo, contó con los datos de 1.937 personas con VIH ingresadas en el Hospital Universitario de La Coruña en una o varias ocasiones durante los 20 años de seguimiento del estudio, hasta sumar un total de 6.917 ingresos. Los participantes acumularon un total de 22.901 persona-años de seguimiento.
El 75% de las personas incluidas eran hombres, el promedio de edad era de 36 años y un 37% de los participantes presentaban coinfección por VIH y el virus de la hepatitis C (VHC).
La tasa global de ingresos hospitalarios pasó de 30,7 ingresos por cada 100 participantes en 1993 a 19,9 en 2013 (diferencia significativa; p <0,001).
La tasa de ingresos hospitalarios disminuyó un 4,9% anual a partir de 1996 (por la llegada de la terapia antirretroviral de gran actividad [TARGA]). No obstante, dentro del subgrupo de coinfectados por VIH y VHC, dicha disminución fue únicamente del 1,7% anual. Las personas coinfectadas también presentarían un mayor promedio de admisiones por participante durante el período evaluado (3 frente a 2 por paciente en el caso de las monoinfectadas, p <0,001) y una mayor tasa de readmisión a los 30 días del primer ingreso (del 21,5 y el 19,1%; respectivamente; p <0,001). Sería de esperar que el acceso a los antivirales de acción directa frente al VHC acabe equiparando los resultados de las personas coinfectadas con los de aquellas monoinfectadas por VIH.
Globalmente, la mediana de la estancia hospitalaria por ingreso pasó de 9 a 8 días al comparar el período 1993-2002 con el 2003-2013 (diferencia no significativa; p= 0,2). La tasa de readmisión a los 30 días del primer ingreso tampoco varió entre los períodos evaluados.
Entre los dos períodos comparados, dos razones de ingreso disminuyeron significativamente: enfermedad infecciosa (49,1 y 35,3%; respectivamente) y enfermedad psiquiátrica (9,1 y 5,2%; respectivamente). Por el contrario, cuatro razones aumentaron significativamente entre ambos períodos: neoplasias (3,6 y 7,8%; respectivamente), enfermedad cardiovascular (1,2 y 3,7%; respectivamente), enfermedad gastrointestinal (9,2 y 16,1%; respectivamente) y enfermedad respiratoria crónica (5,6 y 10,9%; respectivamente).
Las tasas de mortalidad intrahospitalaria no variaron significativamente entre el período 1993-2002 (6,8%) y el comprendido entre 2003 y 2013 (6,3%).
Enfermedades no definitorias de sida causaron el 37,9% de las muertes durante el primer período y el 68,3% de las del segundo.
Entre el primer y el segundo períodos comparados, las encefalitis asociadas a sida, las infecciones por micobacterias y las neumonías por Pneumocystis (PCP, en sus siglas en inglés) disminuyeron significativamente como causas de muerte. En cambio, cánceres no definitorios de sida, cánceres definitorios de sida, neumonías bacterianas (no PCP), sepsis, enfermedad hepática, enfermedad respiratoria crónica y enfermedades cardiovasculares fueron causas de fallecimiento que aumentaron de primer al segundo período comparados.
Un segundo estudio, en este caso estadounidense y publicado en The Journal of Hospital Medicine, sí que halló diferencias significativas en las tasas de mortalidad intrahospitalaria de las personas con VIH entre el año 1995 y el 2011 (6,2 y 1,5; respectivamente; p <0,0001). Quizás el hecho de que en el estudio español se compararon dos períodos amplios hizo que se atenuaran diferencias que a buen seguro serían observables si se compararan únicamente el primer y el último año analizados.
En el estudio estadounidense, en este caso de forma similar al español, las causas de muerte no definitorias de sida aumentaron del 43% al 70,5% entre 1995 y 2011 (diferencia significativa: p <0,0001). Las causas más frecuentes de enfermedades no definitorias de sida que causaron los fallecimientos fueron infecciones no definitorias de sida, enfermedades cardiovasculares, enfermedad hepática y cánceres no definitorios de sida.
Los presentes resultados ponen en evidencia la necesidad de un buen seguimiento médico de las personas con VIH, especialmente en lo relativo a patologías no definitorias de sida cuya prevalencia es especialmente elevada entre quienes viven con VIH y que pueden poner en peligro su vida. Por ello, la tendencia observada durante los últimos años de espaciar las visitas y los controles de seguimiento no parece la mejor estrategia para conseguir resultados óptimos en la mejora de la calidad y la esperanza de vida de las personas con VIH.
Fuente: NATAP / Elaboración propia (gTt).
Referencias: Meijide Míguez H, Mena de Cea A, Rodríguez Osorio I, et al. Trends in hospitalizations, readmissions and in-hospital mortality in HIV-infected patients between 1993-2013: impact of hepatitis C coinfection. ICAAC 2015, September 17-21, 2015, San Diego.
Cowell A, Shenoi SV, Kyriakides TC, Friedland G, Barakat LA. Trends in hospital deaths among human immunodeficiency virus-infected patients during the antiretroviral therapy era, 1995 to 2011. J Hosp Med. 2015;10:608-614.
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